El Tevatron.
El Tevatron, situado cerca de Chicago, ha quedado obsoleto, superado por el acelerador de partículas más potente del mundo, el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) construido en los Alpes, en la frontera franco-suiza, por el Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN), un consorcio de 20 naciones.
Parece poco probable que Estados Unidos, que una vez dominó ese campo de estudio y cosechó los frutos de los descubrimientos y las innovaciones tecnológicas, sea capaz de conseguir los recursos para llevar adelante el próximo gran proyecto de la física de partículas.
Por eso, los físicos estadounidenses trabajan con el CERN en proyectos como la búsqueda del famoso bosón de Higgs, una misteriosa partícula elemental.
"En nuestro campo de investigación no nos agarramos la cabeza si fuimos superados por otro equipo", dijo Pier Oddone, director del Fermi National Accelerator Laboratory (Fermilab), que opera el Tevatron.
"La idea es centrarnos en aquellas áreas donde podemos hacer las mayores contribuciones", dijo Oddone a la AFP.
"A veces los mayores descubrimientos provienen de proyectos más pequeños", agregó.
El retiro del Tevatron, un anillo de 6,3 km enterrado en las praderas de Illinois, en el norte del país, e inaugurado en 1983, ocurre en un momento difícil para la ciencia estadounidense, cuya supremacía mundial permaneció intacta durante más de medio siglo.
La NASA, por ejemplo, realizó su última misión del transbordador espacial en julio. Y la profunda recesión económica dificulta la financiación del gobierno de proyectos de investigación.
La misma ciencia se ha politizado, con el avance de posiciones ultraconservadoras, que descreen de la evolución y de la contribución humana al calentamiento global.
Los científicos de Fermilab dicen que no pueden predecir lo que Estados Unidos perderá al ceder la física de alta energía a Europa. Pero los beneficios del Tevatron son mucho más fáciles de cuantificar.
"El Tevatron ha hecho fenomenales contribuciones a la física de partículas", dijo el director general del CERN, Rolf Heuer.
Lo más destacado es sin duda el descubrimiento en 1995 del quark top, una rara partícula elemental, pero hay muchos más, dijo.
Uno de los avances más concretos que permitió el Tevatron es el uso generalizado de la resonancia magnética nuclear (RMN) para el diagnóstico médico.
"Nadie se imaginaba que habría derivaciones en el proyecto que finalmente serían importantes para salvar la vida de su esposa o de su hija o de su abuela..., sin embargo, eso es exactamente lo que pasó", dijo Stuart Henderson, subdirector del Fermilab.
El próximo gran descubrimiento en el Fermilab podría surgir de tres nuevos proyectos financiados en parte por los 50 millones de dólares que antes se destinaban anualmente al Tevatron.
Los científicos están construyendo una cámara para detectar la energía oscura, una forma desconocida de energía en el universo -más del 70% del total- que explicaría la expansión acelerada del cosmos.
También están construyendo un haz de neutrinos que podría ayudar a explicar por qué el universo tiene más materia que antimateria.
Además, buscan desarrollar el Proyecto X, el acelerador de protones más potente del mundo.
"Estamos en condiciones en Estados Unidos de consolidar realmente nuestro papel de liderazgo", dijo Henderson. "Y el Proyecto X realmente proporciona una plataforma para que lo hagamos en los próximos 20 a 30 años".
Parece poco probable que Estados Unidos, que una vez dominó ese campo de estudio y cosechó los frutos de los descubrimientos y las innovaciones tecnológicas, sea capaz de conseguir los recursos para llevar adelante el próximo gran proyecto de la física de partículas.
Por eso, los físicos estadounidenses trabajan con el CERN en proyectos como la búsqueda del famoso bosón de Higgs, una misteriosa partícula elemental.
"En nuestro campo de investigación no nos agarramos la cabeza si fuimos superados por otro equipo", dijo Pier Oddone, director del Fermi National Accelerator Laboratory (Fermilab), que opera el Tevatron.
"La idea es centrarnos en aquellas áreas donde podemos hacer las mayores contribuciones", dijo Oddone a la AFP.
"A veces los mayores descubrimientos provienen de proyectos más pequeños", agregó.
El retiro del Tevatron, un anillo de 6,3 km enterrado en las praderas de Illinois, en el norte del país, e inaugurado en 1983, ocurre en un momento difícil para la ciencia estadounidense, cuya supremacía mundial permaneció intacta durante más de medio siglo.
La NASA, por ejemplo, realizó su última misión del transbordador espacial en julio. Y la profunda recesión económica dificulta la financiación del gobierno de proyectos de investigación.
La misma ciencia se ha politizado, con el avance de posiciones ultraconservadoras, que descreen de la evolución y de la contribución humana al calentamiento global.
Los científicos de Fermilab dicen que no pueden predecir lo que Estados Unidos perderá al ceder la física de alta energía a Europa. Pero los beneficios del Tevatron son mucho más fáciles de cuantificar.
"El Tevatron ha hecho fenomenales contribuciones a la física de partículas", dijo el director general del CERN, Rolf Heuer.
Lo más destacado es sin duda el descubrimiento en 1995 del quark top, una rara partícula elemental, pero hay muchos más, dijo.
Uno de los avances más concretos que permitió el Tevatron es el uso generalizado de la resonancia magnética nuclear (RMN) para el diagnóstico médico.
"Nadie se imaginaba que habría derivaciones en el proyecto que finalmente serían importantes para salvar la vida de su esposa o de su hija o de su abuela..., sin embargo, eso es exactamente lo que pasó", dijo Stuart Henderson, subdirector del Fermilab.
El próximo gran descubrimiento en el Fermilab podría surgir de tres nuevos proyectos financiados en parte por los 50 millones de dólares que antes se destinaban anualmente al Tevatron.
Los científicos están construyendo una cámara para detectar la energía oscura, una forma desconocida de energía en el universo -más del 70% del total- que explicaría la expansión acelerada del cosmos.
También están construyendo un haz de neutrinos que podría ayudar a explicar por qué el universo tiene más materia que antimateria.
Además, buscan desarrollar el Proyecto X, el acelerador de protones más potente del mundo.
"Estamos en condiciones en Estados Unidos de consolidar realmente nuestro papel de liderazgo", dijo Henderson. "Y el Proyecto X realmente proporciona una plataforma para que lo hagamos en los próximos 20 a 30 años".