Un primer contingente de unos 750 clandestinos, en su mayoría sudaneses o eritreos, ya fue liberado el martes. Un total de 1.178 personas deben ser puestas en libertad entre el martes y este miércoles, tras una decisión de la Corte suprema del país.
En virtud de un decreto del 11 de agosto de la Corte Suprema, Israel fue obligado a liberar en un plazo de dos semanas a clandestinos detenidos desde hace más de un año en el centro. La Corte invalidó además una disposición que permite retener sin juicio, hasta 20 meses, a clandestinos.
Esta decisión judicial es contraria a la política gubernamental, que intenta contener la llegada de los migrantes.
Tras las salidas del martes y el miércoles aún permanecían 550 personas en el centro de retención de Holot, según fuentes penitenciarias.
Según los medios israelíes, las autoridades prohibieron a los clandestinos liberados dirigirse a las ciudades de Tel Aviv (oeste) y Eilat (sur) --que albergan ya a numerosos clandestinos africanos-- para impedir una concentración de migrantes elevada y posibles tensiones con la población.
Según la ONU, Israel alberga a 53.000 refugiados y solicitantes de asilo. La mayoría de ellos ingresó ilegalmente por el Sinaí egipcio. Según fuentes israelíes, el país alberga a 45.000 personas entradas ilegalmente, en su mayoría de Eritrea y Sudán.
Israel concede el estatuto de refugiado con cuentagotas, dejando a la inmensa mayoría de solicitantes al margen de la sociedad.
Esta inmigración a Israel data de hace muchos años. A diferencia de Europa, y debido a su situación geopolítica, Israel no está sin embargo confrontado a nuevos flujos migratorios procedentes de Libia o Siria, pese a ser países cercanos, explica a la AFP Sabin Hadad, portavoz del ministerio del Interior.
En virtud de un decreto del 11 de agosto de la Corte Suprema, Israel fue obligado a liberar en un plazo de dos semanas a clandestinos detenidos desde hace más de un año en el centro. La Corte invalidó además una disposición que permite retener sin juicio, hasta 20 meses, a clandestinos.
Esta decisión judicial es contraria a la política gubernamental, que intenta contener la llegada de los migrantes.
Tras las salidas del martes y el miércoles aún permanecían 550 personas en el centro de retención de Holot, según fuentes penitenciarias.
Según los medios israelíes, las autoridades prohibieron a los clandestinos liberados dirigirse a las ciudades de Tel Aviv (oeste) y Eilat (sur) --que albergan ya a numerosos clandestinos africanos-- para impedir una concentración de migrantes elevada y posibles tensiones con la población.
Según la ONU, Israel alberga a 53.000 refugiados y solicitantes de asilo. La mayoría de ellos ingresó ilegalmente por el Sinaí egipcio. Según fuentes israelíes, el país alberga a 45.000 personas entradas ilegalmente, en su mayoría de Eritrea y Sudán.
Israel concede el estatuto de refugiado con cuentagotas, dejando a la inmensa mayoría de solicitantes al margen de la sociedad.
Esta inmigración a Israel data de hace muchos años. A diferencia de Europa, y debido a su situación geopolítica, Israel no está sin embargo confrontado a nuevos flujos migratorios procedentes de Libia o Siria, pese a ser países cercanos, explica a la AFP Sabin Hadad, portavoz del ministerio del Interior.