"En manos equivocadas, la novedad de hoy puede suponer mañana un devastador salto a lo desconocido", estimó el viernes el obispo Domenico Mogavero, presidente de la Comisión para los Asuntos Jurídicos de la Conferencia Episcopal italiana, en una entrevista al diario la Stampa.
"El hombre viene de Dios pero no es Dios: es humano y tiene la posibilidad de dar la vida procreando y no construyéndola artificialmente", añadió.
La creación de la primera célula viva dotada de un genoma sintético fue anunciada el jueves. Este experimento abre el camino a la fabricación de organismos artificiales, según los autores de la investigación realizada en Estados Unidos.
"Es la naturaleza humana que da su dignidad al genoma humano, no lo contrario. La pesadilla contra la que hay que luchar es la manipulación de la vida, la eugenesia", estimó Mogavero.
Para el teólogo Bruno Forte, arzobispo de Chieti-Vasto, en el centro de Italia, "la preocupación se puede resumir en una pregunta: ¿es lo científicamente posible también justo desde un punto de vista ético?"
La respuesta se encuentra "en un parámetro que nos une a todos, no sólo a los cristianos: la dignidad de la persona humana", declaró Forte al diario Corriere della Sera.
El arzobispo subrayó sin embargo su "admiración por las capacidades de la inteligencia humana que se manifiestan de forma regular y elevada".
Por su parte, el padre Federico Lombardi, portavoz del Vaticano, se mostró prudente al afirmar el jueves por la noche a la prensa local que había que "esperar a tener más información" sobre el descubriento.
"El hombre viene de Dios pero no es Dios: es humano y tiene la posibilidad de dar la vida procreando y no construyéndola artificialmente", añadió.
La creación de la primera célula viva dotada de un genoma sintético fue anunciada el jueves. Este experimento abre el camino a la fabricación de organismos artificiales, según los autores de la investigación realizada en Estados Unidos.
"Es la naturaleza humana que da su dignidad al genoma humano, no lo contrario. La pesadilla contra la que hay que luchar es la manipulación de la vida, la eugenesia", estimó Mogavero.
Para el teólogo Bruno Forte, arzobispo de Chieti-Vasto, en el centro de Italia, "la preocupación se puede resumir en una pregunta: ¿es lo científicamente posible también justo desde un punto de vista ético?"
La respuesta se encuentra "en un parámetro que nos une a todos, no sólo a los cristianos: la dignidad de la persona humana", declaró Forte al diario Corriere della Sera.
El arzobispo subrayó sin embargo su "admiración por las capacidades de la inteligencia humana que se manifiestan de forma regular y elevada".
Por su parte, el padre Federico Lombardi, portavoz del Vaticano, se mostró prudente al afirmar el jueves por la noche a la prensa local que había que "esperar a tener más información" sobre el descubriento.