A finales de 2007, el entonces director de la CIA, Michael Hayden, admitió que se habían eliminado varias cintas de interrogatorios grabadas cinco años antes.
Según Hayden, la agencia empezó a grabar esas sesiones como un "test interno" después de que George W. Bush autorizara métodos más severos para conseguir información de los supuestos terroristas. Entre esos sistemas se incluía el llamado 'waterboarding' o ahogamiento simulado.
Según Hayden, la agencia empezó a grabar esas sesiones como un "test interno" después de que George W. Bush autorizara métodos más severos para conseguir información de los supuestos terroristas. Entre esos sistemas se incluía el llamado 'waterboarding' o ahogamiento simulado.