Además, ha establecido una unión entre todos los escenarios posibles: "Se recluta en el fútbol, se adoctrina en Internet, se organiza en grupos y se propaga el fanatismo a través de los conciertos racistas".
El informe pide el reconocimiento de la especificidad del "delito de odio"
En concreto, destacó el papel de Internet, que "se ha convertido en un espacio privilegiado", por la "impunidad que proporciona el anonimato", para "propagar el odio, la discriminción y la violencia por motivos de racismo e intolerancia". Especial preocupación despiertan las redes sociales, como Facebook donde, según ha explicado Ibarra, "aumentan cada día los grupos de carácter intolerante, ante la permisividad de los administradores".
Para hacer frente a los delitos de intolerancia y crímenes de odio, el informe propone una serie de medidas como, por ejemplo, el reconocimiento de la especificidad del delito de odio y la generación de una estadísticas oficiales por parte del Ministerio del Interior, algo que realizan todos los países europeos a excepción de cinco. También piden el cierre de las cerca de 200 páginas web que incitan a la discriminación y la violencia; la creación de unidades policiales especializadas; así como la formación y sensibilización en las escuelas para hacer posible la convivencia en la diversidad.
4.000 agresiones al año
El Movimiento contra la Intolerancia, responsable del informe, estima que en España hay unas 4.000 agresiones al año, grupos racistas y xenófobos en todas las comunidades autónomas, decenas de conciertos de música racista y neofascista y más de 10.000 ultras y neonazis. Además, contabilizan desde 1991 más de 80 homicidios que podrían considerarse como "crímenes de odio". En lo que respecta al año 2010, señalan seis casos que "podrían ser clasificados de esa forma", entre ellos el del rumano Giovanni Musat, en La Cabrera (Madrid) o el del joven magrebí Bernabá Laaredi, en Lepe (Huelva). El estudio registra hasta 292 sucesos documentados y los distribuye por autonomías, resultando la Comunidad Valenciana la que más registra con 79 casos. Ibarra ha achacado este hecho a la "tradición de grupos racistas y xenófobos" en la comunidad durante veinte años, lo que "ha provocado que exista ese subsuelo".
Por último, Múgica reconoció que "aunque son pequeños grupos", la nueva extrema derecha "puede hacer mucho daño", una opinión secundada por Ibarra, quien, además, advirtió de que para acabar con ellos "se debe aplicar la legislación con rigor", de una forma acorde con los consejos de la UE en esta materia y que exigen "mayor determinación", mientras que en materia de prevención, ha instado al Gobierno a "implicarse en la sensibilización, sobre todo entre los más jóvenes", para poder acabar con los prejuicios.