Al palestino, de 31 años, se le indujo el coma el miércoles, antes de que se conociera la resolución del Tribunal Supremo de suspender su detención administrativa, sin inculpación y sin juicio, indicó un portavoz del hospital Barzilai de Ashkelon (oeste de Israel), por lo que el paciente desconoce esta decisión.
Anteriormente, los médicos habían dicho que Mohamed Alan parecía perder contacto con su entorno, y que su cerebro estaba afectado por los dos meses de huelga de hambre, aunque no se refirieron a si esta condición era irreversible o no.
Mohamed Alan había salido el martes de un primer coma en el que cayó a finales de la semana pasada.
Este abogado de Nablus y defensor de los presos palestinos fue detenido en noviembre de 2014 y comenzó su huelga de hambre el 18 de junio, en protesta por su detención administrativa.
Este régimen de encarcelamiento extrajudicial permite a las autoridades israelíes detener a un sospechoso sin inculpación durante seis meses, renovables indefinidamente.
Los motivos precisos de su detención nunca se han aclarado públicamente. Israel lo presenta como un miembro de la Yihad Islámica, y esta organización, que el Estado hebreo clasifica como terrorista, también lo describe como uno de los suyos.
Su caso movilizó a la opinión palestina en un contexto ya tenso. Se trata de un rompecabezas para las autoridades israelíes, a las que les preocupa no parecer que ceden a un chantaje y el riesgo de que su eventual muerte desencadene una nueva escalada de violencia.
Anteriormente, los médicos habían dicho que Mohamed Alan parecía perder contacto con su entorno, y que su cerebro estaba afectado por los dos meses de huelga de hambre, aunque no se refirieron a si esta condición era irreversible o no.
Mohamed Alan había salido el martes de un primer coma en el que cayó a finales de la semana pasada.
Este abogado de Nablus y defensor de los presos palestinos fue detenido en noviembre de 2014 y comenzó su huelga de hambre el 18 de junio, en protesta por su detención administrativa.
Este régimen de encarcelamiento extrajudicial permite a las autoridades israelíes detener a un sospechoso sin inculpación durante seis meses, renovables indefinidamente.
Los motivos precisos de su detención nunca se han aclarado públicamente. Israel lo presenta como un miembro de la Yihad Islámica, y esta organización, que el Estado hebreo clasifica como terrorista, también lo describe como uno de los suyos.
Su caso movilizó a la opinión palestina en un contexto ya tenso. Se trata de un rompecabezas para las autoridades israelíes, a las que les preocupa no parecer que ceden a un chantaje y el riesgo de que su eventual muerte desencadene una nueva escalada de violencia.