"Vamos a lanzar una iniciativa de apoyo a los esfuerzos de los países en desarrollo para que elaboren sus estrategias nacionales y las pongan en marcha", dijo el primer ministro japonés, Naoto Kan, en la apertura de la sesión ministerial de la 10ª Conferencia del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) que se celebra en Nagoya.
"Vamos a proporcionar una ayuda de 2.000 millones de dólares en tres años a partir de 2010", añadió.
La cuestión de la ayuda financiera a los países en desarrollo es uno de los puntos clave de la negociación que concluirá el viernes.
Los otros dos temas cruciales son: la fijación de objetivos globales para 2020 (porcentaje de áreas protegidas en la tierra y el mar, por ejemplo) y el logro de un acuerdo sobre las condiciones de acceso de las industrias del Norte a los recursos genéticos de los países del Sur.
Los representantes de 193 países están reunidos desde el 18 de octubre en Nagoya para tratar de llegar a un acuerdo sobre estos tres puntos el viernes.
Un amplio estudio sobre los vertebrados (mamíferos, aves, anfibios, reptiles y peces) presentado el miércoles en Nagoya muestra que si una quinta parte de las especies están amenazadas, los investigadores disponen ahora de "pruebas indiscutibles" de los efectos positivos que han dejado los esfuerzos de conservación.
Los científicos identificaron 64 mamíferos, aves y anfibios, cuyo estado de conservación mejoró gracias a las medidas adoptadas para salvaguardarlos.
Si bien los delegados presentes en Nagoya dijeron ser conscientes de esto, las negociaciones se encuentran bloqueadas por las habituales disputas entre países ricos y pobres que ya han frustrado en parte las discusiones en la ONU sobre la lucha contra el cambio climático.
En ese sentido, el anuncio de Japón calmó los ánimos, incluso si hay muy pocos detalles de adónde irá el dinero y en cuánto consistirá la ayuda directa y en cuánto los préstamos.
Brasil, que se ha convertido en el portavoz de los países en desarrollo, saludó de inmediato la oferta de Japón.
"Es una buena noticia", dijo a la AFP la ministra brasileña de Medio Ambiente, Izabella Teixeira.
"Para nosotros, en Brasil, es muy importante destacar que nuevos fondos, dinero adicional, son absolutamente importantes para la nueva fase (de las negociaciones)", agregó.
Teixeira había afirmado el martes que las negociaciones internacionales sobre la biodiversidad en Nagoya deben dar lugar imperativamente a un acuerdo para "frenar la biopiratería".
De su lado, la ONG ecologista Greenpeace, que forma parte de la sociedad civil presente en las discusiones, señaló que la oferta de Japón impulsa las oportunidades de que se alcance un acuerdo en Nagoya.
"Es un gran inicio que Japón dé cifras concretas para proteger la vida en la Tierra", afirmó a la AFP un responsable de Greenpeace, Wakao Hanaoka.
"Vamos a proporcionar una ayuda de 2.000 millones de dólares en tres años a partir de 2010", añadió.
La cuestión de la ayuda financiera a los países en desarrollo es uno de los puntos clave de la negociación que concluirá el viernes.
Los otros dos temas cruciales son: la fijación de objetivos globales para 2020 (porcentaje de áreas protegidas en la tierra y el mar, por ejemplo) y el logro de un acuerdo sobre las condiciones de acceso de las industrias del Norte a los recursos genéticos de los países del Sur.
Los representantes de 193 países están reunidos desde el 18 de octubre en Nagoya para tratar de llegar a un acuerdo sobre estos tres puntos el viernes.
Un amplio estudio sobre los vertebrados (mamíferos, aves, anfibios, reptiles y peces) presentado el miércoles en Nagoya muestra que si una quinta parte de las especies están amenazadas, los investigadores disponen ahora de "pruebas indiscutibles" de los efectos positivos que han dejado los esfuerzos de conservación.
Los científicos identificaron 64 mamíferos, aves y anfibios, cuyo estado de conservación mejoró gracias a las medidas adoptadas para salvaguardarlos.
Si bien los delegados presentes en Nagoya dijeron ser conscientes de esto, las negociaciones se encuentran bloqueadas por las habituales disputas entre países ricos y pobres que ya han frustrado en parte las discusiones en la ONU sobre la lucha contra el cambio climático.
En ese sentido, el anuncio de Japón calmó los ánimos, incluso si hay muy pocos detalles de adónde irá el dinero y en cuánto consistirá la ayuda directa y en cuánto los préstamos.
Brasil, que se ha convertido en el portavoz de los países en desarrollo, saludó de inmediato la oferta de Japón.
"Es una buena noticia", dijo a la AFP la ministra brasileña de Medio Ambiente, Izabella Teixeira.
"Para nosotros, en Brasil, es muy importante destacar que nuevos fondos, dinero adicional, son absolutamente importantes para la nueva fase (de las negociaciones)", agregó.
Teixeira había afirmado el martes que las negociaciones internacionales sobre la biodiversidad en Nagoya deben dar lugar imperativamente a un acuerdo para "frenar la biopiratería".
De su lado, la ONG ecologista Greenpeace, que forma parte de la sociedad civil presente en las discusiones, señaló que la oferta de Japón impulsa las oportunidades de que se alcance un acuerdo en Nagoya.
"Es un gran inicio que Japón dé cifras concretas para proteger la vida en la Tierra", afirmó a la AFP un responsable de Greenpeace, Wakao Hanaoka.