Condenado previamente por asalto, violencia y tráfico de cocaína, detenido 14 meses en Alemania tras haber huido a Sudáfrica, Lutz Bachmann, de 43 años, podría enfrentarse una pena de entre tres meses y cinco años de prisión por "incitación al odio".
El juicio, de alta seguridad, se desarrollará en tres jornadas escalonadas de aquí al 10 de mayo.
El fundador de Pegida se presentó al juicio con una sonrisa en los labios y una pegatina negra sobre los cristales de las gafas para, irónicamente, tratar de esconder su rostro ante los periodistas.
Tras él, una docena de personas le mostraba su apoyo portando pancartas que rezaban "Merkel al tribunal" o "¡Libertad para Lutz Bachmann!", mientras que sus detractores se concentraban a buena distancia de allí gritando: "¡Bachmann a prisión!".
La justicia culpa a Bachmann por las declaraciones que realizó en septiembre de 2014 en su página de Facebook, en las que describía a los "refugiados de la guerra" como "ganado" o "gentuza".
"Esos mensajes no fueron escritos por Lutz Bachmann", aseguró su abogada, Katja Reichel, recordando que es sencillo "piratear una página de Facebok". La letrada solicitó la audiencia de un técnico de la red social y acusó a la prensa de "haber condenado ya" a su cliente.
Como prueba, el tribuna visionó un video de una manifestación de Pegida en enero de 2015 en la que el acusado hablaba sobre este asunto declarando que él "utilizó las palabras que todo el mundo ha utilizado al menos una vez".
El lunes por la noche, durante la tradicional concentración semanal de Pegida en Dresde, este excocinero convertido en director de una agencia de comunicación no hizo ninguna alusión al proceso pero sí que ironizó sobre la emoción que ha suscitado en los últimos días el humorista alemán Jan Böhermann, al que podrían llevar a juicio por un poema en el que trató al presidente turco Recep Tayyip Erdogan de zoófilo y pedófilo.
"¡Imaginad el escándalo (...) si ese poema lo hubiera escrito yo! Me habrían arrestado directamente en el escenario, colocado en detención preventiva" y finalmente "ejecutado", bromeó Bachmann ante unos miles de manifestantes, llegados para reclamar la expulsión de los demandantes de asilo y abuchear al gobierno y a la "prensa mentirosa".
Los "Patriotas europeos contra la islamización de Occidente" (Pegida) lanzaron su movimiento en octubre de 2014 en Dresde.
Tras intentar extenderse por Alemania y por los países vecinos, la organización perdió fuelle tras la aparición de unas imágenes de Bachmann en el diario Bild caracterizado como Adolf Hitler y una posterior desbandada de varios de sus directivos más moderados.
A pesar de la ligera remontada del pasado otoño, el movimiento sigue arrinconado en su Dresde natal, donde se producen numerosas agresiones contra los refugiados.
Por otro lado, cinco presuntos miembros de una organización de extrema derecha de Freital, también en Sajonia, fueron detenidos este martes, sospechosos de haber lanzado un dispositivo explosivo contra un centro de acogida de migrantes.
En busca de una posible salida política, Pegida se ha presentado siempre como "no violento" y ha incrementado sus contactos con el partido populista "Alternativa para Alemania" (AfD), más popular en la antigua Alemania Oriental (RDA) que en el oeste.
En el este, los signos de cercanía son numerosos. La presidenta del partido, Frauke Petry, originaria de Sajonia, ha apostado por el diálogo con Lutz.
Al mismo tiempo Pegida celebraba las declaraciones de la diputada europea de AfD Beatrix von Storch, quien consideró que el islam no es "compatible" con la Constitución alemana.
Pero en el oeste, los representantes de AfD se esfuerzan en distanciarse de Pegida y de los posicionamientos más islamófobos del partido, que deberían debatirse dentro de diez días en un congreso.
El juicio, de alta seguridad, se desarrollará en tres jornadas escalonadas de aquí al 10 de mayo.
El fundador de Pegida se presentó al juicio con una sonrisa en los labios y una pegatina negra sobre los cristales de las gafas para, irónicamente, tratar de esconder su rostro ante los periodistas.
Tras él, una docena de personas le mostraba su apoyo portando pancartas que rezaban "Merkel al tribunal" o "¡Libertad para Lutz Bachmann!", mientras que sus detractores se concentraban a buena distancia de allí gritando: "¡Bachmann a prisión!".
La justicia culpa a Bachmann por las declaraciones que realizó en septiembre de 2014 en su página de Facebook, en las que describía a los "refugiados de la guerra" como "ganado" o "gentuza".
"Esos mensajes no fueron escritos por Lutz Bachmann", aseguró su abogada, Katja Reichel, recordando que es sencillo "piratear una página de Facebok". La letrada solicitó la audiencia de un técnico de la red social y acusó a la prensa de "haber condenado ya" a su cliente.
Como prueba, el tribuna visionó un video de una manifestación de Pegida en enero de 2015 en la que el acusado hablaba sobre este asunto declarando que él "utilizó las palabras que todo el mundo ha utilizado al menos una vez".
- Caracterizado como Hitler -
El lunes por la noche, durante la tradicional concentración semanal de Pegida en Dresde, este excocinero convertido en director de una agencia de comunicación no hizo ninguna alusión al proceso pero sí que ironizó sobre la emoción que ha suscitado en los últimos días el humorista alemán Jan Böhermann, al que podrían llevar a juicio por un poema en el que trató al presidente turco Recep Tayyip Erdogan de zoófilo y pedófilo.
"¡Imaginad el escándalo (...) si ese poema lo hubiera escrito yo! Me habrían arrestado directamente en el escenario, colocado en detención preventiva" y finalmente "ejecutado", bromeó Bachmann ante unos miles de manifestantes, llegados para reclamar la expulsión de los demandantes de asilo y abuchear al gobierno y a la "prensa mentirosa".
Los "Patriotas europeos contra la islamización de Occidente" (Pegida) lanzaron su movimiento en octubre de 2014 en Dresde.
Tras intentar extenderse por Alemania y por los países vecinos, la organización perdió fuelle tras la aparición de unas imágenes de Bachmann en el diario Bild caracterizado como Adolf Hitler y una posterior desbandada de varios de sus directivos más moderados.
A pesar de la ligera remontada del pasado otoño, el movimiento sigue arrinconado en su Dresde natal, donde se producen numerosas agresiones contra los refugiados.
- Entre la violencia y la política -
Por otro lado, cinco presuntos miembros de una organización de extrema derecha de Freital, también en Sajonia, fueron detenidos este martes, sospechosos de haber lanzado un dispositivo explosivo contra un centro de acogida de migrantes.
En busca de una posible salida política, Pegida se ha presentado siempre como "no violento" y ha incrementado sus contactos con el partido populista "Alternativa para Alemania" (AfD), más popular en la antigua Alemania Oriental (RDA) que en el oeste.
En el este, los signos de cercanía son numerosos. La presidenta del partido, Frauke Petry, originaria de Sajonia, ha apostado por el diálogo con Lutz.
Al mismo tiempo Pegida celebraba las declaraciones de la diputada europea de AfD Beatrix von Storch, quien consideró que el islam no es "compatible" con la Constitución alemana.
Pero en el oeste, los representantes de AfD se esfuerzan en distanciarse de Pegida y de los posicionamientos más islamófobos del partido, que deberían debatirse dentro de diez días en un congreso.