Henning Mankell
Desde "Milenio", del sueco Stieg Larsson, que ha apasionado a cerca de ocho millones de lectores en el mundo, la literatura de Suecia, Dinamarca, Noruega, Finlandia e Islandia, que juntos suman una población total de 25 millones de habitantes, se está vendiendo como pan caliente en todo el planeta.
Con sus paisajes glaciales, pueblos melancólicos y asesinos tortuosos, las novelas policiales nórdicas están definitivamente de moda, confirmaron editores y narradores en la Feria del Libro de París, donde los visitantes han tomado por asalto los stands donde los escritores escandinavos firman sus libros.
Miles de lectores asistieron este fin de semana a conferencias, charlas, mesas redondas en las que participaron los escritores nórdicos invitados al Salón parisino, que abrió sus puertas el jueves, hasta el lunes, en el gigantesco parque de exposiciones de la Puerta de Versalles.
El triunfo editorial de este género negro y melancólico es tan espectacular que se puede hablar de "la edad de oro" de la literatura nórdica, señaló el escritor sueco Per Olov Enquist, en una entrevista concedida en una revista literaria.
En el Salón parisino, el sueco Henning Mankell, padre del entrañable inspector Kurt Wallander, y la exitosa Camilla Läckberg, autora de "La princesa de hielo" -dos de los autores que han contribuido a convertir a Escandinavia en la nueva patria de las novelas policíacas- dieron algunas claves para explicar ese éxito.
"La novela policial habla de la sociedad tal como es. Utiliza el crimen para comprender lo que pasa en la sociedad, entender los cambios", señaló Menkell, autor de "Los perros de Riga" y "Asesinos sin rostro", en los que el detective Wallander afronta además de criminales, sus propias angustias, enfermedades, su soledad.
Lackberg, de 36 años, atribuye este triunfo a que que son novelas que "muestran lo que hay detrás de la fachada", revelando, en el microcosmos de pequeñas ciudades nórdicas, un mundo inimaginable de podredumbre, violencia, racismo, odio y pasión.
"Desde afuera se ven los países escandinavos como civilizados, tolerantes, comedidos", dice la escritora sueca. "Es interesante ir más allá de esa fachada. A los lectores les gusta descubrir que Suecia no es tan perfecta como pensaban", dijo Läckberg, que ambienta sus novelas en su Fjällbacka natal.
Otra de las estrellas de la Feria parisina ha sido la joven finlandesa Sofi Okosanen, autora de la novela "Purga". Esta joven narradora es, junto con la sueca Asa Larsson, autora de "Aurora boreal", y la danesa Inger Wolf ("Un oscuro fin de verano"), una de las escritoras escandinavas más aplaudidas por la crítica y el público.
Pero los visitantes de la Feria de París están descubriendo que la literatura de los países nórdicos es más que novela criminal, como lo demuestran las obras del escritor noruego Roy Jacobsen, autor de "El Despertar".
Y además, que el género no es nuevo, sino que, como lo recordó Menkell en la Feria, existe desde hace más de tres décadas, cuando los suecos Maj Sjöwall y Per Wahlöö publicaron "La Novela de un crimen", que ofrece en diez volúmenes un retrato demoledor de la socialdemocracia sueca.
Con sus paisajes glaciales, pueblos melancólicos y asesinos tortuosos, las novelas policiales nórdicas están definitivamente de moda, confirmaron editores y narradores en la Feria del Libro de París, donde los visitantes han tomado por asalto los stands donde los escritores escandinavos firman sus libros.
Miles de lectores asistieron este fin de semana a conferencias, charlas, mesas redondas en las que participaron los escritores nórdicos invitados al Salón parisino, que abrió sus puertas el jueves, hasta el lunes, en el gigantesco parque de exposiciones de la Puerta de Versalles.
El triunfo editorial de este género negro y melancólico es tan espectacular que se puede hablar de "la edad de oro" de la literatura nórdica, señaló el escritor sueco Per Olov Enquist, en una entrevista concedida en una revista literaria.
En el Salón parisino, el sueco Henning Mankell, padre del entrañable inspector Kurt Wallander, y la exitosa Camilla Läckberg, autora de "La princesa de hielo" -dos de los autores que han contribuido a convertir a Escandinavia en la nueva patria de las novelas policíacas- dieron algunas claves para explicar ese éxito.
"La novela policial habla de la sociedad tal como es. Utiliza el crimen para comprender lo que pasa en la sociedad, entender los cambios", señaló Menkell, autor de "Los perros de Riga" y "Asesinos sin rostro", en los que el detective Wallander afronta además de criminales, sus propias angustias, enfermedades, su soledad.
Lackberg, de 36 años, atribuye este triunfo a que que son novelas que "muestran lo que hay detrás de la fachada", revelando, en el microcosmos de pequeñas ciudades nórdicas, un mundo inimaginable de podredumbre, violencia, racismo, odio y pasión.
"Desde afuera se ven los países escandinavos como civilizados, tolerantes, comedidos", dice la escritora sueca. "Es interesante ir más allá de esa fachada. A los lectores les gusta descubrir que Suecia no es tan perfecta como pensaban", dijo Läckberg, que ambienta sus novelas en su Fjällbacka natal.
Otra de las estrellas de la Feria parisina ha sido la joven finlandesa Sofi Okosanen, autora de la novela "Purga". Esta joven narradora es, junto con la sueca Asa Larsson, autora de "Aurora boreal", y la danesa Inger Wolf ("Un oscuro fin de verano"), una de las escritoras escandinavas más aplaudidas por la crítica y el público.
Pero los visitantes de la Feria de París están descubriendo que la literatura de los países nórdicos es más que novela criminal, como lo demuestran las obras del escritor noruego Roy Jacobsen, autor de "El Despertar".
Y además, que el género no es nuevo, sino que, como lo recordó Menkell en la Feria, existe desde hace más de tres décadas, cuando los suecos Maj Sjöwall y Per Wahlöö publicaron "La Novela de un crimen", que ofrece en diez volúmenes un retrato demoledor de la socialdemocracia sueca.