Los mensajes de Blackberry fueron interceptados por autoridades estadounidenses como parte de una investigación por tráfico de cocaína y heroína y compartidos con la Fiscalía de México.
Organizaciones civiles que acompañan a los familiares de las víctimas pidieron hoy que se agoten "todas las líneas de investigación que surgen de los mensajes", mientras que Amnistía Internacional instó a que se reenfoquen las investigaciones.
Los estudiantes de magisterio de la Escuela Rural Normal Ayotzinapa desaparecieron la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014 en la ciudad de Iguala, a la que habían ido para apoderarse de autobuses para una manifestación.
Según las autoridades mexicanas, fueron confundidos con miembros del cártel rival de Los Rojos y por eso perseguidos y detenidos por policías aliados a Guerreros Unidos, en un hecho que dejó, además, al menos seis muertos en los tiroteos.
De acuerdo con las investigaciones en Estados Unidos, el cártel usaba autobuses para traficar heroína desde Iguala. Por eso, un grupo internacional de expertos independientes (GIEI) sostiene que los jóvenes pudieron haber tomado por error un autobús con droga y eso podría haber originado la persecución.
"El reportaje advierte que la organización criminal Guerreros Unidos, lejos de ser un grupo criminal de alcance regional encabezado por figuras de mediana importancia con vínculos exclusivamente municipales, es en realidad una compleja red transnacional de tráfico de drogas (...)", señalaron el grupo Tlachinollan, el Centro Prodh y otras organizaciones civiles.
Ocho líderes del cártel en Estados Unidos se encuentran detenidos y bajo proceso en el estado de Illinois por tráfico de drogas y las llamadas fueron interceptadas dentro de esa investigación.
Los mensajes no revelan el destino de los estudiantes pero sí que el cártel creyó que un grupo de Los Rojos pretendía tomar el control de Iguala. También menciona que hay "60 paquetes guardados y otros con San Pedro".
Hasta ahora sólo se halló e identificó con certeza un hueso calcinado de uno de los jóvenes. La versión original de la Fiscalía de que todos fueron incinerados en un basurero fue desacreditada por peritos independientes.
Un personaje, identificado como "Silver" y supuesto testigo protegido en Estados Unidos, da en los mensajes órdenes de pedir apoyo a autoridades aliadas, entre ellos el ex alcalde José Luis Abarca, y recibió informes la tarde del 27 de septiembre.
Más de un centenar de personas, entre ellas Abarca, policías y miembros de Guerreros Unidos, han sido detenidas por estos incidentes.
En los intercambios se da la versión de que esa noche hubo entre 50 y 60 personas desaparecidas, y no sólo 43, y se menciona otro supuesto enfrentamiento con seis muertos más.
"No supieron controlar a la gente, ta cabrón. Se va a hacer un desmadre", cuestiona uno de los supuestos jefes del cártel en Estados Unidos, Pablo Vega.
Las escuchas fueron hechas con autorización judicial a 11 teléfonos entre fines de 2013 y octubre de 2014.
Organizaciones civiles que acompañan a los familiares de las víctimas pidieron hoy que se agoten "todas las líneas de investigación que surgen de los mensajes", mientras que Amnistía Internacional instó a que se reenfoquen las investigaciones.
Los estudiantes de magisterio de la Escuela Rural Normal Ayotzinapa desaparecieron la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014 en la ciudad de Iguala, a la que habían ido para apoderarse de autobuses para una manifestación.
Según las autoridades mexicanas, fueron confundidos con miembros del cártel rival de Los Rojos y por eso perseguidos y detenidos por policías aliados a Guerreros Unidos, en un hecho que dejó, además, al menos seis muertos en los tiroteos.
De acuerdo con las investigaciones en Estados Unidos, el cártel usaba autobuses para traficar heroína desde Iguala. Por eso, un grupo internacional de expertos independientes (GIEI) sostiene que los jóvenes pudieron haber tomado por error un autobús con droga y eso podría haber originado la persecución.
"El reportaje advierte que la organización criminal Guerreros Unidos, lejos de ser un grupo criminal de alcance regional encabezado por figuras de mediana importancia con vínculos exclusivamente municipales, es en realidad una compleja red transnacional de tráfico de drogas (...)", señalaron el grupo Tlachinollan, el Centro Prodh y otras organizaciones civiles.
Ocho líderes del cártel en Estados Unidos se encuentran detenidos y bajo proceso en el estado de Illinois por tráfico de drogas y las llamadas fueron interceptadas dentro de esa investigación.
Los mensajes no revelan el destino de los estudiantes pero sí que el cártel creyó que un grupo de Los Rojos pretendía tomar el control de Iguala. También menciona que hay "60 paquetes guardados y otros con San Pedro".
Hasta ahora sólo se halló e identificó con certeza un hueso calcinado de uno de los jóvenes. La versión original de la Fiscalía de que todos fueron incinerados en un basurero fue desacreditada por peritos independientes.
Un personaje, identificado como "Silver" y supuesto testigo protegido en Estados Unidos, da en los mensajes órdenes de pedir apoyo a autoridades aliadas, entre ellos el ex alcalde José Luis Abarca, y recibió informes la tarde del 27 de septiembre.
Más de un centenar de personas, entre ellas Abarca, policías y miembros de Guerreros Unidos, han sido detenidas por estos incidentes.
En los intercambios se da la versión de que esa noche hubo entre 50 y 60 personas desaparecidas, y no sólo 43, y se menciona otro supuesto enfrentamiento con seis muertos más.
"No supieron controlar a la gente, ta cabrón. Se va a hacer un desmadre", cuestiona uno de los supuestos jefes del cártel en Estados Unidos, Pablo Vega.
Las escuchas fueron hechas con autorización judicial a 11 teléfonos entre fines de 2013 y octubre de 2014.