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Política
BAGDAD, 5 ene (Xinhua) -- De acuerdo con la declaración obtenida el martes por Xinhua, Maliki rechazó la decisión de un juez estadounidense de retirar los cargos contra cinco de los guardias de seguridad de la empresa estadounidense Blackwater que estuvieron involucrados en el asesinato de cinco civiles desarmados en una concurrida intersección en el oeste de Bagdad hace dos años.
"El gobierno iraquí denunciará a la compañía ante las cortes iraquíes y estadounidenses, y rechaza el fallo emitido por el tribunal estadounidense que absuelve a la compañía del crimen de un número de ciudadanos", señaló el documento citando a Maliki.
El premier llevó a cabo los comentarios durante su visita del lunes a la ciudad meridional de Najaf, ubicada a aproximadamente 160 kilómetros al sur de Bagdad, a donde acudió para tener un diálogo con el líder espiritual chiita, el gran ayatolá Ali al-Sistani.
En septiembre de 2007, los guardias estadounidenses de la compañía Blackwater abrieron fuego contra docenas de vehículos civiles en la concurrida plaza Nissor, provocando la muerte de 17 personas e hiriendo a varios más.
El incidente provocó la ira de los iraquíes, quienes percibieron el incidente como un símbolo de la indiferencia de los extranjeros ante sus vidas, en un momento en el que los guardias que protegían al personal de la embajada estadounidense contaban con inmunidad de enjuiciamiento ante las cortes iraquíes tras la invasión en 2003.
Anteriormente, el Parlamento iraquí y otros altos funcionarios también rechazaron el fallo del juez estadounidense para retirar los cargos contra los guardias estadounidenses, y pidieron una apelación para enjuiciar a los acusados.
"El gobierno iraquí denunciará a la compañía ante las cortes iraquíes y estadounidenses, y rechaza el fallo emitido por el tribunal estadounidense que absuelve a la compañía del crimen de un número de ciudadanos", señaló el documento citando a Maliki.
El premier llevó a cabo los comentarios durante su visita del lunes a la ciudad meridional de Najaf, ubicada a aproximadamente 160 kilómetros al sur de Bagdad, a donde acudió para tener un diálogo con el líder espiritual chiita, el gran ayatolá Ali al-Sistani.
En septiembre de 2007, los guardias estadounidenses de la compañía Blackwater abrieron fuego contra docenas de vehículos civiles en la concurrida plaza Nissor, provocando la muerte de 17 personas e hiriendo a varios más.
El incidente provocó la ira de los iraquíes, quienes percibieron el incidente como un símbolo de la indiferencia de los extranjeros ante sus vidas, en un momento en el que los guardias que protegían al personal de la embajada estadounidense contaban con inmunidad de enjuiciamiento ante las cortes iraquíes tras la invasión en 2003.
Anteriormente, el Parlamento iraquí y otros altos funcionarios también rechazaron el fallo del juez estadounidense para retirar los cargos contra los guardias estadounidenses, y pidieron una apelación para enjuiciar a los acusados.
