La presidenta Cristina Fernández de Kirchner iniciará esta tarde su actividad oficial en la inauguración de la Feria Internacional del Libro de Frankfurt, junto al canciller Héctor Timerman; el ministro de Relaciones Exteriores y vicecanciller de Alemania, Guido Westerwelle; la alcaldesa de la ciudad, Petra Roth; la titular del Comité Organizador de la participación argentina, Magdalena Faillace, y la escritora Griselda Gambaro. Asimismo, la jefa de Estado dejará inaugurado el pabellón de la República Argentina, país nvitado de honor del evento editorial más importante en el mundo. Más tarde, en la Alte Oper de Frankfurt habrá un concierto con el pianista y director argentino-israelí Daniel Barenboim y el trío de Rodolfo Mederos.
El protagonismo de la Argentina en la feria será el puntapié inicial de una intensa campaña de difusión de nuestro país, que tiene en Alemania a uno de sus socios con mayores inversiones, pero también a uno de sus principales acreedores. Los preparativos para la participación argentina estuvieron marcados por una mirada que excedió lo literario. La elección de los íconos que representan al país en el pabellón argentino da una muestra de ello: el Che Guevara, Eva Perón, Carlos Gardel, Diego Maradona, Mercedes Sosa, Jorge Luis Borges y Julio Cortázar. “Significa proyectar nuestro ideario, nuestros valores. El conocimiento entre los pueblos y el intercambio cultural es fundamental para mejores acuerdos políticos y comerciales”, remarcó la embajadora Magdalena Faillace, a cargo del comité organizador argentino (COFRA).
En el marco de su presentación en la feria, la Argentina despliega desde el año pasado gran cantidad de actividades culturales en diversas ciudades de Alemania y otros países de Europa (como los seminarios sobre el pensamiento argentino en Berlín, las charlas sobre Borges en Leipzig, el simposio de la memoria en Bruselas, espectáculos varios en Múnich), que incluyen artes plásticas, fotografías, vanguardias literarias, pueblos originarios, historietas, memoria y Derechos Humanos. Pero hoy comienza la agenda oficial de eventos, muestras, ciclos, charlas y exposiciones en el predio mismo del evento, que se extiende hasta el próximo sábado.
La feria elige en cada edición un invitado de honor. La distinción, que este año corresponde a la Argentina, tiene un doble significado para el país elegido. Por un lado, el invitado de honor obtiene una gran atención sobre su cultura y literatura, desplegadas a través de un programa de eventos en múltiples disciplinas; por el otro, también obtiene un fuerte respaldo para su sector editorial, que se presenta al mundo en la mayor feria del libro internacional. Antes de la Argentina, los únicos países latinoamericanos en participar como invitados de honor en Frankfurt fueron México (1992) y Brasil (1994).
La feria es como un gigantesco mercado donde ocurren muchas cosas al mismo tiempo, como ocurre con cierta biblioteca en un célebre cuento de Borges, “cuyo centro está en todas partes y la circunferencia en ninguna”. Los editores y los agentes, como todos los años, harán sus negocios con discreción, la atención del público se centrará en las presentaciones de libros y en las mesas redondas, y la Argentina tendrá una plataforma inmejorable para presentar su literatura, con la propia presidenta al frente de una nutrida y representativa delegación.
De hecho, la literatura argentina ya se ha convertido en un foco de atención para la prensa alemana, por motivos que son solo en parte literarios. <
El protagonismo de la Argentina en la feria será el puntapié inicial de una intensa campaña de difusión de nuestro país, que tiene en Alemania a uno de sus socios con mayores inversiones, pero también a uno de sus principales acreedores. Los preparativos para la participación argentina estuvieron marcados por una mirada que excedió lo literario. La elección de los íconos que representan al país en el pabellón argentino da una muestra de ello: el Che Guevara, Eva Perón, Carlos Gardel, Diego Maradona, Mercedes Sosa, Jorge Luis Borges y Julio Cortázar. “Significa proyectar nuestro ideario, nuestros valores. El conocimiento entre los pueblos y el intercambio cultural es fundamental para mejores acuerdos políticos y comerciales”, remarcó la embajadora Magdalena Faillace, a cargo del comité organizador argentino (COFRA).
En el marco de su presentación en la feria, la Argentina despliega desde el año pasado gran cantidad de actividades culturales en diversas ciudades de Alemania y otros países de Europa (como los seminarios sobre el pensamiento argentino en Berlín, las charlas sobre Borges en Leipzig, el simposio de la memoria en Bruselas, espectáculos varios en Múnich), que incluyen artes plásticas, fotografías, vanguardias literarias, pueblos originarios, historietas, memoria y Derechos Humanos. Pero hoy comienza la agenda oficial de eventos, muestras, ciclos, charlas y exposiciones en el predio mismo del evento, que se extiende hasta el próximo sábado.
La feria elige en cada edición un invitado de honor. La distinción, que este año corresponde a la Argentina, tiene un doble significado para el país elegido. Por un lado, el invitado de honor obtiene una gran atención sobre su cultura y literatura, desplegadas a través de un programa de eventos en múltiples disciplinas; por el otro, también obtiene un fuerte respaldo para su sector editorial, que se presenta al mundo en la mayor feria del libro internacional. Antes de la Argentina, los únicos países latinoamericanos en participar como invitados de honor en Frankfurt fueron México (1992) y Brasil (1994).
La feria es como un gigantesco mercado donde ocurren muchas cosas al mismo tiempo, como ocurre con cierta biblioteca en un célebre cuento de Borges, “cuyo centro está en todas partes y la circunferencia en ninguna”. Los editores y los agentes, como todos los años, harán sus negocios con discreción, la atención del público se centrará en las presentaciones de libros y en las mesas redondas, y la Argentina tendrá una plataforma inmejorable para presentar su literatura, con la propia presidenta al frente de una nutrida y representativa delegación.
De hecho, la literatura argentina ya se ha convertido en un foco de atención para la prensa alemana, por motivos que son solo en parte literarios. <