Caballeros con armadura recibieron a los primeros visitantes de este museo, instalado en una escuela abandonada, junto al estacionamiento bajo el cual estaba enterrado el monarca, donde antiguamente existía un monasterio medieval.
Los visitantes pueden observar a través del suelo de vidrio la "tumba" en la cual reposaba el último rey Plantagenet hasta que fue exhumado por arqueólogos en septiembre de 2012.
Efectos luminosos dan la impresión de ver el esqueleto acostado en la tumba. El centro presenta también una réplica del esqueleto realizada con una impresora 3D, señaló una portavoz de la alcaldía, Debra Reynolds.
El esqueleto original de Ricardo III es conservado lejos del público y será objeto de una nueva inhumación a principios de 2015 en la Catedral de Leicester, situada justo frente al museo.
La planta baja está dedicada a la historia de este rey controvertido, cuya muerte en la batalla de Bosworth en 1485 puso fin a 30 años de "guerra de las Dos Rosas", la querella por el trono entre las familias de York y de Lancaster.
Su reputación de tirano sanguinario se debe en buena parte a William Shakespeare, quien lo inmortalizó con los rasgos de un jorobado despiadado. Sin embargo, asociaciones de defensores de Ricardo III se esfuerzan desde hace tiempo por rehabilitar su memoria.