El martes, el Gobierno de coalición formado por el populista Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la ultraderechista Liga ya había obtenido la moción de confianza por parte del Senado.
El Gobierno había asumido el viernes, tras meses de estancamiento político que siguieron a las elecciones celebradas el 4 de marzo, que no dieron una mayoría absoluta a ninguno de los partidos o alianzas participantes.
En un discurso ante la Cámara de Diputados, Conte afirmó que trabajará por un "crecimiento económico y social", al tiempo que buscará "la disminución gradual de la deuda" del país, en respuesta a la incertidumbre inicial de los inversores por el programa económico del nuevo Gobierno.
Horas antes de la votación en Diputados, Conte prometió que hará valer la posición de Italia en el debut internacional del primer ministro en la próxima cumbre del G7 en Canadá el viernes y sábado, donde espera reunirse con los líderes del bloque.
"La primera posición de Italia será hacerse conocida, y la segunda hacerse respetar", dijo Conte en declaraciones reproducidas por medios italianos.
Las principales prioridades del Gobierno incluyen poner fin a la inmigración ilegal, reformular las relaciones con sus socios europeos y fortalecer sus vínculos con Rusia.
El gabinete de 18 miembros del nuevo Gobierno es una mezcla de políticos partidarios y tecnócratas, cinco de los cuales son mujeres.
El líder de la xenófoba Liga, Matteo Salvini, es el ministro del Interior, algo que le confiere amplia competencia en materia de política migratoria. Y el jefe del Movimiento Cinco Estrellas, Luigi Di Maio, juró como ministro de Trabajo.
Actualmente hay alta expectativa respecto del camino que seguirá este Gobierno euroescéptico con sus aliados internacionales y si será capaz de cumplir las costosas promesas de campaña en el país altamente endeudado.
La oposición italiana criticó además hoy a Conte por no haber tomado aún posición respecto a la política proteccionista de Estados Unidos.
El Gobierno había asumido el viernes, tras meses de estancamiento político que siguieron a las elecciones celebradas el 4 de marzo, que no dieron una mayoría absoluta a ninguno de los partidos o alianzas participantes.
En un discurso ante la Cámara de Diputados, Conte afirmó que trabajará por un "crecimiento económico y social", al tiempo que buscará "la disminución gradual de la deuda" del país, en respuesta a la incertidumbre inicial de los inversores por el programa económico del nuevo Gobierno.
Horas antes de la votación en Diputados, Conte prometió que hará valer la posición de Italia en el debut internacional del primer ministro en la próxima cumbre del G7 en Canadá el viernes y sábado, donde espera reunirse con los líderes del bloque.
"La primera posición de Italia será hacerse conocida, y la segunda hacerse respetar", dijo Conte en declaraciones reproducidas por medios italianos.
Las principales prioridades del Gobierno incluyen poner fin a la inmigración ilegal, reformular las relaciones con sus socios europeos y fortalecer sus vínculos con Rusia.
El gabinete de 18 miembros del nuevo Gobierno es una mezcla de políticos partidarios y tecnócratas, cinco de los cuales son mujeres.
El líder de la xenófoba Liga, Matteo Salvini, es el ministro del Interior, algo que le confiere amplia competencia en materia de política migratoria. Y el jefe del Movimiento Cinco Estrellas, Luigi Di Maio, juró como ministro de Trabajo.
Actualmente hay alta expectativa respecto del camino que seguirá este Gobierno euroescéptico con sus aliados internacionales y si será capaz de cumplir las costosas promesas de campaña en el país altamente endeudado.
La oposición italiana criticó además hoy a Conte por no haber tomado aún posición respecto a la política proteccionista de Estados Unidos.