May aceptó sorpresivamente la noche del lunes varias enmiendas de Jacob Rees-Mogg, defensor del "Brexit" duro, es decir, de una salida de la UE que implique también abandonar la unión aduanera y el mercado común del bloque europeo, formado actualmente por 28 países. En este caso las enmiendas afectaron a la nueva ley de aduanas. Según los críticos, con esas enmiendas es casi imposible que Bruselas acepte las propuestas de May para un acuerdo de aduanas con Reino Unido.
Rees-Mogg lidera un grupo de 60 defensores del "Brexit" duro dentro del grupo parlamentario del Gobierno de la primera ministra conservadora.
La disputa por el nuevo plan para el "Brexit", que prevé mantener una estrecha alianza con la Unión Europea, hizo que la semana pasada dejaran el cargo el ministro del "Brexit", David Davis, así como el hasta entonces titular de Exteriores, Boris Johnson.
Varios diputados han dejado además su puesto como secretarios de Estado o al frente de sus cargos en el Partido. Parece que la presión sobre May tuvo su efecto.
May niega que las modificaciones en la ley aduanera vayan a tener una influencia sobre su estrategia sobre el "Brexit", pero con ello ha enfadado a las fuerzas a favor de la Unión Europea dentro de su partido. A esto se suma que en esta noche esos partidarios podrían derrotar al Gobierno, con ayuda de la oposición, en el debate sobre la ley comercial. Quieren imponer un artículo por el que Reino Unido se comprometa a permanecer en la unión aduanera con la Unión Europea
A la primera ministra le resulta cada vez más complicado mantener el control sobre las dos corrientes en su propio partido. La propuesta del Gobierno de adelantar una semana el receso estival ha sido interpretado como un intento desesperado de evitar el derrocamiento de la primera ministra. En la noche de hoy se votará asimismo si se aprueba el inicio de la pausa estival.
Desde las elecciones legislativas del año pasado en junio, May gobierna con una mayoría escasa y está expuesta a revueltas en ambos frentes. En varias ocasiones se le ha dado por acabada, sin embargo ha resistido hasta la fecha.
Además son cada vez más fuertes las exigencias de un segundo referéndum. Justine Greening, ex ministra de Cultura de May, volvió a solicitarlo públicamente el lunes.
Además, la multa impuesta hoy por la Comisión Electoral a la campaña "Vote Leave", la principal plataforma a favor de la salida de Reino Unido de la Unión Europea, ha dado alas a una nueva consulta.
"Vote Leave" tendrá que pagar una multa de 61.000 libras (unos 69.000 euros) por superar el límite del presupuesto permitido para el referéndum.
Rees-Mogg lidera un grupo de 60 defensores del "Brexit" duro dentro del grupo parlamentario del Gobierno de la primera ministra conservadora.
La disputa por el nuevo plan para el "Brexit", que prevé mantener una estrecha alianza con la Unión Europea, hizo que la semana pasada dejaran el cargo el ministro del "Brexit", David Davis, así como el hasta entonces titular de Exteriores, Boris Johnson.
Varios diputados han dejado además su puesto como secretarios de Estado o al frente de sus cargos en el Partido. Parece que la presión sobre May tuvo su efecto.
May niega que las modificaciones en la ley aduanera vayan a tener una influencia sobre su estrategia sobre el "Brexit", pero con ello ha enfadado a las fuerzas a favor de la Unión Europea dentro de su partido. A esto se suma que en esta noche esos partidarios podrían derrotar al Gobierno, con ayuda de la oposición, en el debate sobre la ley comercial. Quieren imponer un artículo por el que Reino Unido se comprometa a permanecer en la unión aduanera con la Unión Europea
A la primera ministra le resulta cada vez más complicado mantener el control sobre las dos corrientes en su propio partido. La propuesta del Gobierno de adelantar una semana el receso estival ha sido interpretado como un intento desesperado de evitar el derrocamiento de la primera ministra. En la noche de hoy se votará asimismo si se aprueba el inicio de la pausa estival.
Desde las elecciones legislativas del año pasado en junio, May gobierna con una mayoría escasa y está expuesta a revueltas en ambos frentes. En varias ocasiones se le ha dado por acabada, sin embargo ha resistido hasta la fecha.
Además son cada vez más fuertes las exigencias de un segundo referéndum. Justine Greening, ex ministra de Cultura de May, volvió a solicitarlo públicamente el lunes.
Además, la multa impuesta hoy por la Comisión Electoral a la campaña "Vote Leave", la principal plataforma a favor de la salida de Reino Unido de la Unión Europea, ha dado alas a una nueva consulta.
"Vote Leave" tendrá que pagar una multa de 61.000 libras (unos 69.000 euros) por superar el límite del presupuesto permitido para el referéndum.