"El jefe del Estado Mayor del ejército israelí (Gaby Ashkenazi) ordenó que se elabore una doctrina clara y que se den órdenes sobre el tema de las distintas municiones que contengan fósforo", precisa este informe de 37 páginas transmitido por el ministerio de Relaciones Exteriores israelí a la oficina de Ban Ki-moon.
"Estas instrucciones se aplican actualmente", asegura el documento, que afirma que el ejército introdujo cambios en su doctrina de combate "para reducir el número de víctimas civiles y los daños causados a las propiedades privadas en el futuro".
"El ejército israelí adoptó nuevos procedimientos destinados a reforzar la protección de los civiles en combates en las zonas urbanas", añade el informe, que añade que se incluirá un "oficial encargado de asuntos humanitarios" en cada unidad de combate, empezando por el batallón.
Israel fue blanco de críticas por la cantidad de civiles muertos y el uso de municiones de fósforo durante la operación Plomo Endurecido, lanzada a finales de 2008 en la franja de Gaza en respuesta a los disparos de cohetes de los islamistas de Hamas, que controlan ese territorio, hacia el sur de Israel.
Según los servicios de salud palestinos y las ONG defensoras de los derechos humanos, en la operación murieron 1.400 palestinos y 13 israelíes.
Israel alega en su defensa que hizo cuanto pudo por evitar "daños colaterales" entre los civiles.
"Estas instrucciones se aplican actualmente", asegura el documento, que afirma que el ejército introdujo cambios en su doctrina de combate "para reducir el número de víctimas civiles y los daños causados a las propiedades privadas en el futuro".
"El ejército israelí adoptó nuevos procedimientos destinados a reforzar la protección de los civiles en combates en las zonas urbanas", añade el informe, que añade que se incluirá un "oficial encargado de asuntos humanitarios" en cada unidad de combate, empezando por el batallón.
Israel fue blanco de críticas por la cantidad de civiles muertos y el uso de municiones de fósforo durante la operación Plomo Endurecido, lanzada a finales de 2008 en la franja de Gaza en respuesta a los disparos de cohetes de los islamistas de Hamas, que controlan ese territorio, hacia el sur de Israel.
Según los servicios de salud palestinos y las ONG defensoras de los derechos humanos, en la operación murieron 1.400 palestinos y 13 israelíes.
Israel alega en su defensa que hizo cuanto pudo por evitar "daños colaterales" entre los civiles.