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Jean-Paul Gaultier
Titulada "El planeta moda de Jean-Paul Gaultier. De la calle a las estrellas", la exposición muestra obras de distintas colecciones, reagrupadas por temas como tatuajes, punks, corsés o pieles, explicó el diseñador.
Gautier dijo haber visto en este trabajo "una nueva aventura" que le brindó placer, "alegría y muchos recuerdos".
"Es una aventura única, no lo haré más", dijo comparando este tipo de creación a un acto de amor. "Si se hace el amor con alguien en Venecia, no hay que hacerlo una segunda vez", explicó.
Es el propio Gaultier quien recibe a los visitantes en lo alto de la escalinata del museo, o más bien su maniquí, cuyo rostro es animado por una técnica que proyecta su propia imagen (de video) sobre el rostro de la figura, desarrollada por el quebequense Denis Marleau, director de la compañía de teatro UBU.
La ilusión resulta sorprendente, gracias a unos altavoces escondidos, a Gaultier y a otros maniquíes de la muestra.
Las cantantes Madonna, Mylene Farmer y Kylie Minogue también han prestado piezas de su propiedad para enriquecer la exposición.
"No se trata de una retrospectiva sino de una instalación, una nueva creación", insiste la directora del museo Nathalie Bondil, quien dice querer mostrar al gran público "la calidad extraordinaria de la alta costura, cuya imagen es a menudo deshonrada e injusta" ya que muy poca gente tiene ocasión de acudir a los desfiles.
Gautier dijo haber visto en este trabajo "una nueva aventura" que le brindó placer, "alegría y muchos recuerdos".
"Es una aventura única, no lo haré más", dijo comparando este tipo de creación a un acto de amor. "Si se hace el amor con alguien en Venecia, no hay que hacerlo una segunda vez", explicó.
Es el propio Gaultier quien recibe a los visitantes en lo alto de la escalinata del museo, o más bien su maniquí, cuyo rostro es animado por una técnica que proyecta su propia imagen (de video) sobre el rostro de la figura, desarrollada por el quebequense Denis Marleau, director de la compañía de teatro UBU.
La ilusión resulta sorprendente, gracias a unos altavoces escondidos, a Gaultier y a otros maniquíes de la muestra.
Las cantantes Madonna, Mylene Farmer y Kylie Minogue también han prestado piezas de su propiedad para enriquecer la exposición.
"No se trata de una retrospectiva sino de una instalación, una nueva creación", insiste la directora del museo Nathalie Bondil, quien dice querer mostrar al gran público "la calidad extraordinaria de la alta costura, cuya imagen es a menudo deshonrada e injusta" ya que muy poca gente tiene ocasión de acudir a los desfiles.
