Los archivos nacionales israelíes publicaron miles de documentos, grabaciones y testimonios de la guerra israeloárabe del 5 al 10 de junio de 1967, así como de las semanas precedentes y los días siguientes.
Al finalizar el conflicto, que enfrentó a Israel con Egipto, Jordania y Siria, el Estado Hebreo ocupó Cisjordania, la franja de Gaza, el este de Jerusalén, la meseta siria de Golán y la península egipcia del Sinaí.
La publicación de las actas del "gabinete de seguridad" israelí permite acceder a información inédita sobre esta guerra, que ya es objeto de muchas búsquedas y obras históricas.
El 15 de junio de 1967, cinco días después del final de la guerra, los ministros del gabinete de seguridad debatieron sobre las diferentes opciones para los territorios ocupados.
El ministro de Asuntos Exteriores de la época, Abba Eban, advirtió sobre el "polvorín" y señaló los riesgos de la ocupación israelí de Cisjordania y de la franja de Gaza, manifestando los términos de una polémica que divide todavía hoy a la sociedad israelí.
"Aquí tenemos la presencia de dos poblaciones, una de ellas se beneficia de todos los derechos civiles y a la otra se le niegan estos derechos", estimó Eban en un fragmento publicado por los medios de comunicación israelíes.
"Es un cuadro con dos clases de ciudadanos que es difícil de defender, incluso en el contexto de la historia judía. El mundo tomará partido por el movimiento de liberación de este millón y medio" de palestinos, añadió.
La posibilidad de transferir a los palestinos a otro país fue valorado durante la reunión del gabinete de seguridad. El primer ministro Lévy Eshkol dijo: "si dependiera de nosotros, enviaríamos a todos los árabes a Brasil".
A lo que el ministro de Justicia, Yaacov Shimshon Shapira, objetó: "Ellos son los habitantes de esta tierra y ahora vosotros la controláis. No existe ninguna razón para expulsar a los árabes y transferirlos a Irak".
Y Lévi Eshkol replicó: "No sería un gran desastre (...) Nosotros no nos hemos infiltrado aquí, hemos dicho que el territorio de Israel es nuestro por derecho".
Estos documentos permiten también seguir la evolución moral del gobierno durante la guerra, del temor por su estallido, a la euforia tras la destrucción de la aviación egipcia y las victorias israelíes en los frentes jordano y sirio.
Al finalizar el conflicto, que enfrentó a Israel con Egipto, Jordania y Siria, el Estado Hebreo ocupó Cisjordania, la franja de Gaza, el este de Jerusalén, la meseta siria de Golán y la península egipcia del Sinaí.
La publicación de las actas del "gabinete de seguridad" israelí permite acceder a información inédita sobre esta guerra, que ya es objeto de muchas búsquedas y obras históricas.
El 15 de junio de 1967, cinco días después del final de la guerra, los ministros del gabinete de seguridad debatieron sobre las diferentes opciones para los territorios ocupados.
El ministro de Asuntos Exteriores de la época, Abba Eban, advirtió sobre el "polvorín" y señaló los riesgos de la ocupación israelí de Cisjordania y de la franja de Gaza, manifestando los términos de una polémica que divide todavía hoy a la sociedad israelí.
"Aquí tenemos la presencia de dos poblaciones, una de ellas se beneficia de todos los derechos civiles y a la otra se le niegan estos derechos", estimó Eban en un fragmento publicado por los medios de comunicación israelíes.
"Es un cuadro con dos clases de ciudadanos que es difícil de defender, incluso en el contexto de la historia judía. El mundo tomará partido por el movimiento de liberación de este millón y medio" de palestinos, añadió.
La posibilidad de transferir a los palestinos a otro país fue valorado durante la reunión del gabinete de seguridad. El primer ministro Lévy Eshkol dijo: "si dependiera de nosotros, enviaríamos a todos los árabes a Brasil".
A lo que el ministro de Justicia, Yaacov Shimshon Shapira, objetó: "Ellos son los habitantes de esta tierra y ahora vosotros la controláis. No existe ninguna razón para expulsar a los árabes y transferirlos a Irak".
Y Lévi Eshkol replicó: "No sería un gran desastre (...) Nosotros no nos hemos infiltrado aquí, hemos dicho que el territorio de Israel es nuestro por derecho".
Estos documentos permiten también seguir la evolución moral del gobierno durante la guerra, del temor por su estallido, a la euforia tras la destrucción de la aviación egipcia y las victorias israelíes en los frentes jordano y sirio.