Dos jugadores del Lech Poznan, de azul.
Polonia, un país de 38 millones de habitantes, lleva años sin brillar en el panorama internacional y queda muy lejos la actuación del Legia de Varsovia en los noventa, cuando fue finalista de la extinta Recopa en 1991 y cuartofinalista en la Liga de Campeones de 1996.
"Los clubes polacos están a la baja, tanto en las finanzas como en el juego. Hay un margen de progresión del 100% y la Eurocopa-2012 es una oportunidad para despegar", estima el presidente del Gornik Zabrze, Lukasz Mazur.
Los aficionados recuerdan con nostalgia los años en los que Polonia se colgó el oro olímpico en 1972 o en que fue tercera en los Mundiales de 1974 y 1982.
En aquellos años, los clubes estaban muy ligados al régimen comunista. Después de 1989, han tenido problemas para adaptarse a las nuevas reglas del mercado y a los métodos de dirección empresarial.
"Nuestro sistema de formación de jóvenes no es bueno. Necesitamos también un marketing eficaz, 'merchandising', beneficios procedentes de los partidos, traspasos lucrativos", declaró a la AFP Daniel Purzycki, de 35 años, que jugó en Polonia y en Inglaterra, antes de ser inversor en el negocio del fútbol.
La distancia es "enorme" entre la liga polaca y los principales campeonatos del continente, reconoció Krzysztof Sachs, que sigue la Ekstraklasa, la primera división polaca, para la asesoría Ernst&Young.
"Pero hay un potencial financiero creciente en el fútbol polaco y con un mercado tan importante no podemos tener una liga tan débil financiera y deportivamente", indicó a la AFP.
Los estadios vetustos han ido siendo abandonados por los aficionados, pero la Eurocopa puede suponer también un cambio. En 2007, la candidatura de Polonia y Ucrania fue elegida por sorpresa como anfitriona de la cita continental de 2012, tras prometer la construcción de nuevos recintos.
"Podemos imaginar que tener un fútbol de calidad es una condición previa a la construcción de nuevos estadios. En nuestro caso es al revés", comentó Marcin Herra, presidente de la parte polaca de la organización de la Eurocopa.
En Poznan, una de las cuatro ciudades-sede, el estadio de 43.000 plazas, propiedad municipal, fue inaugurado en septiembre y es muy frecuentado desde entonces. Los recintos de Gdansk, Wroclaw y Varsovia deberían estar terminados este año.
Como ocurre con otras ligas, la Ekstraklasa ha aumentado sus ingresos con los derechos de retransmisión televisiva, distribuidos entre sus dieciséis clubes.
"Por supuesto, Inglaterra, Francia, Alemania y España están fuera de nuestro alcance, ¿pero qué pasa con los holandeses, daneses o austríacos?", apuntó Sachs, vaticinando un salto cualitativo y cuantitativo del fútbol polaco.
"Los clubes polacos están a la baja, tanto en las finanzas como en el juego. Hay un margen de progresión del 100% y la Eurocopa-2012 es una oportunidad para despegar", estima el presidente del Gornik Zabrze, Lukasz Mazur.
Los aficionados recuerdan con nostalgia los años en los que Polonia se colgó el oro olímpico en 1972 o en que fue tercera en los Mundiales de 1974 y 1982.
En aquellos años, los clubes estaban muy ligados al régimen comunista. Después de 1989, han tenido problemas para adaptarse a las nuevas reglas del mercado y a los métodos de dirección empresarial.
"Nuestro sistema de formación de jóvenes no es bueno. Necesitamos también un marketing eficaz, 'merchandising', beneficios procedentes de los partidos, traspasos lucrativos", declaró a la AFP Daniel Purzycki, de 35 años, que jugó en Polonia y en Inglaterra, antes de ser inversor en el negocio del fútbol.
La distancia es "enorme" entre la liga polaca y los principales campeonatos del continente, reconoció Krzysztof Sachs, que sigue la Ekstraklasa, la primera división polaca, para la asesoría Ernst&Young.
"Pero hay un potencial financiero creciente en el fútbol polaco y con un mercado tan importante no podemos tener una liga tan débil financiera y deportivamente", indicó a la AFP.
Los estadios vetustos han ido siendo abandonados por los aficionados, pero la Eurocopa puede suponer también un cambio. En 2007, la candidatura de Polonia y Ucrania fue elegida por sorpresa como anfitriona de la cita continental de 2012, tras prometer la construcción de nuevos recintos.
"Podemos imaginar que tener un fútbol de calidad es una condición previa a la construcción de nuevos estadios. En nuestro caso es al revés", comentó Marcin Herra, presidente de la parte polaca de la organización de la Eurocopa.
En Poznan, una de las cuatro ciudades-sede, el estadio de 43.000 plazas, propiedad municipal, fue inaugurado en septiembre y es muy frecuentado desde entonces. Los recintos de Gdansk, Wroclaw y Varsovia deberían estar terminados este año.
Como ocurre con otras ligas, la Ekstraklasa ha aumentado sus ingresos con los derechos de retransmisión televisiva, distribuidos entre sus dieciséis clubes.
"Por supuesto, Inglaterra, Francia, Alemania y España están fuera de nuestro alcance, ¿pero qué pasa con los holandeses, daneses o austríacos?", apuntó Sachs, vaticinando un salto cualitativo y cuantitativo del fútbol polaco.