Así lo anunció el director de la Real Academia Española (RAE), Darío Villanueva, tras dos jornadas de trabajo sobre el tema en la sede del organismo en las que se acordó "constituir en el Estado de Israel una academia nacional del ladino", como se conoce al judeoespañol.
La nueva academia se convertirá en la "hermana" número 24 de la RAE después de las que existen ya en España, América, Filipinas y Guinea Ecuatorial y que están integradas en la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE).
"Hay un sitio que está esperando al judeoespañol en la ASALE y ese sitio podrá ser muy pronto ocupado para alegría de toda la comunidad hispanística del mundo entero", celebró Villanueva al presentar las conclusiones de las jornadas.
"Estamos viviendo un momento digno de recuerdo", completó David Hatchwell de la Fundación Hispanojudía, entidad cultural española impulsora de las jornadas. Tamar Alexander-Frizer, de la Autoridad Nasionala del Ladino i su Kultura de Israel, sentenció en el mismo tono emocionado: "Puedo oír las alas de la historia".
El judeoespañol, ladino o sefardí (como se conoce a los judíos de España y sus descendientes) cuenta actualmente con unos 150.000 hablantes, la mayoría en Israel. La nueva academia busca proteger la lengua de su extinción y aclarar diversas controversias que la rodean, comenzando por su denominación.
Durante la inauguración el lunes, Villanueva recordó que el año 1492 fue clave para el español por la publicación de la primera Gramática de la lengua castellana, la de Antonio de Nebrija, pero también por la expulsión de los judíos por parte de los reyes Católicos.
"Los sefardíes se llevaron algo intangible pero mucho más rico y poderoso: la lengua que, en una proeza histórica, mantuvieron hasta hoy en día", señaló Villanueva. Las jornadas buscaron "fijar un futuro de realizaciones comunes que permitan fijar todavía más esa lengua de todos".
En la convención participaron también el secretario de la ASALE, Francisco Javier Pérez, y expertos de la Autoridad Nasionala del Ladino i su Kultura de Israel y del Instituto Salti para el Estudio del Ladino de la Universidad Bar Ilán de Israel.
La nueva academia se convertirá en la "hermana" número 24 de la RAE después de las que existen ya en España, América, Filipinas y Guinea Ecuatorial y que están integradas en la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE).
"Hay un sitio que está esperando al judeoespañol en la ASALE y ese sitio podrá ser muy pronto ocupado para alegría de toda la comunidad hispanística del mundo entero", celebró Villanueva al presentar las conclusiones de las jornadas.
"Estamos viviendo un momento digno de recuerdo", completó David Hatchwell de la Fundación Hispanojudía, entidad cultural española impulsora de las jornadas. Tamar Alexander-Frizer, de la Autoridad Nasionala del Ladino i su Kultura de Israel, sentenció en el mismo tono emocionado: "Puedo oír las alas de la historia".
El judeoespañol, ladino o sefardí (como se conoce a los judíos de España y sus descendientes) cuenta actualmente con unos 150.000 hablantes, la mayoría en Israel. La nueva academia busca proteger la lengua de su extinción y aclarar diversas controversias que la rodean, comenzando por su denominación.
Durante la inauguración el lunes, Villanueva recordó que el año 1492 fue clave para el español por la publicación de la primera Gramática de la lengua castellana, la de Antonio de Nebrija, pero también por la expulsión de los judíos por parte de los reyes Católicos.
"Los sefardíes se llevaron algo intangible pero mucho más rico y poderoso: la lengua que, en una proeza histórica, mantuvieron hasta hoy en día", señaló Villanueva. Las jornadas buscaron "fijar un futuro de realizaciones comunes que permitan fijar todavía más esa lengua de todos".
En la convención participaron también el secretario de la ASALE, Francisco Javier Pérez, y expertos de la Autoridad Nasionala del Ladino i su Kultura de Israel y del Instituto Salti para el Estudio del Ladino de la Universidad Bar Ilán de Israel.