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Además, todos los países de la UE tienen que formar parte de la zona Schengen, sin controles fronterizos, según dijo en su discurso sobre el estado de la Unión Europea. Propuestas con las que el político luxemburgués cosechó tanto escepticismo como aprobación.
Juncker dijo que la posibilidad de reformar la UE está ahí. "Tenemos el viento a favor", dijo. Pidió a todos los países de la UE preservar los valores y buscar compromisos y cerró su discurso con un "¡pongámonos en marcha!".
La propuesta que más controversia puede generar es la de ampliar la zona euro. Aun cuando el objetivo de que todos los países de la UE pasen a formar parte de la moneda única está en los tratados, por el momento la divisa europea sólo ha sido introducida en 19 de los 29 países miembros.
Algunos países no quieren el euro, como el caso de Dinamarca y Reino Unido, que ahora está embarcado en una negociación para abandonar el bloque; sin embargo otras economías no cumplen con los criterios económicos para tenerlo. Juncker propuso allanar el camino a la divisa común a los miembros más pobres con nuevas ayudas.
Además de Reino Unido y Dinamarca, falta que Bulgaria, Croacia, Polonia, Rumanía, Suecia, República Checa y Hungría introduzcan el euro como método oficial de pago. Durante la crisis del euro las diferencias entre las economías más fuertes y las más débiles emergieron como un gran problema.
Juncker sostuvo que hoy la zona euro es mucho más resistente que hace unos años. Y la quieren reforzar con algunas reformas más. Así, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEE) se transformaría paulatinamente en un Fondo Monetario Europeo.
Juncker abogó también por un "ministro de Economía y Finanzas", pero sin crear un nuevo departamento. El cargo lo podría asumir el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la UE, que también asumiría la presidencia del eurogrupo.
Además, Juncker propone fusionar las presidencias de la Comisión Europea y del Consejo de la Unión Europea. Además quiere que dentro de la Unión Europea se decida más por mayoría sobre temas importantes de política exterior y política fiscal, en lugar de por unanimidad como hasta ahora. Ello contribuirá a tomar decisiones más rápidas y a tener un mayor poder de acción.
Con sus propuestas de reforma se aproxima en algunos puntos a la canciller alemana Angela Merkel, que preferiría que las reformas no implicasen un cambio en los tratados de la UE. Sin embargo no son lo suficientemente amplias como el presidente francés Emmanuel Macron desearía. En los próximos meses se esperan animados debates al respecto.
Juncker propuso para 2018 debates ciudadanos y para marzo de 2019 una cumbre extraordinaria en Rumanía justo después de que Reino Unido abandone el bloque.
Además de todas las propuestas, Juncker anunció algunas iniciativas políticas concretas para los próximos meses, como la puesta en marcha de negociaciones de libre comercio con Australia y Nueva Zelanda, que se espera concluir antes de que finalice 2019.
Señaló que las que ya están en marcha con México y algunos países sudamericanos concluirán este mismo año. Además instó a examinar con mayor detenimiento a los inversores de terceros países para que se revisen mejor las adquisiciones que se hacen desde países como China.
También en la controvertida política de inmigración, Juncker confía en que se pueda lograr un acuerdo. Pidió crear vías de migración legales y poner fin a la escandalosa situación de los campamentos de refugiados en Libia. No obstante, los refugiados que no tengan derecho a asilo tendrán que ser devueltos de forma más consecuente que hasta ahora.
Sobre todo Hungría y Polonia se oponen a la admisión de refugiados e inmigrantes. Hungría criticó además recientemente en duros términos un fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que ordena al Gobierno de Budapest respetar los acuerdos de reparto de inmigrantes.
Juncker pidió también a todos los países preservar los principios conjuntos. "El Estado de derecho en la Unión Europea no es una opción, sino un deber", dijo.
"Las sentencias del Tribunal de Justicia hay que respetarlas siempre. No hacerlo o socavar la independencia de los tribunales nacionales significa usurpar los derechos a sus ciudadanos y ciudadanas", dijo.
Además, el presidente de la Comisión Europea no ve posible que Turquía vaya a formar parte del bloque en breve porque el país se aparta del Estado de derecho. "Los periodistas tienen que estar en las redacciones, no en las cárceles", dijo Juncker. "Libere a nuestros periodistas", añadió en un mensaje dirigido al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Juncker dijo que la posibilidad de reformar la UE está ahí. "Tenemos el viento a favor", dijo. Pidió a todos los países de la UE preservar los valores y buscar compromisos y cerró su discurso con un "¡pongámonos en marcha!".
La propuesta que más controversia puede generar es la de ampliar la zona euro. Aun cuando el objetivo de que todos los países de la UE pasen a formar parte de la moneda única está en los tratados, por el momento la divisa europea sólo ha sido introducida en 19 de los 29 países miembros.
Algunos países no quieren el euro, como el caso de Dinamarca y Reino Unido, que ahora está embarcado en una negociación para abandonar el bloque; sin embargo otras economías no cumplen con los criterios económicos para tenerlo. Juncker propuso allanar el camino a la divisa común a los miembros más pobres con nuevas ayudas.
Además de Reino Unido y Dinamarca, falta que Bulgaria, Croacia, Polonia, Rumanía, Suecia, República Checa y Hungría introduzcan el euro como método oficial de pago. Durante la crisis del euro las diferencias entre las economías más fuertes y las más débiles emergieron como un gran problema.
Juncker sostuvo que hoy la zona euro es mucho más resistente que hace unos años. Y la quieren reforzar con algunas reformas más. Así, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEE) se transformaría paulatinamente en un Fondo Monetario Europeo.
Juncker abogó también por un "ministro de Economía y Finanzas", pero sin crear un nuevo departamento. El cargo lo podría asumir el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la UE, que también asumiría la presidencia del eurogrupo.
Además, Juncker propone fusionar las presidencias de la Comisión Europea y del Consejo de la Unión Europea. Además quiere que dentro de la Unión Europea se decida más por mayoría sobre temas importantes de política exterior y política fiscal, en lugar de por unanimidad como hasta ahora. Ello contribuirá a tomar decisiones más rápidas y a tener un mayor poder de acción.
Con sus propuestas de reforma se aproxima en algunos puntos a la canciller alemana Angela Merkel, que preferiría que las reformas no implicasen un cambio en los tratados de la UE. Sin embargo no son lo suficientemente amplias como el presidente francés Emmanuel Macron desearía. En los próximos meses se esperan animados debates al respecto.
Juncker propuso para 2018 debates ciudadanos y para marzo de 2019 una cumbre extraordinaria en Rumanía justo después de que Reino Unido abandone el bloque.
Además de todas las propuestas, Juncker anunció algunas iniciativas políticas concretas para los próximos meses, como la puesta en marcha de negociaciones de libre comercio con Australia y Nueva Zelanda, que se espera concluir antes de que finalice 2019.
Señaló que las que ya están en marcha con México y algunos países sudamericanos concluirán este mismo año. Además instó a examinar con mayor detenimiento a los inversores de terceros países para que se revisen mejor las adquisiciones que se hacen desde países como China.
También en la controvertida política de inmigración, Juncker confía en que se pueda lograr un acuerdo. Pidió crear vías de migración legales y poner fin a la escandalosa situación de los campamentos de refugiados en Libia. No obstante, los refugiados que no tengan derecho a asilo tendrán que ser devueltos de forma más consecuente que hasta ahora.
Sobre todo Hungría y Polonia se oponen a la admisión de refugiados e inmigrantes. Hungría criticó además recientemente en duros términos un fallo del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que ordena al Gobierno de Budapest respetar los acuerdos de reparto de inmigrantes.
Juncker pidió también a todos los países preservar los principios conjuntos. "El Estado de derecho en la Unión Europea no es una opción, sino un deber", dijo.
"Las sentencias del Tribunal de Justicia hay que respetarlas siempre. No hacerlo o socavar la independencia de los tribunales nacionales significa usurpar los derechos a sus ciudadanos y ciudadanas", dijo.
Además, el presidente de la Comisión Europea no ve posible que Turquía vaya a formar parte del bloque en breve porque el país se aparta del Estado de derecho. "Los periodistas tienen que estar en las redacciones, no en las cárceles", dijo Juncker. "Libere a nuestros periodistas", añadió en un mensaje dirigido al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
