Aviones de combate israelíes destruyeron entonces "un reactor nuclear que había sido construido en Siria", informó el Ejército del país, que también publicó videos e imágenes. Según esa información, Siria lo habría construido en secreto con la ayuda de Corea del Norte y faltaba pocas semanas para que estuviera listo para operar.
Siria siempre ha negado, sin embargo, que el edificio ubicado en el desierto en el este del país fuese una instalación nuclear para fabricar plutonio. El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) escribió sin embargo en un informe en 2011 que la instalación destruida era "con alta probabilidad" un reactor nuclear casi terminado.
El ministro de la Inteligencia israelí, Israel Katz, consideró el ataque una "decisión valiente" del Gobierno del entonces primer ministro Ehud Olmert, así como "un mensaje claro: Israel nunca permitirá a países que amenazan su existencia, como Irán, conseguir armas nucleares".
También el jefe del Estado mayor, Gadi Eisenkot, señaló hoy que el mensaje de aquel ataque es que Israel no permitirá a nadie tener la capacidad de amanezar su existencia. "Ese fue nuestro mensaje en 2007, que sigue siendo nuestro mensaje hoy y en un futuro cercano".
El jefe de Gobierno israelí, Benjamin Netanyahu, acusa al país persa de querer fabricar una bomba atómica en secreto pese al acuerdo nuclear firmado con la comunidad internacional en 2015.
El único país de Oriente Medio que posee bombas nucleares es Israel.
En el marco de la operación bautizada como "Outside the Box", cuatro aviones de combate F16 israelíes destruyeron en la noche del 5 al 6 de septiembre de 2007 un reactor de fabricación avanzada en Deir al Zor, según el Ejército. La región está situada a 450 kilómetros al norte de Damasco.
El servicio secreto había recopilado desde finales de 2004 importantes informaciones que desembocaron en el ataque. El Ejército israelí se había preparado entonces "para distintos escenarios y una escalada potencial".
Según el entonces jefe de la inteligencia militar, Amos Jadlin, existía la preocupación de que el presidente sirio Bashar al Assad pudiera reaccionar con una guerra. La operación duró cuatro horas y los aviones atacaron a baja altura durante la noche para no ser descubiertos.
Arye Shalicar, asesor del ministro Katz, aseguró que Israel destruyó entonces un reactor muy peligroso. "No podemos imaginarnos dónde nos encontraríamos hoy si los fundamentalistas chiitas o sunitas hubieran conseguido armas nucleares en Siria".
No está claro por qué la información se desclasificó ahora. El ataque israelí se daba por hecho, pero nunca había sido confirmado de forma oficial y el país mantenía un velo de secretismo sobre el mismo.
El periodista israelí y conocedor de los servicios secretos Ronen Bergman insistió en que la revelación en estos momentos supone un fuerte mensaje de advertencia a Irán y sus aliados. "Si se deja solo a Israel, el país reacciona de forma extrema". Israel intentó en 2007 convencer a Estados Unidos de que realizara el ataque.
Siria siempre ha negado, sin embargo, que el edificio ubicado en el desierto en el este del país fuese una instalación nuclear para fabricar plutonio. El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) escribió sin embargo en un informe en 2011 que la instalación destruida era "con alta probabilidad" un reactor nuclear casi terminado.
El ministro de la Inteligencia israelí, Israel Katz, consideró el ataque una "decisión valiente" del Gobierno del entonces primer ministro Ehud Olmert, así como "un mensaje claro: Israel nunca permitirá a países que amenazan su existencia, como Irán, conseguir armas nucleares".
También el jefe del Estado mayor, Gadi Eisenkot, señaló hoy que el mensaje de aquel ataque es que Israel no permitirá a nadie tener la capacidad de amanezar su existencia. "Ese fue nuestro mensaje en 2007, que sigue siendo nuestro mensaje hoy y en un futuro cercano".
El jefe de Gobierno israelí, Benjamin Netanyahu, acusa al país persa de querer fabricar una bomba atómica en secreto pese al acuerdo nuclear firmado con la comunidad internacional en 2015.
El único país de Oriente Medio que posee bombas nucleares es Israel.
En el marco de la operación bautizada como "Outside the Box", cuatro aviones de combate F16 israelíes destruyeron en la noche del 5 al 6 de septiembre de 2007 un reactor de fabricación avanzada en Deir al Zor, según el Ejército. La región está situada a 450 kilómetros al norte de Damasco.
El servicio secreto había recopilado desde finales de 2004 importantes informaciones que desembocaron en el ataque. El Ejército israelí se había preparado entonces "para distintos escenarios y una escalada potencial".
Según el entonces jefe de la inteligencia militar, Amos Jadlin, existía la preocupación de que el presidente sirio Bashar al Assad pudiera reaccionar con una guerra. La operación duró cuatro horas y los aviones atacaron a baja altura durante la noche para no ser descubiertos.
Arye Shalicar, asesor del ministro Katz, aseguró que Israel destruyó entonces un reactor muy peligroso. "No podemos imaginarnos dónde nos encontraríamos hoy si los fundamentalistas chiitas o sunitas hubieran conseguido armas nucleares en Siria".
No está claro por qué la información se desclasificó ahora. El ataque israelí se daba por hecho, pero nunca había sido confirmado de forma oficial y el país mantenía un velo de secretismo sobre el mismo.
El periodista israelí y conocedor de los servicios secretos Ronen Bergman insistió en que la revelación en estos momentos supone un fuerte mensaje de advertencia a Irán y sus aliados. "Si se deja solo a Israel, el país reacciona de forma extrema". Israel intentó en 2007 convencer a Estados Unidos de que realizara el ataque.