La costa mediterránea francesa
"La recuperación es real. Las cosas no podrían ir mejor actualmente", se alegra Didier le Calvez, PDG del hotel Bristol, prestigioso hotel parisino donde los precios de una noche van desde los 650 hasta los 13.000 euros. "Julio ha sido realmente excepcional".
Con un índice de ocupación del 90,5% y un precio medio de 916,7 euros por cuarto y noche según el gabinete MKG, el mes de julio ha sido particularmente fasto para los siete 'palaces' parisinos: Ritz, Bristol, Crillon, Meurice, Plaza-Athénée, George V y Fouquet's Barrière.
"Este verano está siendo magnífico. La clientela árabe y rusa ha regresado después de la crisis", señala Georges Panayotis, presidente de MKG.
La crisis financiera de otoño de 2008, en la que muchas fortunas mundiales se han fundido, repercutió de inmediato en las reservas de los hoteles de lujo. El verano de 2009 estuvo marcado por una clara recuperación y en el actual se recuperan los niveles de 2008.
"Este verano estamos volviendo apenas a los niveles anteriores de la crisis", explica Vanguelis Panayotis, director de desarrollo en MKG.
La recuperación de la economía mundial y un cambio del euro favorable para los turistas contribuyen a que los hoteles de lujo se vuelvan a llenar con clientes extranjeros ricos.
En el sur, "están de vuelta las clientelas de los mercados emergentes que disponen de presupuestos más altos", sobre todo de Asia, dejando aparte a Japón, y de Sudamérica, mientras que los rusos siguen estando muy presentes, señala el Observatorio del Turismo Riviera Costa Azul.
Según un estudio publicado en junio, el mundo contaba de nuevo con diez millones de millonarios en 2009, es decir 1,4 millones más que durante la crisis de 2008. Las alzas más fuertes se observaban en la región Asia-Pacífico, sobre todo en la India (+50%) y China (+31%), según este estudio del banco Merrill Lynch y la sociedad consejo Capgemini.
"La economía funciona bien en Brasil, en Asia, los dólares australiano y estadounidense andan bien, los medio-orientales están de vuelta... Es un momento privilegiado, en el que todos los mercados van bien", se congratula Calvez, del Bristol, que dispone de un restaurante 3 estrellas.
Desde la primavera de 2010, los palaces también señalan un nuevo auge de las suites, de baja durante la crisis en provecho de las habitaciones.
Las 60 suites del hotel Georges V, con precios que oscilan entre 3.000 y 13.000 euros, están "tan llenas" este verano como las habitaciones, que tienen como precio de base 750 euros, explica su director, Marc-Olivier Raffray.
El Hotel du Palais, que domina la gran playa de Biarritz, en la costa vasca francesa, está completo, asegura Jean-Louis Leimbacher, su director general.
"Después del índice de ocupación excelente en la temporada de verano de 2009, estamos al 100% en agosto de este año", precisa, y recuerda que las 150 habitaciones cuestan por término medio 500 euros por noche.
Residencia de verano ofrecida por Napoleón III a la emperatriz Eugenia de Montijo, el Palais cuenta con un 60% de clientes extranjeros, y los más numerosos son los rusos.
El mes de agosto se anuncia bueno pero las cifras no alcanzarán las puntas de julio, sobre todo por la marcha de la clientela medio-oriental que observa el ramadán.
En cuanto a la temporada otoñal, indica el director del George V, "se presenta relativamente bien, pero mejor ser prudente".
Con un índice de ocupación del 90,5% y un precio medio de 916,7 euros por cuarto y noche según el gabinete MKG, el mes de julio ha sido particularmente fasto para los siete 'palaces' parisinos: Ritz, Bristol, Crillon, Meurice, Plaza-Athénée, George V y Fouquet's Barrière.
"Este verano está siendo magnífico. La clientela árabe y rusa ha regresado después de la crisis", señala Georges Panayotis, presidente de MKG.
La crisis financiera de otoño de 2008, en la que muchas fortunas mundiales se han fundido, repercutió de inmediato en las reservas de los hoteles de lujo. El verano de 2009 estuvo marcado por una clara recuperación y en el actual se recuperan los niveles de 2008.
"Este verano estamos volviendo apenas a los niveles anteriores de la crisis", explica Vanguelis Panayotis, director de desarrollo en MKG.
La recuperación de la economía mundial y un cambio del euro favorable para los turistas contribuyen a que los hoteles de lujo se vuelvan a llenar con clientes extranjeros ricos.
En el sur, "están de vuelta las clientelas de los mercados emergentes que disponen de presupuestos más altos", sobre todo de Asia, dejando aparte a Japón, y de Sudamérica, mientras que los rusos siguen estando muy presentes, señala el Observatorio del Turismo Riviera Costa Azul.
Según un estudio publicado en junio, el mundo contaba de nuevo con diez millones de millonarios en 2009, es decir 1,4 millones más que durante la crisis de 2008. Las alzas más fuertes se observaban en la región Asia-Pacífico, sobre todo en la India (+50%) y China (+31%), según este estudio del banco Merrill Lynch y la sociedad consejo Capgemini.
"La economía funciona bien en Brasil, en Asia, los dólares australiano y estadounidense andan bien, los medio-orientales están de vuelta... Es un momento privilegiado, en el que todos los mercados van bien", se congratula Calvez, del Bristol, que dispone de un restaurante 3 estrellas.
Desde la primavera de 2010, los palaces también señalan un nuevo auge de las suites, de baja durante la crisis en provecho de las habitaciones.
Las 60 suites del hotel Georges V, con precios que oscilan entre 3.000 y 13.000 euros, están "tan llenas" este verano como las habitaciones, que tienen como precio de base 750 euros, explica su director, Marc-Olivier Raffray.
El Hotel du Palais, que domina la gran playa de Biarritz, en la costa vasca francesa, está completo, asegura Jean-Louis Leimbacher, su director general.
"Después del índice de ocupación excelente en la temporada de verano de 2009, estamos al 100% en agosto de este año", precisa, y recuerda que las 150 habitaciones cuestan por término medio 500 euros por noche.
Residencia de verano ofrecida por Napoleón III a la emperatriz Eugenia de Montijo, el Palais cuenta con un 60% de clientes extranjeros, y los más numerosos son los rusos.
El mes de agosto se anuncia bueno pero las cifras no alcanzarán las puntas de julio, sobre todo por la marcha de la clientela medio-oriental que observa el ramadán.
En cuanto a la temporada otoñal, indica el director del George V, "se presenta relativamente bien, pero mejor ser prudente".