Tzipi Livni
Esta orden fue emitida hace dos meses en contra de la presidenta de la Oposición, Tzipi Livni, lo que llevó a la cancelación de su viaje al Reino Unido y a una creciente tensión en las relaciones entre Israel y el Reino Unido.
Según el informe, la controversia que rodea el cambio de las leyes tiene sus raíces en las próximas elecciones generales que tendrán lugar en el país en mayo. El ministro de Justicia, Jack Straw, advirtió en contra de cambios súbitos en un asunto tan fundamental.
Según el periódico, Straw cree que tal posibilidad debería ser explorada por un organismo tal como el Comité de Selección de la Justicia y que debería retrasarse cualquier nueva ley hasta después de las elecciones.
Otro factor que se interpone en el camino de un cambio legislativo es que 119 miembros del Parlamento, la mayoría de ellos del Partido Laborista, firmaron una moción para no cambiar la ley en los tres meses que quedan hasta las elecciones.
Según el informe, a pesar de la urgencia del ministro de Exteriores británico, David Miliband, para que el Parlamento aborde este tema ahora, Westminster no tiene aparentemente la intención de abordarlo. El gobierno británico está preocupado por el hecho de que las ya tirantes relaciones con Israel se deterioren aún más, especialmente si el asunto cae víctima de las negociaciones parlamentarias entre los partidos en vísperas de las elecciones, lo que llevaría al gobierno británico a una situación aún más embarazosa.
En una entrevista con el periódico, Livni dijo que ella estaría dispuesta a viajar al Reino Unido para “recoger la bala” si el hecho de colocar al sistema británico “en una situación embarazosa” fuera “la única vía de producir un cambio en el sistema. “El Reino Unido me ha obligado a mí personalmente a colocarme en una posición que asegure que dicho tema sea resuelto,” dijo Livni.
El gobierno israelí confirmó el pasado año que Livni había cancelado un planeado viaje a Londres después de que su oficina recibiera noticias de que se preparaba una orden de arresto contra ella.
Yigal Palmot, el portavoz del Ministerio de Exteriores israelí, dijo: “Si los dignatarios israelíes no pueden viajar sin obstáculos al Reino Unido, entonces no viajarán. Automáticamente, el diálogo político entre los dos países se reducirá. Esto no es algo que Londres o (el) Jerusalén (ocupado) quieran.”
El pasado mes, la baronesa Asthal Patricia Scotland visitó Tel Aviv para tranquilizar a los líderes políticos y militares israelíes que mostraron su preocupación por la posibilidad de ser arrestados en el Reino Unido, un tema que el gobierno israelí se ha tomado muy en serio. Scotland dijo que la política del Reino Unido debía ser “cambiada urgentemente.”
Según el informe, la controversia que rodea el cambio de las leyes tiene sus raíces en las próximas elecciones generales que tendrán lugar en el país en mayo. El ministro de Justicia, Jack Straw, advirtió en contra de cambios súbitos en un asunto tan fundamental.
Según el periódico, Straw cree que tal posibilidad debería ser explorada por un organismo tal como el Comité de Selección de la Justicia y que debería retrasarse cualquier nueva ley hasta después de las elecciones.
Otro factor que se interpone en el camino de un cambio legislativo es que 119 miembros del Parlamento, la mayoría de ellos del Partido Laborista, firmaron una moción para no cambiar la ley en los tres meses que quedan hasta las elecciones.
Según el informe, a pesar de la urgencia del ministro de Exteriores británico, David Miliband, para que el Parlamento aborde este tema ahora, Westminster no tiene aparentemente la intención de abordarlo. El gobierno británico está preocupado por el hecho de que las ya tirantes relaciones con Israel se deterioren aún más, especialmente si el asunto cae víctima de las negociaciones parlamentarias entre los partidos en vísperas de las elecciones, lo que llevaría al gobierno británico a una situación aún más embarazosa.
En una entrevista con el periódico, Livni dijo que ella estaría dispuesta a viajar al Reino Unido para “recoger la bala” si el hecho de colocar al sistema británico “en una situación embarazosa” fuera “la única vía de producir un cambio en el sistema. “El Reino Unido me ha obligado a mí personalmente a colocarme en una posición que asegure que dicho tema sea resuelto,” dijo Livni.
El gobierno israelí confirmó el pasado año que Livni había cancelado un planeado viaje a Londres después de que su oficina recibiera noticias de que se preparaba una orden de arresto contra ella.
Yigal Palmot, el portavoz del Ministerio de Exteriores israelí, dijo: “Si los dignatarios israelíes no pueden viajar sin obstáculos al Reino Unido, entonces no viajarán. Automáticamente, el diálogo político entre los dos países se reducirá. Esto no es algo que Londres o (el) Jerusalén (ocupado) quieran.”
El pasado mes, la baronesa Asthal Patricia Scotland visitó Tel Aviv para tranquilizar a los líderes políticos y militares israelíes que mostraron su preocupación por la posibilidad de ser arrestados en el Reino Unido, un tema que el gobierno israelí se ha tomado muy en serio. Scotland dijo que la política del Reino Unido debía ser “cambiada urgentemente.”