Hace 13.400 años, antes de que el hombre los cazara, el centenar de especies de herbívoros que poblaban el Nuevo Mundo expulsaban enormes cantidades de metano por las dos extremidades de su tubo digestivo.
Aunque el metano es un gas con efecto invernadero treinta veces más potente que el dióxido de carbono (CO2), las emisiones de metano de esta fauna no bastaban para provocar un calentamiento global del clima.
Pero, según los trabajos publicados el domingo por la revista científica Nature Geoscience, la aparición hace 12.700 años de un periodo glaciar de un millar de años conocido con el nombre de Dryas reciente, podría estar relacionada con la brusca disminución de estas emisiones. La temperatura media cayó entonces en 7ºC.
La extinción de los grandes herbívoros "ha tenido profundos efectos sobre las emisiones de metano y las concentraciones atmosféricas en metano", lo cual puede haber acarreado un "cambio repentino del clima", según Felissa Smith (Universidad de Nuevo México, Albuquerque, Estados Unidos) y otros dos investigadores.
"Pensamos que la pérdida de la megafauna podría explicar entre el 12,5% y el 100% de la reducción de metano observado", resumen los investigadores, para quien la extinción de estos grandes herbívoros es el "primer evento catastrófico atribuido a la actividad humana".
Si tal es el caso, el Antropoceno, época en la que el ser humano ha tenido efectos mayores en el clima, no habría empezado con la revolución industrial, hace dos siglos, sino con la llegada masiva de predadores bípedos a América, hace 13.400 años. Los investigadores proponen entonces remontar la fecha del inicio del Antropoceno unos 13 milenios.
Antes de la intervención del hombre, los herbívoros prehistóricos americanos emitían alrededor de diez millones de toneladas de metano (entre 2,3 y 25 millones de toneladas) en la atmósfera por año, según las extrapolaciones de los investigadores a partir de emisiones de rumiantes actuales.
Sin embargo, según muestras que retrazan el historial del clima, se observó una caída repentina de la concentración del metano en el atmósfera de 180 ppbv (partes por mil millones por volumen) en una época que coincide con la extinción de los grandes herbívoros estadounidenses y el inicio del periodo glaciar de Dryas reciente.
A una reducción de 20 ppbv de la concentración de metano correspondería una caída de la temperatura de alrededor de 1ºC, según otros datos climáticos.
Aunque el metano es un gas con efecto invernadero treinta veces más potente que el dióxido de carbono (CO2), las emisiones de metano de esta fauna no bastaban para provocar un calentamiento global del clima.
Pero, según los trabajos publicados el domingo por la revista científica Nature Geoscience, la aparición hace 12.700 años de un periodo glaciar de un millar de años conocido con el nombre de Dryas reciente, podría estar relacionada con la brusca disminución de estas emisiones. La temperatura media cayó entonces en 7ºC.
La extinción de los grandes herbívoros "ha tenido profundos efectos sobre las emisiones de metano y las concentraciones atmosféricas en metano", lo cual puede haber acarreado un "cambio repentino del clima", según Felissa Smith (Universidad de Nuevo México, Albuquerque, Estados Unidos) y otros dos investigadores.
"Pensamos que la pérdida de la megafauna podría explicar entre el 12,5% y el 100% de la reducción de metano observado", resumen los investigadores, para quien la extinción de estos grandes herbívoros es el "primer evento catastrófico atribuido a la actividad humana".
Si tal es el caso, el Antropoceno, época en la que el ser humano ha tenido efectos mayores en el clima, no habría empezado con la revolución industrial, hace dos siglos, sino con la llegada masiva de predadores bípedos a América, hace 13.400 años. Los investigadores proponen entonces remontar la fecha del inicio del Antropoceno unos 13 milenios.
Antes de la intervención del hombre, los herbívoros prehistóricos americanos emitían alrededor de diez millones de toneladas de metano (entre 2,3 y 25 millones de toneladas) en la atmósfera por año, según las extrapolaciones de los investigadores a partir de emisiones de rumiantes actuales.
Sin embargo, según muestras que retrazan el historial del clima, se observó una caída repentina de la concentración del metano en el atmósfera de 180 ppbv (partes por mil millones por volumen) en una época que coincide con la extinción de los grandes herbívoros estadounidenses y el inicio del periodo glaciar de Dryas reciente.
A una reducción de 20 ppbv de la concentración de metano correspondería una caída de la temperatura de alrededor de 1ºC, según otros datos climáticos.