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Política
Cuando asumió como presidente era considerado uno de los políticos más populares pero también más controvertidos del país. Sin embargo, los múltiples escándalos y problemas judiciales protagonizados por Zuma -incluyendo lavado de dinero, evasión de impuestos, corrupción o fraude- no impidieron que una enorme mayoría de los votantes le diera su apoyo en las urnas y ratificara la confianza en el partido fundado por Nelson Mandela.
Lo cierto es que el jefe del partido Congreso Nacional Africano (CNA) polarizó como ningún otro. Y como estratega de la supervivencia superó crisis y escándalos que le habrían costado la carrera a cualquier otra persona.
Al igual que el difunto presidente sudafricano y líder de la lucha anti-apartheid Mandela, Zuma estuvo durante años detenido en la isla de Robben Island hasta que, desde el exilio, movió los hilos del brazo armado clandestino del CNA. Sus experiencias le sirvieron más tarde en la política, como cuando tuvo que sortear obstáculos para llegar al poder o congelar a opositores y competidores internos.
Si bien tuvo una formación escolar no del todo completa debido a la temprana muerte de su padre, Zuma, considerado una persona de espíritu jovial y patriarcal, ocupó los más altos cargos.
El político nunca ocultó su vinculación con las ricas raíces del pueblo zulú. Zuma se enorgullece de lo que otros políticos disimulan con vergüenza: su poligamia -tiene varios hijos con diferentes mujeres-, su origen rural -hasta su juventud pastoreó cabras- e incluso su deficiente formación académica.
Después de seis años como vicepresidente fue despedido por el entonces presidente Thabo Mbeki por un escándalo de corrupción en 2005. Llegó a la presidencia en 2009 y se apoyó durante mucho tiempo en sindicatos, la juventud del CNA y la Liga de Mujeres, pero también en las personas comunes que esperaban salir de la pobreza gracias a él. Muchos se alejaron desilusionados después de que las acusaciones de corrupción en su contra sonaran cada vez más fuerte.
Entre otras cosas se le acusa de haberle dado influencia política a una familia de poderosos industriales de origen indio. La familia, que cuenta con numerosas empresas, tiene también contratos con el Estado. Originario de la provincia de KwaZulu- Natal, el nombre clánico de este hijo de trabajadores es "Msholozi".
