Intenso tráfico de navíos de guerra rusos en Bósforo pese a tensión Rusia-Turquía


Estambul, Turquía. - Pese a la viva tensión entre Turquía y Rusia, desde que Ankara abatiera un avión militar de Moscú en noviembre, numerosos navíos militares rusos siguen cruzando el Bósforo, que separa las orillas europea y asiática de Estambul, rumbo a Siria.



Barcos en el Bósforo
Barcos en el Bósforo

Desde que se inició la intervención militar rusa, que ha brindado apoyo al régimen del presidente sirio Bashar al Asad, esta circulación marítima entre los mares Negro y Mediterráneo pasó a llamarse "Siria express".

Buques cargueros, fragatas o submarinos rusos circulan intensamente por el Bósforo. Se trata de decenas de navíos por mes, según expertos militares.

La crisis diplomática entre ambos países, después de que Turquía abatiera un avión militar ruso el 24 de noviembre junto a la frontera siria, no limitó esta circulación entre las orillas europea y asiática de Estambul.

De hecho, incluso si el gobierno turco quisiera hacerlo, no podría prohibir el paso de barcos de guerra rusos. 

En efecto, la convención de Montreux de 1936 sobre el Bósforo y los Dardanelos otorga el control de ambos estrechos a Turquía, pero le impone garantizar la libertad total de circulación, salvo en caso de declaración o amenaza inminente de guerra, subrayan los analistas.

"Como no hay guerra declarada entre ambos países, Turquía no puede prohibir a los navíos militares rusos pasar por el estrecho", recalca Devrim Yaylali, experto naval y editor del portal de información Bosphorus Naval News.

Moscú y Ankara siempre respetaron la convención de Montreux, incluso "durante los peores momentos de la Guerra Fría", añade.

Aprovechando esta protección jurídica, Rusia usa la ruta de los estrechos como principal camino para abastecer a sus tropas desplegadas en la zona de Latakia, en el extremo noroeste de Siria.

"Sin este 'Siria express', su campaña siria se asfixiaría en algunos días o algunas semanas", pronostica Mijail Voitenko, experto marítimo y redactor jefe del Boletín Marítimo en línea ruso.

Tras pasar por el Bósforo, el mar de Mármara y los Dardanelos, los navíos rusos llegan al Mediterráneo y se dirigen hacia su base de Tartús, en Siria.

El derribo de un cazabombardero Sukhoi-24 por parte de F-16 turcos cerca de la frontera siria provocó una grave crisis diplomática entre Moscú y Ankara. Turquía afirma que el avión violó su espacio aéreo, pero Rusia lo negó y decretó sanciones simbólicas contra Ankara.

Moscú se limitó a reinstaurar la obligación de tener visa para los turistas turcos, recomendar a sus ciudadanos que no fueran a Turquía e imponer un embargo de algunos productos turcos, en particular fruta y verdura.

Tal vez trate de proteger el "Siria express", estiman analistas.

En efecto, Turquía podría "paralizar el tráfico militar ruso hacia Siria sin violar ningún acuerdo internacional sobre la circulación en los estrechos", afirma Voitenko.

Al igual que los navíos militares, los buques de carga civiles también abastecen a las tropas rusas. Las autoridades turcas podrían detenerlos con cualquier pretexto administrativo.

"En realidad, Turquía podría acabar con la campaña militar de Rusia en Siria sin efectuar un solo disparo", dice Voitenko, divertido.

Domingo, 10 de Enero 2016
AFP (Agencia France-Presse)
           


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