Palestinos llevan en brazos los cadáveres de los niños durante el funeral del líder de Hamás Nizar Rayan, asesinado junto con su familia por el Ejército israelí. - MOHAMMED SABER/EFE
En la séptima jornada de bombardeos israelíes sobre la franja de Gaza, la Aviación realizó más de una treintena de salidas que se saldaron con la muerte de ocho palestinos, de los que al menos seis eran civiles.
El número de víctimas mortales palestinas desde que comenzó la operación, el 27 de diciembre, asciende a 430 y la proporción de civiles muertos ha aumentado día a día, hasta ser mayoría.
Los bombardeos se dirigieron en gran parte hacia las viviendas de milicianos y simpatizantes de Hamas que estaban vacías porque la mayoría de ellos y sus familias han abandonado sus hogares por precaución. Las bombas únicamente consiguieron destruir las casas sin causar bajas.
En el asesinato de Rayan murieron 11 de sus 12 hijos y sus cuatro esposas
Fuentes hospitalarias informaron de la muerte de tres niños de la misma familia en la localidad de Al-Qarara, en el sur de la franja, que fueron identificados como Muhammad Al-Astal, de 10 años, su hermano Abed, de 11 años, y el primo de ambos Abd al-Satar, también de 11.
En el barrio de Shuyayiya, en Gaza, una bomba disparada por un caza mató a Hamad Masbah, de 15 años. Como resultado de las heridas que sufrió el jueves, falleció en la ciudad de Gaza una niña de 6 años de nombre Cristine. Los hospitales informaron de la muerte de otros tres civiles, incluidos dos niños.
Los cazas atacan las viviendas de los militantes de base de Hamás
En el noreste de la franja la aviación lanzó millares de panfletos en los que se había escrito un número de teléfono israelí para que cualquier palestino llamara indicando los escondites de los milicianos. Los residentes que salieron a la calle no recogieron los panfletos, sino que los pisaron de manera deliberada y ostentosa.
En Gaza ayer se celebraron los funerales de las víctimas que murieron el jueves cuando los cazas destruyeron la vivienda del jeque Nizar Rayan, un líder intermedio de Hamas. Al terminar el desescombro, se recuperaron veintiún cadáveres, casi todos civiles.
En el ataque murieron las cuatro esposas de Rayan, así como once de sus doce hijos, de entre uno y 16 años, de manera que prácticamente toda su familia ha desaparecido de la faz de la tierra.
Los auténticos líderes de Hamas, especialmente Mahmud al-Zahhar y el primer ministro Ismail Hanniya, se encuentran desde hace meses bien ocultos y lejos del alcance de las bombas.
Evacuación de extranjeros
Varios centenares de extranjeros abandonaron Gaza. En su mayor parte eran mujeres de países europeos casadas con palestinos, que se repatriaron con sus hijos a la espera de que las condiciones mejoren.Entre las casas destruidas figuran la de Muhammad Matuq, un miliciano de Hamás que vive en el campo de refugiados de Yabaliya, y la de Imad Akel, otro miliciano. Los cazas también destruyeron la vivienda del ministro de Refugiados de Hamás, Atef Adwan, que está en paradero desconocido.
Las bombas redujeron a escombros una mezquita en el área de Yabaliya, donde según Israel Hamás almacenaba cohetes y armas. Ésta es la tercera mezquita destruida desde que comenzó la operación.
Los cazas volvieron a bombardear túneles que los palestinos utilizan para realizar contrabando con Egipto en la zona de Rafah.
Entretanto, unos 2.000 palestinos se manifestaban en Ramala (Cisjordania) para protestar en un "Día de la Ira" convocado por Hamás.
Hasta la noche, las milicias dispararon unos 35 cohetes contra Israel. La ciudad de Sderot se llevó la peor parte en cuanto al número de cohetes, pero fue en Ashkelón donde sendos cohetes cayeron sobre dos viviendas privadas y otro impactó en un vehículo, causando cinco heridos leves.
La amenaza de una invasión sigue presente porque las tropas están preparadas para ello cerca de la frontera de Gaza, pero la decisión política todavía no se ha tomado y son los mismos jefes militares quienes ponen más pegas ante el temor de que una ofensiva terrestre cause numerosas bajas entre los soldados.
Si Israel no entra físicamente a fondo en Gaza no podrá desarticular el sistema que Hamás ha activado, y esta posibilidad parece descartada por los israelíes, quienes de momento no consideran una invasión general de la franja.
En la escena diplomática, la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, mantuvo conversaciones telefónicas con responsables egipcios.
Fuentes israelíes dicen que se pretende un "acuerdo de alto el fuego nuevo y diferente" con respecto a la que existió hasta el 19 de diciembre, y que duró nominalmente seis meses aunque Israel lo violó el 4 de noviembre.
Llamamientos y protestas
Entre los numerosos llamamientos en todo el mundo pidiendo un alto el fuego, destacó el realizado conjuntamente por organizaciones israelíes y palestinas, con la ONG española Asamblea de Cooperación Por la Paz (ACPP).Las Mujeres de Negro convocaron una concentración de protesta en la Puerta del Sol de Madrid, mañana domingo a las 18.00 horas.