Manifestantes en Tel Aviv.
Los organizadores de las protestas se congratularon de haber superado la cifra de 200.000 que esperaban reunir para obligar al gobierno conservador israelí a ceder a sus reivindicaciones de "justicia social".
El portavoz de la policía, Micky Rosenfeld, estimó en "más de 200.000 el número de manifestantes en Tel Aviv y en 30.000 los congregados en Jerusalén", mientras seguían afluyendo personas al lugar de las protestas.
En una manifestación precedente, celebrada la semana pasada, más de 100.000 personas habían desfilado en Tel Aviv y en varias ciudades israelíes.
Armados con banderas israelíes y algunas banderas rojas, los manifestantes de Tel Aviv coreaban: "el pueblo exige justicia social", "el pueblo contra el gobierno".
Llevaban pancartas pidiendo "solidaridad" y un gran cartel con la inscripción "esto es Egipto", en referencia al movimiento popular que logró derrocar al presidente Hosni Mubarak.
El movimiento de protesta israelí, iniciado a mediados de julio contra el alza desenfrenada de los precios de la vivienda, moviliza principalmente a las clases medias.
Entre sus demandas figura la construcción masiva de viviendas de alquiler a bajo precio, el alza del salario mínimo, la imposición a los apartamentos desocupados y la escuela gratuita para todas las edades.
El portavoz de la policía, Micky Rosenfeld, estimó en "más de 200.000 el número de manifestantes en Tel Aviv y en 30.000 los congregados en Jerusalén", mientras seguían afluyendo personas al lugar de las protestas.
En una manifestación precedente, celebrada la semana pasada, más de 100.000 personas habían desfilado en Tel Aviv y en varias ciudades israelíes.
Armados con banderas israelíes y algunas banderas rojas, los manifestantes de Tel Aviv coreaban: "el pueblo exige justicia social", "el pueblo contra el gobierno".
Llevaban pancartas pidiendo "solidaridad" y un gran cartel con la inscripción "esto es Egipto", en referencia al movimiento popular que logró derrocar al presidente Hosni Mubarak.
El movimiento de protesta israelí, iniciado a mediados de julio contra el alza desenfrenada de los precios de la vivienda, moviliza principalmente a las clases medias.
Entre sus demandas figura la construcción masiva de viviendas de alquiler a bajo precio, el alza del salario mínimo, la imposición a los apartamentos desocupados y la escuela gratuita para todas las edades.