Esta disminución, que reduce dos horas el tiempo que los gazatíes tendrán electricidad al día, suscita el temor a una escalada de tensión y un posible hundimiento de los servicios vitales en un territorio que vivió desde 2007 tres guerras con Israel y casi una guerra civil entre movimientos palestinos.
"El suministro se reducirá en dos de cada diez líneas cada día hasta que esta disminución se aplique al conjunto de las diez líneas", detalló la compañía eléctrica israelí en un comunicado.
Israel "redujo el lunes por la mañana en ocho megavatios el suministro de las líneas eléctricas" hacia el territorio costero superpoblado y asolado por las guerras y la pobreza, señaló en otro comunicado la Autoridad de la energía, controlada por el Hamas islamista, en el poder en la Franja de Gaza.
En tiempos normales, Israel suministra 120 megavatios a Gaza, es decir una cuarta parte de las necesidades del enclave, estimadas en entre 450 y 500 MW. La factura, pagada por la Autoridad Palestina expulsada del poder en Gaza por Hamas, asciende cada mes a 11,3 millones de euros.
Desde que la única central eléctrica de la Franja de Gaza está inactiva por falta de combustible, estos 120 MW representan el 80% de la electricidad disponible en la Franja de Gaza.
La reducción iniciada el lunes es "peligrosa" en un territorio con una "escasez crónica de energía", estimó la Autoridad energética, que responsabilizó a Israel y "a las partes implicadas en la toma de esta decisión".
El gobierno israelí anunció la semana pasada que había decidido reducir el suministro, argumentando que la Autoridad Palestina del presidente Mahmud Abas se negaba ahora a pagar la factura de electricidad de Gaza. La misma, por su parte, acusa a Hamas de no asumir el abastecimiento energético del territorio que controla en solitario.
La ONU y numerosas organizaciones humanitarias alertaron de un "hundimiento total" de los servicios vitales para la población, especialmente en el sector de la sanidad.
En un contexto de crisis humanitaria y económica permanentes, el suministro eléctrico es una preocupación primordial en este enclave a las puertas del desierto, más aún en verano y en pleno Ramadán (mes de ayuno sagrado musulmán).
El tema de la electricidad ya provocó en enero manifestaciones de protesta, poco habituales en la Franja de Gaza, que enseguida fueron reprimidas por las fuerzas de seguridad de Hamas.
"El suministro se reducirá en dos de cada diez líneas cada día hasta que esta disminución se aplique al conjunto de las diez líneas", detalló la compañía eléctrica israelí en un comunicado.
Israel "redujo el lunes por la mañana en ocho megavatios el suministro de las líneas eléctricas" hacia el territorio costero superpoblado y asolado por las guerras y la pobreza, señaló en otro comunicado la Autoridad de la energía, controlada por el Hamas islamista, en el poder en la Franja de Gaza.
En tiempos normales, Israel suministra 120 megavatios a Gaza, es decir una cuarta parte de las necesidades del enclave, estimadas en entre 450 y 500 MW. La factura, pagada por la Autoridad Palestina expulsada del poder en Gaza por Hamas, asciende cada mes a 11,3 millones de euros.
Desde que la única central eléctrica de la Franja de Gaza está inactiva por falta de combustible, estos 120 MW representan el 80% de la electricidad disponible en la Franja de Gaza.
La reducción iniciada el lunes es "peligrosa" en un territorio con una "escasez crónica de energía", estimó la Autoridad energética, que responsabilizó a Israel y "a las partes implicadas en la toma de esta decisión".
El gobierno israelí anunció la semana pasada que había decidido reducir el suministro, argumentando que la Autoridad Palestina del presidente Mahmud Abas se negaba ahora a pagar la factura de electricidad de Gaza. La misma, por su parte, acusa a Hamas de no asumir el abastecimiento energético del territorio que controla en solitario.
La ONU y numerosas organizaciones humanitarias alertaron de un "hundimiento total" de los servicios vitales para la población, especialmente en el sector de la sanidad.
En un contexto de crisis humanitaria y económica permanentes, el suministro eléctrico es una preocupación primordial en este enclave a las puertas del desierto, más aún en verano y en pleno Ramadán (mes de ayuno sagrado musulmán).
El tema de la electricidad ya provocó en enero manifestaciones de protesta, poco habituales en la Franja de Gaza, que enseguida fueron reprimidas por las fuerzas de seguridad de Hamas.