"A Nisman lo habrían matado con el arma de Diego Lagomarsino y éste, a la vez, fue la última persona que ingresó al departamento del fiscal" antes de ser encontrado muerto, afirmó el juez federal Julián Ercolini en un fallo difundido por el Centro de Información Judicial (CIJ).
Es la primera vez desde la muerte hace casi tres años del fiscal, que sacudió a la opinión pública argentina, que un juez afirma que fue asesinado. Hasta ahora también se barajaba la hipótesis del suicidio.
Ercolini procesó a Lagomarsino por "el delito de homicidio simple agravado por el uso de armas de fuego en calidad de partícipe necesario". Además, dictó en su contra un embargo de 15 millones de pesos (818.000 dólares). Aunque no ordenó su detención, el juez dispuso que el imputado continúe siendo monitoreado por medio de un tobillera con GPS. Además, no podrá alejarse más de 100 kilómetros de su vivienda durante 24 horas y deberá presentarse cada 15 días en el juzgado.
"Estoy muy nervioso, muy tenso, pero creo que tarde o temprano se va a resolver" la situación judicial, expresó Lagomarsino a la prensa minutos después de conocer su procesamiento, una noticia que recibió mientras brindaba una entrevista en el canal Crónica TV, de Buenos Aires.
Lagomarsino se desempeñaba en la investigación del ataque terrorista como técnico informático a las órdenes de Nisman cuando ocurrió la muerte.
El juez también procesó a cuatro de los custodios que tenía Nisman por considerar que incurrieron en el delito de "incumplimiento de los deberes de funcionario público y encubrimiento agravado". A todos también les dictó un embargo y les impidió salir del país.
Ercolini, sin embargo, no logró determinar aún quién o quiénes le dispararon en la cabeza y mataron a Nisman en el baño de su departamento situado en un lujoso y custodiado edificio del barrio de Puerto Madero, en la ciudad de Buenos Aires, "entre la noche del 17 y la madrugada del 18 de enero", indicó.
Tampoco demostró aún cuál fue el motivo del homicidio que todavía conmueve al país a casi tres años de ocurrido.
Sin embargo, se trata del primer juez argentino que afirma en una resolución que Nisman fue asesinado.
Para el magistrado, la muerte del fiscal, que llevaba más de una década al frente de la investigación del atentado terrorista a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), cometido en Buenos Aires en 1994, "no obedeció a un suicidio" sino que "habría sido producida por terceras personas en forma dolosa" y con el arma de Lagomarsino.
El 14 de noviembre pasado, cuando declaró en los tribunales federales de Buenos Aires, Lagomarsino ratificó que le había entregado a Nisman una pistola Bersa Thunder calibre .22 que tenía en su casa porque el fiscal, según dijo, se sentía inseguro pese a que era custodiado por más de una decena de personas y vivía en Puerto Madero, uno de los barrios más vigilados de Buenos Aires.
Cuatro días antes de su muerte, Nisman había denunciado a la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), su canciller Héctor Timerman y otros dirigentes por encubrir a los iraníes acusados por la Justicia argentina del atentado a la AMIA, que causó 85 muertos y cientos de heridos.
Justamente, la ex presidenta argentina y el resto de los acusados quedaron hoy cerca de afrontar un juicio oral público por aquella denuncia de Nisman, informaron fuentes judiciales.
El juez federal Claudio Bonadio dio por concluida la investigación y comunicó su decisión a las querellas en el caso, que tendrán la posibilidad de ratificar la opinión del magistrado o pedirle que agregue medidas de prueba en la causa.
El dictamen de Bonadio se conoció cinco días después de que la Sala II de la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional Federal de Buenos Aires avalara el procesamiento con prisión preventiva que había dictado sobre Kirchner, actual senadora nacional.