"Trump dinamitó nada menos que 70 años de consenso internacional. Y, una vez más, Trump ha aplicado una lógica que malinterpreta y deteriora la realidad de Oriente Próximo, haciendo imprescindible que la UE dé un paso al frente", expresó Solana en un artículo publicado hoy por el diario español "El País".
El que fuera también ex secretario general de la OTAN pidió a Bruselas que lance un mensaje "contundente" con un reconocimiento "inmediato" del Estado de Palestina para "reducir el desnivel del terreno de juego" y que "ambos bandos vuelvan a sentarse a la mesa de negociación" en un conflicto histórico.
"Más del 70 por ciento de los Estados miembros de las Naciones Unidas ya han dado este paso, y es el momento de que la UE en su conjunto haga lo propio, como preludio de una mayor implicación en la resolución de este conflicto de extraordinaria importancia", apunta.
Destaca, además, que el camino hacia una solución basada en el establecimiento de dos Estados debe partir de la Iniciativa de Paz Árabe, que estipula que la Liga Árabe reconozca a Israel a cambio de su regreso a las fronteras de antes de 1967, "si bien podría contemplarse un enfoque más gradual y operativo", apostilla.
"La solución biestatal sigue representando la salida más creíble al conflicto árabe-israelí, y por tanto no debemos renunciar a ella".
Según Solana, la lógica del Gobierno de Trump en Oriente Próximo "se apoya en su alianza con Arabia Saudí" ya que este país comparte con Israel "su oposición frontal" a Irán.
"Aprovechando las circunstancias, Trump ha querido dar un golpe de efecto. Con sus declaraciones sobre Jerusalén, Trump ha situado a los saudíes ante un dilema: ¿priorizar su defensa de la causa palestina, o normalizar su relación con Israel para seguir robusteciendo la alianza contra Irán?", expresa en el artículo publicado hoy.
Para ex líder de la OTAN, el escenario "deseado por Trump" es "una entelequia" ya que, a su juicio, "Arabia Saudí no está en disposición de hacer las renuncias que se le reclaman" y, según concluye, "nunca podrá fructificar una estrategia que excluya a los palestinos".
"Aunque Trump no ha descartado la solución de los dos Estados, que es la que respaldan las Naciones Unidas, puede que con su desmesura le haya puesto la puntilla. Y todo esto sin que exista siquiera una presión social significativa en Estados Unidos que explique el golpe de timón de su presidente", reflexiona.
El que fuera también ex secretario general de la OTAN pidió a Bruselas que lance un mensaje "contundente" con un reconocimiento "inmediato" del Estado de Palestina para "reducir el desnivel del terreno de juego" y que "ambos bandos vuelvan a sentarse a la mesa de negociación" en un conflicto histórico.
"Más del 70 por ciento de los Estados miembros de las Naciones Unidas ya han dado este paso, y es el momento de que la UE en su conjunto haga lo propio, como preludio de una mayor implicación en la resolución de este conflicto de extraordinaria importancia", apunta.
Destaca, además, que el camino hacia una solución basada en el establecimiento de dos Estados debe partir de la Iniciativa de Paz Árabe, que estipula que la Liga Árabe reconozca a Israel a cambio de su regreso a las fronteras de antes de 1967, "si bien podría contemplarse un enfoque más gradual y operativo", apostilla.
"La solución biestatal sigue representando la salida más creíble al conflicto árabe-israelí, y por tanto no debemos renunciar a ella".
Según Solana, la lógica del Gobierno de Trump en Oriente Próximo "se apoya en su alianza con Arabia Saudí" ya que este país comparte con Israel "su oposición frontal" a Irán.
"Aprovechando las circunstancias, Trump ha querido dar un golpe de efecto. Con sus declaraciones sobre Jerusalén, Trump ha situado a los saudíes ante un dilema: ¿priorizar su defensa de la causa palestina, o normalizar su relación con Israel para seguir robusteciendo la alianza contra Irán?", expresa en el artículo publicado hoy.
Para ex líder de la OTAN, el escenario "deseado por Trump" es "una entelequia" ya que, a su juicio, "Arabia Saudí no está en disposición de hacer las renuncias que se le reclaman" y, según concluye, "nunca podrá fructificar una estrategia que excluya a los palestinos".
"Aunque Trump no ha descartado la solución de los dos Estados, que es la que respaldan las Naciones Unidas, puede que con su desmesura le haya puesto la puntilla. Y todo esto sin que exista siquiera una presión social significativa en Estados Unidos que explique el golpe de timón de su presidente", reflexiona.