La cadena de grandes almacenes es la más popular del país: surgió de un pequeño comercio de sastrería en Madrid que evolucionó hasta convertirse en el gigante que es hoy, con 94 centros comerciales propios distribuidos por todo el país y más de un millar de centros de otras marcas del grupo como Supercor, Óptica 2000, Sphera, Bricor o las empresas de viajes, seguros o informática que llevan su nombre.
El Corte Inglés siempre se ha caracterizado por guardar celosamente sus datos económicos, por cuidar su imagen con grandes inversiones publicitarias y por ser una empresa muy respetada por los medios de comunicación, en los que mantiene un perfil bajo y resulta difícil encontrar información de forma regular a pesar de su popularidad.
Sin embargo, esta vez la compañía no ha logrado que la guerra interna que vivió su cúpula pasara desapercibida para la prensa. Sobre todo por su carácter histórico: es la primera vez que su presidente es destituido del cargo y también la primera en la que su relevo lo toma alguien que no es miembro de la familia que controla mayoritariamente la empresa desde su fundación en 1940.
Los acontecimientos se precipitaron el 14 de junio, cuando Dimas Gimeno fue apartado de la presidencia de la empresa y sustituido por el que hasta ahora era el consejero delegado, Jesús Nuño de la Rosa, en un consejo de administración extraordinario convocado con dicho objetivo. Pero ese sólo fue el último capítulo de una disputa que había comenzado mucho antes.
Dimas Gimeno llegó a la presidencia en 2014 tras el fallecimiento de su tío, Isidoro Álvarez. Aquella fue una sucesión similar a la anterior de 1989: cuando falleció el fundador de la empresa Ramón Areces, fue su sobrino Álvarez el que tomó su relevo en el cargo.
Sin embargo, Gimeno no tardó en crearse la enemistad de sus primas, las hermanas Marta y Cristina Álvarez Guil, hijas de Isidoro Álvarez por motivos que, según informó el diario "El País", tienen que ver con la herencia y el control de parte de las acciones de la compañía.
"Gimeno fue elegido por su tío Isidoro Álvarez como presidente y le formó durante años para ello, dejando a sus hijas aparte. Sin embargo, estas tienen mayoría en el accionariado y, a partir de la muerte de su padre, en 2014, han hecho valer esa mayoría para tener un papel más importante en el devenir de una de las empresas más grandes de España", relata el diario español.
El enfrentamiento se hizo evidente en octubre, cuando el consejo de administración decidió retirar los poderes ejecutivos a Gimeno y nombrar a dos consejeros delegados. Un paso previo a la destitución que se hizo efectiva el 14 de junio gracias a que las hermanas Álvarez Guil tenían asegurados los votos de siete de los diez consejeros.
Ese mismo día, Gimeno envió una carta a los más de 90.000 empleados de la compañía a la cual tuvo acceso "El País" y en la que aseguraba que estaban "impulsando su destitución" por "sus denuncias sobre indicios de irregularidades en algunos departamentos de la compañía".
"El órgano de gobierno de la compañía ha considerado necesario un cambio de liderazgo para afrontar los retos de futuro e impulsar una nueva etapa de crecimiento", respondió por su parte El Corte Inglés en un comunicado.
Además, Gimeno, que por ahora seguirá en el consejo de administración, decidió impugnar el consejo extraordinario en el que fue despedido, por lo que la disputa podría continuar ahora en forma de batalla legal.
El Corte Inglés siempre se ha caracterizado por guardar celosamente sus datos económicos, por cuidar su imagen con grandes inversiones publicitarias y por ser una empresa muy respetada por los medios de comunicación, en los que mantiene un perfil bajo y resulta difícil encontrar información de forma regular a pesar de su popularidad.
Sin embargo, esta vez la compañía no ha logrado que la guerra interna que vivió su cúpula pasara desapercibida para la prensa. Sobre todo por su carácter histórico: es la primera vez que su presidente es destituido del cargo y también la primera en la que su relevo lo toma alguien que no es miembro de la familia que controla mayoritariamente la empresa desde su fundación en 1940.
Los acontecimientos se precipitaron el 14 de junio, cuando Dimas Gimeno fue apartado de la presidencia de la empresa y sustituido por el que hasta ahora era el consejero delegado, Jesús Nuño de la Rosa, en un consejo de administración extraordinario convocado con dicho objetivo. Pero ese sólo fue el último capítulo de una disputa que había comenzado mucho antes.
Dimas Gimeno llegó a la presidencia en 2014 tras el fallecimiento de su tío, Isidoro Álvarez. Aquella fue una sucesión similar a la anterior de 1989: cuando falleció el fundador de la empresa Ramón Areces, fue su sobrino Álvarez el que tomó su relevo en el cargo.
Sin embargo, Gimeno no tardó en crearse la enemistad de sus primas, las hermanas Marta y Cristina Álvarez Guil, hijas de Isidoro Álvarez por motivos que, según informó el diario "El País", tienen que ver con la herencia y el control de parte de las acciones de la compañía.
"Gimeno fue elegido por su tío Isidoro Álvarez como presidente y le formó durante años para ello, dejando a sus hijas aparte. Sin embargo, estas tienen mayoría en el accionariado y, a partir de la muerte de su padre, en 2014, han hecho valer esa mayoría para tener un papel más importante en el devenir de una de las empresas más grandes de España", relata el diario español.
El enfrentamiento se hizo evidente en octubre, cuando el consejo de administración decidió retirar los poderes ejecutivos a Gimeno y nombrar a dos consejeros delegados. Un paso previo a la destitución que se hizo efectiva el 14 de junio gracias a que las hermanas Álvarez Guil tenían asegurados los votos de siete de los diez consejeros.
Ese mismo día, Gimeno envió una carta a los más de 90.000 empleados de la compañía a la cual tuvo acceso "El País" y en la que aseguraba que estaban "impulsando su destitución" por "sus denuncias sobre indicios de irregularidades en algunos departamentos de la compañía".
"El órgano de gobierno de la compañía ha considerado necesario un cambio de liderazgo para afrontar los retos de futuro e impulsar una nueva etapa de crecimiento", respondió por su parte El Corte Inglés en un comunicado.
Además, Gimeno, que por ahora seguirá en el consejo de administración, decidió impugnar el consejo extraordinario en el que fue despedido, por lo que la disputa podría continuar ahora en forma de batalla legal.