A los siete años, Juan Sebastián ya fabricaba trompos y luego se dedicó a la elaboración de muebles. "Cuando me casé no tenía comedor. Tres días antes de casarme, junto a mi papá, me puse a hacer un juego de comedor y desde ahí no paré nunca", confesó.
Ahora todos sus amigos tienen algo trabajado por él. "Mis obras son sencillas, rústicas.
No tienen nada de exótico porque la madera es bella, la selecciono en variedad de tipos: colorado, copal, canelo, etc.", expresó.
Su taller se encuentra en Puembo. Ahí, se encierra todo el día a trabajar la madera que proviene de Pedro Vicente Maldonado. "Amo ese lugar, trabajo la madera. Pero, también tengo un bello vivero forestal. Soy enemigo de la deforestación", comentó.
Libreros, mesas de todo tamaño, macetas, portarretratos y sillas miniatura en tonos rojos, verdes y azules son parte de la exposición que el sucesor de Kingman exhibe en la Posada de las Artes (Diego de Almagro y La Pradera).
El trabajo terminado de Juan Sebastián pasa a manos de su esposa María Fernanda, quien se encarga de darles color. "Yo hago el montaje de la exhibición junto a mi cuñada Soledad. Los últimos detalles son femeninos", expresó María Fernanda.
"¿Quién no quisiera tener una de estas sillitas como adorno o para un nieto?", comentó Santiago Mejía, uno de los visitantes a la exposición donde todo lo que se exhibe está también a la venta. (DS)
Ahora todos sus amigos tienen algo trabajado por él. "Mis obras son sencillas, rústicas.
No tienen nada de exótico porque la madera es bella, la selecciono en variedad de tipos: colorado, copal, canelo, etc.", expresó.
Su taller se encuentra en Puembo. Ahí, se encierra todo el día a trabajar la madera que proviene de Pedro Vicente Maldonado. "Amo ese lugar, trabajo la madera. Pero, también tengo un bello vivero forestal. Soy enemigo de la deforestación", comentó.
Libreros, mesas de todo tamaño, macetas, portarretratos y sillas miniatura en tonos rojos, verdes y azules son parte de la exposición que el sucesor de Kingman exhibe en la Posada de las Artes (Diego de Almagro y La Pradera).
El trabajo terminado de Juan Sebastián pasa a manos de su esposa María Fernanda, quien se encarga de darles color. "Yo hago el montaje de la exhibición junto a mi cuñada Soledad. Los últimos detalles son femeninos", expresó María Fernanda.
"¿Quién no quisiera tener una de estas sillitas como adorno o para un nieto?", comentó Santiago Mejía, uno de los visitantes a la exposición donde todo lo que se exhibe está también a la venta. (DS)