La fiesta familiar de Thanksgiving amenazada por la fiebre consumista


WASHINGTON. - Estados Unidos celebra este jueves el día de Acción de Gracias, uno de sus feriados más importantes, pero algunos temen que la pasión por las compras del "Viernes Negro", que sigue a la tradicional cena y lanza la temporada de ventas navideña, sea aún más desenfrenada este año.



La fiesta familiar de Thanksgiving amenazada por la fiebre consumista
Para festejar Thanksgiving, que supone un feriado de cuatro días, unos 38,2 millones de estadounidenses toman por asalto las carreteras y 3,4 millones los aviones, según cifras de la American Automobile Association (AAA).
La mayoría se reúne con su familia y 88% comparte el tradicional pavo, de acuerdo con la Federación Nacional del Pavo. Durante esta fiesta se consumen 46 millones de estas aves menos una: la que Barack Obama haya perdonado la víspera, conforme al ritual anual que cumplen los presidentes estadounidenses.
Tras el típico postre de pastel de calabaza, muchos corren a los centros comerciales para no perderse los descuentos del Viernes Negro, cuando los minoristas bajan los precios de la vestimenta, los juguetes y los productos electrónicos.
Este año se espera incluso una mayor locura consumista.
"La cantidad de compradores del Viernes Negro se incrementará de 212 millones el año pasado a 225 millones este año", señaló blackfriday2011.com, una especie de Wikileaks de los consumidores que buscan anuncios del Viernes Negro.
Tan importante es el Viernes Negro para los minoristas -potencialmente supone más de 20.000 millones de dólares en ventas, según la firma de análisis de mercado SpendingPulse- que muchas de las grandes tiendas este viernes abrirán más temprano que nunca.
Sears tiene previsto abrir sus puertas la mañana del mismo día de Acción de Gracias, mientras que en Toys 'R' Us se podrá comprar desde las 22H00 del jueves, un horario inédito para esta cadena de jugueterías. Los hipermercados Walmart Supercenters directamente no cerrarán.
"Todos están tratando de ganar la cuota de mercado de los otros", dijo a la AFP Cynthia Groves, directora de la consultora Newmarket Knight Frank en Washington.
No todos están contentos. Más de 190.000 personas firmaron una petición en línea solicitando a Target, una cadena de tiendas por departamentos y de alimentos, reconsiderar su plan de abrir en la medianoche del mismo jueves de Acción de Gracias.
"Es un feriado nacional, no un día de compras nacional", escribió uno de los firmantes, Bryce Allision, de Portland, Oregon (noroeste). "Animar a la gente a comprar en el medio de la noche es muy extraño", añadió Scotty Brookie de Santa Cruz, California (oeste).
Anthony Hardwick, de 29 años, un empleado de Target en Omaha, Nebraska (centro), inició la petición porque consideraba injusto que los empleados tuvieran que trabajar en un feriado familiar.
Pero Anahita Cameron, de recursos humanos de Target, defendió la idea de salir a buscar gangas en la madrugada.
"Nuestros invitados han expresado que prefieren iniciar sus compras navideñas después del festejo familiar en lugar de tener que levantarse de madrugada", dijo, utilizando el eufemismo de "invitados" para referirse a los clientes.
Todo esto está muy lejos de la original celebración de Acción de Gracias en 1621, cuando los colonos de Inglaterra compartieron con los nativos americanos una fiesta de tres días en el actual estado de Massachusetts (noreste), para dar gracias a Dios por las abundantes cosechas y a los indígenas de la región por ayudarlos a sobrevivir en el Nuevo Mundo.
Emular esa comida cuesta hoy cerca de 50 dólares para una familia de 10 personas, unos 5,73 dólares más que el año pasado, según estimaciones de la Federación Estadounidense de Granjas (AFBF, por su sigla en inglés).
Esta estimación incluye un pavo de unos ocho kilos relleno de pan, salchicha, apio y especias, acompañado de salsa de arándanos ácidos, guisantes, patatas dulces, zanahorias, pan y mantequilla, pastel de calabaza con crema batida, y café y leche, pero no incluye bebidas alcohólicas como vino o cerveza.
El pavo resulta este año 22% más caro, debido en parte a la creciente demanda de China de pavos estadounidenses.
Muchos que no quieren preparar una gran cena -y lavar platos después- están optando por hacer su cena de Acción de Gracias en restaurantes, como el Green Mill en Wichita, Kansas (centro), que ofrece un menú especial de 13,95 dólares por adulto y 9,95 dólares para niños menores de 10.
"Muchas personas parecen estar interesadas en salir a comer fuera el día de Acción de Gracias", dijo el economista John Anderson de la AFBF, quien tiene planes de hacer eso con su familia este año. "Se ahorra tiempo", dijo.
 
Miércoles, 23 de Noviembre 2011
AFP (Agencia France-Presse)
           


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