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Política
Meade-a la izquierda-y Peña Nieto
Meade, que hoy renunció al cargo de ministro de Hacienda, no pertenece a ningún partido político. De hecho, nunca ha militado en uno.
Sin embargo, desde hace meses se le está preparando el camino para que pueda ser candidato externo del Partido Revolucionario Institucional (PRI, centro), que reformó sus estatutos en agosto para aceptar candidatos sin militancia.
A favor de Meade, uno de los miembros más experimentados del gabinete de Enrique Peña Nieto, juega sobre todo un factor, en momentos de baja popularidad para el PRI: podría atraer a sectores conservadores ajenos al partido para enfrentar en las urnas el 1 de julio al gran favorito, el centroizquierdista Andrés Manuel López Obrador.
Meade, doctor en Economía por la Universidad de Yale, formó parte parte del Gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), del conservador Partido Acción Nacional (PAN), y luego fue llamado por Peña Nieto a su gabinete, impulsado por su amistad de décadas con Luis Videgaray, uno de los hombres más cercanos al presidente.
Nacido el 27 de febrero de 1969, Meade ha pasado por el mundo de las finanzas y de la diplomacia como ministro de Energía, de Relaciones Exteriores y de Hacienda (dos veces), además de que tuvo contacto con los sectores más pobres como ministro de Desarrollo Social.
Su carrera ascendente empezó en 2011 cuando Calderón lo nombró en la cartera de Energía. Estuvo ocho meses en el cargo y luego asumió en Hacienda hasta el final del mandato de Calderón en diciembre de 2012.
El PAN perdió las elecciones, pero Meade, un hombre de carácter afable, saltó al siguiente Gobierno. Con la llegada del priista Enrique Peña Nieto al poder, entró al gabinete arropado por Videgaray.
Peña Nieto lo nombró primero ministro del Exterior, cargo que ocupó durante casi tres años. Su siguiente encomienda fue el Ministerio de Desarrollo Social, que tiene a su cargo los programas de lucha contra la pobreza. Tuvo ahí su etapa de contacto más fuerte con la gente.
Un año más tarde volvió a Hacienda, en lugar de Videgaray. Peña Nieto se encargó hoy de mover las piezas como se esperaba, aunque no dijo cuál sería el destino de Meade. Sólo manifestó que le deseaba el mayor de los éxitos "en el proyecto que ha decidido emprender".
Sin embargo, desde hace meses se le está preparando el camino para que pueda ser candidato externo del Partido Revolucionario Institucional (PRI, centro), que reformó sus estatutos en agosto para aceptar candidatos sin militancia.
A favor de Meade, uno de los miembros más experimentados del gabinete de Enrique Peña Nieto, juega sobre todo un factor, en momentos de baja popularidad para el PRI: podría atraer a sectores conservadores ajenos al partido para enfrentar en las urnas el 1 de julio al gran favorito, el centroizquierdista Andrés Manuel López Obrador.
Meade, doctor en Economía por la Universidad de Yale, formó parte parte del Gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), del conservador Partido Acción Nacional (PAN), y luego fue llamado por Peña Nieto a su gabinete, impulsado por su amistad de décadas con Luis Videgaray, uno de los hombres más cercanos al presidente.
Nacido el 27 de febrero de 1969, Meade ha pasado por el mundo de las finanzas y de la diplomacia como ministro de Energía, de Relaciones Exteriores y de Hacienda (dos veces), además de que tuvo contacto con los sectores más pobres como ministro de Desarrollo Social.
Su carrera ascendente empezó en 2011 cuando Calderón lo nombró en la cartera de Energía. Estuvo ocho meses en el cargo y luego asumió en Hacienda hasta el final del mandato de Calderón en diciembre de 2012.
El PAN perdió las elecciones, pero Meade, un hombre de carácter afable, saltó al siguiente Gobierno. Con la llegada del priista Enrique Peña Nieto al poder, entró al gabinete arropado por Videgaray.
Peña Nieto lo nombró primero ministro del Exterior, cargo que ocupó durante casi tres años. Su siguiente encomienda fue el Ministerio de Desarrollo Social, que tiene a su cargo los programas de lucha contra la pobreza. Tuvo ahí su etapa de contacto más fuerte con la gente.
Un año más tarde volvió a Hacienda, en lugar de Videgaray. Peña Nieto se encargó hoy de mover las piezas como se esperaba, aunque no dijo cuál sería el destino de Meade. Sólo manifestó que le deseaba el mayor de los éxitos "en el proyecto que ha decidido emprender".
