Jon Alpert lleva a Venecia su visión de la Revolución cubana


Venecia. - En 1972 Jon Alpert, entonces un joven periodista estadounidense, viajó en barco a Cuba porque quería conocer el país. Pidió a las autoridades portuarias desembarcar y, tras una resistencia inicial, le permitieron hacer un tour durante tres horas y lo devolvieron a su barco.



De ese interés por conocer la isla nace "Cuba y The Cameraman", el documental que presentó hoy fuera de concurso en el Festival de Venecia tras pasar 45 años recogiendo imágenes de la isla, que vistaba cada cierto tiempo, y conseguir una proximidad con Fidel Castro al alcance sólo de los más allegados.
Alpert, que ha sido distinguido por sus reportajes y documentales de televisión sobre los problemas sociales en su ciudad, Nueva York, y que ha sido testigo con su cámara de conflictos como los de Camboya o Vietnam, construye su película con imágenes recogidas a partir de 1975 y hasta la muerte de Castro, en noviembre de 2016.
En 1979, Alpert fue el único periodista que acompañó en el avión a Castro a Nueva York para dar un discurso ante la Asamblea General de la ONU y lo rodó en su habitación del hotel, unas imágenes íntimas poco vistas del hombre que dirigió con puño de hierro durante décadas el destino de la isla.
El realizador quiso conocer Cuba atraído por las reformas sociales que se hacían entonces en la isla en materias como educación, sanidad y viviendas sociales. "Eran servicios sociales a los que nosotros aspirábamos y no teníamos en Nueva York, una ciudad mucho más rica", explicó Alpert en rueda de prensa.
"Intentaban construir un nuevo país y muchas cosas las quería ver", agregó el realizador, en cuya opinión hubiese sido más interesante dejar experimentar a Cuba con las reformas sociales, que se hubiese convertido en una suerte de laboratorio de pruebas al respecto. "No solo no les dejamos sino que hicimos lo imposible para que no funcionara", agregó.
Lo más notable del trabajo de Alpert es ver cómo relata la evolución de la Revolución cubana a través de tres familias, con las que trabó amistad y a las que visita en cada uno de sus viajes a Cuba: los tres hermanos Borrego, que tienen una granja en Caimito del Guayabal, así como otras dos familias en La Habana, una de las cuales acabó emigrando a Estados Unidos.
El trabajo del realizador destila su amor por Cuba, lo que emborrona su mirada crítica, pues más allá de mostrar frigoríficos vacíos y algunas quejas por la falta de comida, así como hospitales sin apenas medicinas o equipos antediluvianos, son muchas más las voces que se escuchan en defensa de Castro.
Además, evita tocar asuntos espinosos como el tema de los derechos humanos y, cuando se habla de cómo el turismo se ha convertido en la principal fuente de ingresos en el país, en ningún momento se menciona una de sus principales consecuencias: el incremento de la prostitución.
Para Alpert Cuba atraviesa actualmente un momento especialmente delicado, pues el actual presidente, Raúl Castro, ha anunciado que va dejar el poder el año que viene. Sería bueno que Estados Unidos estuviese comprometido de forma amistosa con la nación vecina, aseguró el periodista, que ve con escepticismo los indicios que apuntan a que se va a dar marcha atrás en las relaciones bilaterales. "En este momento hay más preguntas que respuestas", señaló.
Jueves, 7 de Septiembre 2017
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
           


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