Abu Qatada
Abu Qatada, considerado el "embajador de Bin Laden en Europa", partió de Londres de madrugada, bajo escolta británica y jordana, y llegó a la capital jordana poco antes de las 10H00 (07H00 GMT).
Este predicador, que se había convertido en la pesadilla de las autoridades británicas, que llevaban diez años tratando de expulsarlo, fue presentado ante el fiscal de la Corte de Seguridad del Estado --un tribunal militar situado justo al lado del aeropuerto--, indicó una fuente judicial a la AFP.
La Corte le señaló su inculpación por "complot con miras a cometer actos terroristas" y este islamista de 53 años fue puesto en detención preventiva por 15 días, agregó esta fuente.
"Abu Qatada se declaró no culpable", dijo su abogado, Taysir Diab, precisando que a partir del lunes presentará un recurso para obtener la liberación bajo fianza de su cliente.
El padre de Abu Qatada y sus tres hermanos pudieron abrazarlo en el tribunal, indicó uno de sus hermanos, destacando que lo había encontrado "tranquilo" durante la audiencia.
Su partida supone un alivio para las autoridades británicas que gastaron 1,7 millones de libras (2 millones de euros) durante 10 años de saga judicial y diplomática, que terminó con esta expulsión.
"Estoy completamente satisfecho. Es algo que el gobierno se había comprometido a hacer, y lo hemos hecho", declaró el primer ministro David Cameron a varias cadenas de televisión de su país.
"Como el resto de los británicos, no podía soportar que se hubiera tardado tanto y que haya sido tan difícil expulsar a este hombre que no tiene ningún derecho a estar en nuestro país, que es una amenaza para nuestro país", añadió.
El padre de Abu Qatada, sus hermanos y otros miembros de su familia estaban delante del edificio adonde debía ser escoltado el predicador radical, constató un fotógrafo de la AFP.
El clérigo radical, descrito en su día también como "la mano derecha de Bin Laden" por el juez español Baltasar Garzón, llegó al Reino Unido en 1993 y desde su primera detención en octubre de 2002 ha pasado la mayor parte del tiempo en la cárcel o en arresto domiciliario sin haber sido acusado nunca en ese país.
Omar Mahmud Mohamed Othman, alias Abu Qatada, nació en 1960 cerca de Belén y tiene nacionalidad jordana, ya que Cisjordania estaba bajo control jordano en el momento de su nacimiento.
En Jordania, de donde huyó en 1989, Abu Qatada fue condenado en ausencia a la pena capital en 1999 por complot para preparar atentados. La pena fue conmutada luego a cadena perpetua y trabajos forzosos. En 2000, volvió a ser condenado a 15 años de cárcel por preparación de atentados. Jordania quiere juzgarlo de nuevo.
La justicia británica lo calificó de "amenaza para la seguridad nacional" y en Gran Bretaña Abu Qatada se manifestó mediante virulentas prédicas antioccidentales, antiestadounidenses y antijudías.
El islamista se opuso mucho tiempo a su extradición hacia Jordania, tanto ante la justicia británica como ante la europea, antes de indicar en mayo que aceptaba retornar a Jordania, una vez ratificado el tratado que le garantiza un juicio justo.
Su esposa y sus cinco hijos permanecerán en el Reino Unido.
Mohamad Shalabi, alias Abu Sayyaf, un responsable salafista jordano declaró a la AFP esta semana que esperaba que Abu Qatada fuera rápidamente puesto en libertad. "Estamos convencidos de que no tiene nada que ver con aquello por lo que fue condenado. Deseamos que vuelva a casa sano y salvo. Si Dios lo quiere, será declarado inocente tras un proceso rápido y justo", afirmó.
Este predicador, que se había convertido en la pesadilla de las autoridades británicas, que llevaban diez años tratando de expulsarlo, fue presentado ante el fiscal de la Corte de Seguridad del Estado --un tribunal militar situado justo al lado del aeropuerto--, indicó una fuente judicial a la AFP.
La Corte le señaló su inculpación por "complot con miras a cometer actos terroristas" y este islamista de 53 años fue puesto en detención preventiva por 15 días, agregó esta fuente.
"Abu Qatada se declaró no culpable", dijo su abogado, Taysir Diab, precisando que a partir del lunes presentará un recurso para obtener la liberación bajo fianza de su cliente.
El padre de Abu Qatada y sus tres hermanos pudieron abrazarlo en el tribunal, indicó uno de sus hermanos, destacando que lo había encontrado "tranquilo" durante la audiencia.
Su partida supone un alivio para las autoridades británicas que gastaron 1,7 millones de libras (2 millones de euros) durante 10 años de saga judicial y diplomática, que terminó con esta expulsión.
"Estoy completamente satisfecho. Es algo que el gobierno se había comprometido a hacer, y lo hemos hecho", declaró el primer ministro David Cameron a varias cadenas de televisión de su país.
"Como el resto de los británicos, no podía soportar que se hubiera tardado tanto y que haya sido tan difícil expulsar a este hombre que no tiene ningún derecho a estar en nuestro país, que es una amenaza para nuestro país", añadió.
El padre de Abu Qatada, sus hermanos y otros miembros de su familia estaban delante del edificio adonde debía ser escoltado el predicador radical, constató un fotógrafo de la AFP.
El clérigo radical, descrito en su día también como "la mano derecha de Bin Laden" por el juez español Baltasar Garzón, llegó al Reino Unido en 1993 y desde su primera detención en octubre de 2002 ha pasado la mayor parte del tiempo en la cárcel o en arresto domiciliario sin haber sido acusado nunca en ese país.
Omar Mahmud Mohamed Othman, alias Abu Qatada, nació en 1960 cerca de Belén y tiene nacionalidad jordana, ya que Cisjordania estaba bajo control jordano en el momento de su nacimiento.
En Jordania, de donde huyó en 1989, Abu Qatada fue condenado en ausencia a la pena capital en 1999 por complot para preparar atentados. La pena fue conmutada luego a cadena perpetua y trabajos forzosos. En 2000, volvió a ser condenado a 15 años de cárcel por preparación de atentados. Jordania quiere juzgarlo de nuevo.
La justicia británica lo calificó de "amenaza para la seguridad nacional" y en Gran Bretaña Abu Qatada se manifestó mediante virulentas prédicas antioccidentales, antiestadounidenses y antijudías.
El islamista se opuso mucho tiempo a su extradición hacia Jordania, tanto ante la justicia británica como ante la europea, antes de indicar en mayo que aceptaba retornar a Jordania, una vez ratificado el tratado que le garantiza un juicio justo.
Su esposa y sus cinco hijos permanecerán en el Reino Unido.
Mohamad Shalabi, alias Abu Sayyaf, un responsable salafista jordano declaró a la AFP esta semana que esperaba que Abu Qatada fuera rápidamente puesto en libertad. "Estamos convencidos de que no tiene nada que ver con aquello por lo que fue condenado. Deseamos que vuelva a casa sano y salvo. Si Dios lo quiere, será declarado inocente tras un proceso rápido y justo", afirmó.