Los eurodiputados, reunidos en sesión plenaria en Bruselas, siguieron así el ejemplo del Parlamento alemán, que el jueves pasado, en ocasión del Día Internacional del Holocausto, recordó por primera vez el genocidio de gitanos durante el III Reich.
"Un tercio de las personas detenidas en Auschwitz eran gitanos, pero la mayoría de europeos lo ignora", subrayó el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, lamentando que sólo unos pocos Estados de la UE hayan reconocido oficialmente el genocidio de esa minoría.
Los historiadores estiman que el régimen nazi exterminó entre 220.000 y 550.000 gitanos, frente a seis millones de judíos.
"Se trata de un acto de memoria, pero también de una apuesta decidida para el futuro", explicó por su parte la ecologista francesa Catherine Grèze, promotora de la conmemoración en el hemiciclo europeo junto a dos eurodiputadas húngaras, una de ellas de origen gitano, y una rumana.
Hungría se ha propuesto adoptar, durante su presidencia de turno de la Unión Europea (UE), hasta el 30 de junio, una estrategia de integración para los gitanos.
La situación de estas personas en Europa suscitó nuevamente preocupación el año pasado, a raíz de las repatriaciones de miles de gitanos de Francia a sus países de origen, Rumania y Hungría.
En nombre de la seguridad, el presidente francés, el conservador Nicolas Sarkozy, aceleró el cierre de los campamentos ilegales y las expulsiones, levantando una polémica en Bruselas que a punto estuvo de acabar ante los tribunales europeos.
Los gitanos son la principal minoría étnica en Europa, con una población estimada de entre 10 y 12 millones de personas, y hoy en día siguen siendo víctimas de discriminaciones en algunos países, así como de una extrema pobreza y de un acceso desigual a la educación y a los cuidados sanitarios, según las asociaciones que los representan.
Eugene Daumas, presidente de la Unión de Asociaciones Gitanas en Francia, criticó el "fichaje" al que son sometidas estas personas, en cuyo documento de identidad figuran las siglas "LC", en referencia al Librillo de Circulación, que todas las personas sin domicilio fijo están obligadas a tener en ese país.
"Actualmente, no nos queda otro remedio que Europa para poner fin a estas discriminaciones", afirmó Daumas, en referencia a la esperada actuación de la UE en esa materia.
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, presidente de turno de los 27, advirtió en enero de que sin una estrategia europea, esta comunidad hasta ahora sedentarizada corre el riesgo de "adoptar un estilo de vida nómada y empezar a errar" por el continente.
"Un tercio de las personas detenidas en Auschwitz eran gitanos, pero la mayoría de europeos lo ignora", subrayó el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, lamentando que sólo unos pocos Estados de la UE hayan reconocido oficialmente el genocidio de esa minoría.
Los historiadores estiman que el régimen nazi exterminó entre 220.000 y 550.000 gitanos, frente a seis millones de judíos.
"Se trata de un acto de memoria, pero también de una apuesta decidida para el futuro", explicó por su parte la ecologista francesa Catherine Grèze, promotora de la conmemoración en el hemiciclo europeo junto a dos eurodiputadas húngaras, una de ellas de origen gitano, y una rumana.
Hungría se ha propuesto adoptar, durante su presidencia de turno de la Unión Europea (UE), hasta el 30 de junio, una estrategia de integración para los gitanos.
La situación de estas personas en Europa suscitó nuevamente preocupación el año pasado, a raíz de las repatriaciones de miles de gitanos de Francia a sus países de origen, Rumania y Hungría.
En nombre de la seguridad, el presidente francés, el conservador Nicolas Sarkozy, aceleró el cierre de los campamentos ilegales y las expulsiones, levantando una polémica en Bruselas que a punto estuvo de acabar ante los tribunales europeos.
Los gitanos son la principal minoría étnica en Europa, con una población estimada de entre 10 y 12 millones de personas, y hoy en día siguen siendo víctimas de discriminaciones en algunos países, así como de una extrema pobreza y de un acceso desigual a la educación y a los cuidados sanitarios, según las asociaciones que los representan.
Eugene Daumas, presidente de la Unión de Asociaciones Gitanas en Francia, criticó el "fichaje" al que son sometidas estas personas, en cuyo documento de identidad figuran las siglas "LC", en referencia al Librillo de Circulación, que todas las personas sin domicilio fijo están obligadas a tener en ese país.
"Actualmente, no nos queda otro remedio que Europa para poner fin a estas discriminaciones", afirmó Daumas, en referencia a la esperada actuación de la UE en esa materia.
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, presidente de turno de los 27, advirtió en enero de que sin una estrategia europea, esta comunidad hasta ahora sedentarizada corre el riesgo de "adoptar un estilo de vida nómada y empezar a errar" por el continente.