El servicio de cercanías de Renfe dependerá de la Generalitat de Catalunya a partir del 1 de enero de 2010, según el acuerdo político alcanzado esta mañana entre el president José Montilla y el ministro de Fomento, José Blanco, en el Palau de la Generalitat.
Montilla y Blanco también han anunciado que la nueva terminal del aeropuerto de El Prat, la T-1, entrará en funcionamiento el 16 de junio y que en el futuro contará con una estación de metro puesto que el Ministerio y la Generalitat han acordado licitar el proyecto de obras en los próximos meses para que llegue la línea 9.
El ministro visitará esta tarde la nueva terminal junto al conseller de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal.
Con el acuerdo sobre las cercanías se pone fin a más de dos años de negociaciones para culminar este traspaso previsto en el artículo 169 del Estatut, cuya financiación no se ha concretado. La transferencia se formalizará en la reunión de la comisión bilateral Estado-Generalitat prevista para julio.
El traspaso implica también que la Generalitat participará en el nombramiento de la dirección del servicio de cercanías.
Según explicó Montilla, el 1 de enero se subrrogará el contrato programa del Estado con Renfe, y la Generalitat pasará a ser la responsable de la regulación, planificación, gestión, coordinación e inspección del servicio de cercanías. Asimismo se establecerá un sistema de control mixto, que será el encargado de proponer la dirección del servicio.
Cuando acabe el contrato programa, en el caso que no se renueve, los medios materiales y recursos humanos adscritos se traspasarían a la Generalitat. También se suscribirá un acuerdo marco entre Generalitat y Adif sobre la explotación de las infraestructuras ferroviarias.
Montilla destacó que el acuerdo deja manos libres al Govern para decidir si a partir de 2011 Renfe prosigue o no al frente del servicio. "A finales del año 2010, que es cuando finaliza el contrato programa, podría ser que la Generalitat pensara que Renfe es un buen proveedor de servicios [...] o podría ser también lo contrario, que pensase conveniente asumir los medios materiales y humanos de Renfe Operadora Cercanías y que pasase a ser una empresa publica de la Generalitat la que prestase el servicio, siempre manteniendo los derechos de los trabajadores".
El ministro José Blanco se felicitó por el acuerdo y recordó que ya en su toma de posesión señaló a Catalunya como una de las prioridades de su departamento. En este sentido, subrayó la importancia de las inversiones previstas en el plan de cercanías del Gobierno en Catalunya.
Blanco aseguró que en junio llevará al Consejo de Ministros la licitación de las obras de la futura estación intermodal de Reus y dejó claro que el corredor del Mediterráneo es una "prioridad" para el Gobierno. La estación de Reus, que estará situada al sur del aeropuerto, debe permitir la conexión en 2012 del corredor del Mediterráneo con el AVE. También se comprometió a que el AVE entre Barcelona y la frontera francesa esté listo en 2012.
Sobre otras infraestructuras pendientes, precisó que la pata sur de la variante de Figueres estará acabada en 2010, que el segundo cinturón de Tarragona entrará en servicio este año y que la autovía B-40 hasta Terrassa se pondrá en marcha "paulatinamente".
Tras abandonar el Palau de la Generalitat, el ministro visitó las obras del AVE del ámbito de Sant Andreu-Sagrera, donde prometió que en 15 días se desbloqueará la financiación de la estación de La Sagrera, que no se puede costear parcialmente con las plusvalías que preveían obtener por el hotel y oficinas que se construirán encima por culpa de la crisis.
En su visita a las obras, Blanco estuvo acompañado del conseller de Política Territorial i Obres Públiques, Joaquim Nadal, el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, el delegado del Gobierno en Catalunya, Joan Rangel, y el presidente de Adif, Antonio González.
Montilla y Blanco también han anunciado que la nueva terminal del aeropuerto de El Prat, la T-1, entrará en funcionamiento el 16 de junio y que en el futuro contará con una estación de metro puesto que el Ministerio y la Generalitat han acordado licitar el proyecto de obras en los próximos meses para que llegue la línea 9.
El ministro visitará esta tarde la nueva terminal junto al conseller de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal.
Con el acuerdo sobre las cercanías se pone fin a más de dos años de negociaciones para culminar este traspaso previsto en el artículo 169 del Estatut, cuya financiación no se ha concretado. La transferencia se formalizará en la reunión de la comisión bilateral Estado-Generalitat prevista para julio.
El traspaso implica también que la Generalitat participará en el nombramiento de la dirección del servicio de cercanías.
Según explicó Montilla, el 1 de enero se subrrogará el contrato programa del Estado con Renfe, y la Generalitat pasará a ser la responsable de la regulación, planificación, gestión, coordinación e inspección del servicio de cercanías. Asimismo se establecerá un sistema de control mixto, que será el encargado de proponer la dirección del servicio.
Cuando acabe el contrato programa, en el caso que no se renueve, los medios materiales y recursos humanos adscritos se traspasarían a la Generalitat. También se suscribirá un acuerdo marco entre Generalitat y Adif sobre la explotación de las infraestructuras ferroviarias.
Montilla destacó que el acuerdo deja manos libres al Govern para decidir si a partir de 2011 Renfe prosigue o no al frente del servicio. "A finales del año 2010, que es cuando finaliza el contrato programa, podría ser que la Generalitat pensara que Renfe es un buen proveedor de servicios [...] o podría ser también lo contrario, que pensase conveniente asumir los medios materiales y humanos de Renfe Operadora Cercanías y que pasase a ser una empresa publica de la Generalitat la que prestase el servicio, siempre manteniendo los derechos de los trabajadores".
El ministro José Blanco se felicitó por el acuerdo y recordó que ya en su toma de posesión señaló a Catalunya como una de las prioridades de su departamento. En este sentido, subrayó la importancia de las inversiones previstas en el plan de cercanías del Gobierno en Catalunya.
Blanco aseguró que en junio llevará al Consejo de Ministros la licitación de las obras de la futura estación intermodal de Reus y dejó claro que el corredor del Mediterráneo es una "prioridad" para el Gobierno. La estación de Reus, que estará situada al sur del aeropuerto, debe permitir la conexión en 2012 del corredor del Mediterráneo con el AVE. También se comprometió a que el AVE entre Barcelona y la frontera francesa esté listo en 2012.
Sobre otras infraestructuras pendientes, precisó que la pata sur de la variante de Figueres estará acabada en 2010, que el segundo cinturón de Tarragona entrará en servicio este año y que la autovía B-40 hasta Terrassa se pondrá en marcha "paulatinamente".
Tras abandonar el Palau de la Generalitat, el ministro visitó las obras del AVE del ámbito de Sant Andreu-Sagrera, donde prometió que en 15 días se desbloqueará la financiación de la estación de La Sagrera, que no se puede costear parcialmente con las plusvalías que preveían obtener por el hotel y oficinas que se construirán encima por culpa de la crisis.
En su visita a las obras, Blanco estuvo acompañado del conseller de Política Territorial i Obres Públiques, Joaquim Nadal, el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, el delegado del Gobierno en Catalunya, Joan Rangel, y el presidente de Adif, Antonio González.