Moscú, 11 de julio, RIA Novosti.
Las declaraciones de Mottaki son la primera reacción del gobierno de Teherán a las declaraciones hechas por el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy en la reciente cumbre del G-8 en la ciudad italiana de L´Aquila.
El pasado miércoles, Sarkozy dijo que el G-8 (Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Francia, Italia, Canadá, Japón y Rusia) dará a Irán de plazo hasta septiembre para que acepte negociaciones sobre su programa nuclear o será sometido a sanciones más serias.
El gobierno de Estados Unidos y otros países consideran que Teherán tiene,encubierto en un programa nuclear civil, y paralelamente desarrolla la fabricación de armas nucleares y en consecuencia, el Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado cinco resoluciones e impuso sanciones contra Irán para que desista de su programa nacional de enriquecimiento de uranio.
Por su parte, el gobierno de Teherán ha descartado categóricamente esta exigencia, argumentando que tiene derecho a enriquecer uranio y desarrollar infraestructura nuclear como país miembro del Tratado de No Proliferación de armas nucleares.
Rusia ha manifestado que Irán tiene derecho a desarrollar programas nucleares con fines pacíficos y que el problema en torno sus actividades en este campo deben resolverse exclusivamente por los medios políticos.
Las declaraciones de Mottaki son la primera reacción del gobierno de Teherán a las declaraciones hechas por el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy en la reciente cumbre del G-8 en la ciudad italiana de L´Aquila.
El pasado miércoles, Sarkozy dijo que el G-8 (Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Francia, Italia, Canadá, Japón y Rusia) dará a Irán de plazo hasta septiembre para que acepte negociaciones sobre su programa nuclear o será sometido a sanciones más serias.
El gobierno de Estados Unidos y otros países consideran que Teherán tiene,encubierto en un programa nuclear civil, y paralelamente desarrolla la fabricación de armas nucleares y en consecuencia, el Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado cinco resoluciones e impuso sanciones contra Irán para que desista de su programa nacional de enriquecimiento de uranio.
Por su parte, el gobierno de Teherán ha descartado categóricamente esta exigencia, argumentando que tiene derecho a enriquecer uranio y desarrollar infraestructura nuclear como país miembro del Tratado de No Proliferación de armas nucleares.
Rusia ha manifestado que Irán tiene derecho a desarrollar programas nucleares con fines pacíficos y que el problema en torno sus actividades en este campo deben resolverse exclusivamente por los medios políticos.