"La consideramos responsable de la ayuda financiera y moral que reciben los grupos (insurgentes)", añade el texto.
Según la oficina de Maliki, el reino sunita también debe ser "considerado responsable de los crímenes peligrosos cometidos por estos grupos terroristas".
Arabia Saudita acusó abiertamente el lunes al primer ministro iraquí, un chiita, de haber conducido Irak al borde del abismo con su política de exclusión de sunitas y pidió la formación de un gobierno de unión nacional.
En marzo, Maliki ya acusó a Arabia Saudita y a Catar de apoyar el terrorismo en Irak.
En una semana, los yihadistas del Estado Islámico en Irak y el Levante (EIIL), un grupo extremista muy activo en la vecina Siria, tomaron el control de la segunda ciudad de Irak, Mosul, de una gran parte de su provincia, Nínive (norte), de Tikrit y de otros sectores de las provincias de Saladino, Diyala (este) y Kirkuk (norte).