Battisti fue sentenciado a prisión perpetua en Italia por matar a cuatro personas en los años '70, crímenes de los cuales se declara inocente. Recaló en Brasil en 2004 después de tres décadas huyendo de la justicia.
Se trata "de un extranjero en situación irregular en Brasil, y que por ser un criminal condenado en su país por crimen doloso, no tiene derecho a permanecer", determinó la jueza federal Adverci Mendes de Abreu en su sentencia divulgada este martes.
La extradición de Battisti fue denegada por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva en el último día de su mandato, el 31 de diciembre de 2010, una decisión que fue reafirmada luego por la Corte Suprema.
La jueza señala que el italiano debe ser deportado a México o Francia, países por los cuales pasó tras huir de Italia y antes de llegar a Brasil.
"La jueza busca revertir una decisión de la Corte Suprema y del presidente y por eso vamos a apelar", dijo a la AFP Igor Sant’Anna Tamasauskas, el abogado de Battisti.
El propio Battisti dijo a la AFP este martes que tiene "una visa de residencia permanente, no tengo más el estatuto de refugiado". "No tengo más detalles ni leí la sentencia, es mi abogado que me puso al tanto", añadió, sin dar más detalles.
La jueza consideró nulo el trámite que le otorgó la residencia permanente en 2011, porque según la ley brasileña es un permiso que no se le puede brindar "a un extranjero condenado o procesado en otro país por crimen doloso".
La jueza también señala en su sentencia que no pretende contradecir la decisión de Lula ni de la Corte Suprema, ya que la extradición y la deportación son figuras jurídicas diferentes.
El exmilitante italiano fue arrestado en Rio de Janeiro en 2007 y permaneció cuatro años detenido en una cárcel en las afueras de Brasilia.
Battisti fue liberado en junio de 2011, horas después de que la Corte Suprema brasileña rechazara definitivamente el pedido de extradición de Italia.
Ese mismo año, el Consejo Nacional de Inmigración le otorgó un permiso de residencia permanente.
Después de sus años en prisión, Battisti se mantuvo alejado de la prensa y se refugió en Sao Paulo, la gran metrópolis en el sur de Brasil, donde continuó con su carrera de escritor.
En abril de 2012, lanzó en Rio de Janeiro su novela "Frente a la pared", inspirada en sus cuatro años de detención en la prisión de Papuda, en Brasilia.
El libro, escrito en francés y que tiene una versión en portugués, no es autobiográfico, pero habla de Brasil y de sus injusticias a través de los relatos de los prisioneros con los cuales convivió.