Saleh Mutlaq
BAGDAD, Assad Abboud, (AFP) - "La instancia de apelación prevista en la ley sobre la integridad y la justicia, autorizó la participación en las elecciones de los candidatos que fueron excluidos de la misma hasta que pueda examinar sus expedientes tras las elecciones y elimine a algunos eventualmente", si se prueba que están relacionados con el Baas, afirmó a la AFP Hamdiya al Husseini, alta responsable de la Comisión Electoral.
La ley sobre la integridad y la justicia fue adoptada el 14 de enero de 2008 para reemplazar al comité de desbaasificación, instalado por los estadounidenses después de la invasión de 2003 y que excluyó a decenas de miles de funcionarios y miembros de las fuerzas de seguridad, muchos de las cuales se unieron a la insurrección.
Esta ley prevé la constitución de un panel de siete jueces, llamado "órgano de casación", que tiene 60 días para pronunciarse sobre las apelaciones presentadas por los 511 candidatos excluidos de las elecciones.
Interrogado por la AFP, el director ejecutivo del Comité para la Integridad y la Justicia (CIJ), Ali Allami, afirmó que no tenía otra opción que "aceptar la decisión".
Los partidarios de Saleh Mutlaq, representante sunita en el actual Parlamento, eliminado de la contienda electoral por "apología del baasismo", se congratularon por esta decisión.
"Es una victoria de la democracia (...) Se trata de un compromiso pues no queda mucho tiempo y el próximo Parlamento deberá corregir los errores del actual", afirmó el diputado sunita Mustafá Hiti.
El 14 de enero, el comité había excluido de las legislativas a 511 candidatos acusados de ser ex miembros o partidarios del partido prohibido del ex presidente", exclusión que provocó la furia de los sunitas.
Dos semanas más tarde, 59 candidatos habían sido registrados en las listas electorales.
El miércoles, antes del anuncio de esta decisión, el representante de la ONU en Irak, Ad Melkert, deseó que las apelaciones presentadas por los candidatos excluidos fueran "estudiadas con atención y que puedan seguir siendo candidatos hasta el fin del procedimiento en apelación".
En un comunicado, pidió que las elecciones legislativas sean "fiables" y lleguen a "resultados aceptables para todo el pueblo iraquí".
Las Naciones Unidas llamaron a "las autoridades competentes a finalizar la lista de los candidatos antes del lanzamiento de la campaña electoral la semana próxima", según el texto.
Hay que encontrar "un equilibrio entre los que formen parte de regímenes opresivos que deben rendir cuentas y la necesidad de paz, de reconciliación y participación en el sistema democrático", había afirmado Melkert.
Por otro lado, otro procedimiento está en trámite. La Corte Suprema debe pronunciarse sobre un recurso del Consejo presidencial que se refiere a la legitimidad del CIJ. Según un responsable de la Corte, su presidente Madhat al Mahmud anunciará la decisión el jueves.
El 23 de enero en Bagdad, el vicepresidente estadounidense Joseph Biden se mostró "confiado" en la voluntad de Irak de solucionar la controversia nacida de la exclusión de los candidatos.
La administración estadounidense se preocupa de la baja participación en las elecciones de la comunidad sunita, que se sintió estigmatizada por la exclusión de ex baasistas, incluso si según la comisión electoral la lista de las personas excluidas incluye tanto chiitas como sunitas.
La ley sobre la integridad y la justicia fue adoptada el 14 de enero de 2008 para reemplazar al comité de desbaasificación, instalado por los estadounidenses después de la invasión de 2003 y que excluyó a decenas de miles de funcionarios y miembros de las fuerzas de seguridad, muchos de las cuales se unieron a la insurrección.
Esta ley prevé la constitución de un panel de siete jueces, llamado "órgano de casación", que tiene 60 días para pronunciarse sobre las apelaciones presentadas por los 511 candidatos excluidos de las elecciones.
Interrogado por la AFP, el director ejecutivo del Comité para la Integridad y la Justicia (CIJ), Ali Allami, afirmó que no tenía otra opción que "aceptar la decisión".
Los partidarios de Saleh Mutlaq, representante sunita en el actual Parlamento, eliminado de la contienda electoral por "apología del baasismo", se congratularon por esta decisión.
"Es una victoria de la democracia (...) Se trata de un compromiso pues no queda mucho tiempo y el próximo Parlamento deberá corregir los errores del actual", afirmó el diputado sunita Mustafá Hiti.
El 14 de enero, el comité había excluido de las legislativas a 511 candidatos acusados de ser ex miembros o partidarios del partido prohibido del ex presidente", exclusión que provocó la furia de los sunitas.
Dos semanas más tarde, 59 candidatos habían sido registrados en las listas electorales.
El miércoles, antes del anuncio de esta decisión, el representante de la ONU en Irak, Ad Melkert, deseó que las apelaciones presentadas por los candidatos excluidos fueran "estudiadas con atención y que puedan seguir siendo candidatos hasta el fin del procedimiento en apelación".
En un comunicado, pidió que las elecciones legislativas sean "fiables" y lleguen a "resultados aceptables para todo el pueblo iraquí".
Las Naciones Unidas llamaron a "las autoridades competentes a finalizar la lista de los candidatos antes del lanzamiento de la campaña electoral la semana próxima", según el texto.
Hay que encontrar "un equilibrio entre los que formen parte de regímenes opresivos que deben rendir cuentas y la necesidad de paz, de reconciliación y participación en el sistema democrático", había afirmado Melkert.
Por otro lado, otro procedimiento está en trámite. La Corte Suprema debe pronunciarse sobre un recurso del Consejo presidencial que se refiere a la legitimidad del CIJ. Según un responsable de la Corte, su presidente Madhat al Mahmud anunciará la decisión el jueves.
El 23 de enero en Bagdad, el vicepresidente estadounidense Joseph Biden se mostró "confiado" en la voluntad de Irak de solucionar la controversia nacida de la exclusión de los candidatos.
La administración estadounidense se preocupa de la baja participación en las elecciones de la comunidad sunita, que se sintió estigmatizada por la exclusión de ex baasistas, incluso si según la comisión electoral la lista de las personas excluidas incluye tanto chiitas como sunitas.