La pérdida de la nota "AAA", una sanción severa pero lógica a EEUU


WASHINGTON. - La pérdida de la nota "AAA" que ostentaba Estados Unidos, decidida por la agencia de evaluación financiera Standard and Poor's (S&P), es una sanción severa pero lógica para un país cuyo problema de endeudamiento público sigue sin encontrar solución.



La Bolsa de Frankfurt.
La Bolsa de Frankfurt.
S&P tomó el viernes una resolución significativa: excluir a la primera potencia mundial del círculo de privilegio de los países tomadores de préstamos más fiables. De ahora en adelante, Estados Unidos se inscribirá un escalón más abajo, entre los "AA+".
No era fácil para una calificadora estadounidense dar ese paso.
"Las agencias bajaron la nota a cantidad de países europeos, y éstos entonces protestaron: ¿por qué a nosotros y no a Estados Unidos?", observó el viernes en la cadena Bloomberg TV el economista Nouriel Roubini, célebre por sus sombrías predicciones.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) consideró en su informe anual sobre la economía estadounidenwse que ese riesgo existía pero era "lejano". El informe fue redactado en junio y publicado en julio.
"No existe riesgo alguno", decía por su lado el propio secretario del Tesoro Timothy Geithner tras la primera advertencia de S&P, en abril.
Finalmente, la agencia de calificación resistió a los pedidos del gobierno, que le reclamaba esperar un tiempo y rever sus cálculos, y siguió su lógica hasta las últimas consecuencias.
Una vez conocida la decisión de S&P el Tesoro comentó: "una apreciación que contiene un error de cálculo de 2.000 millones de dólares habla por sí misma". "Esta gente no está precisamente en condiciones de juzgar a nadie", comentó por su lado en su blog el premio Nobel de economía Paul Krugman, quien recordó las "AAA" distribuidas por S&P y sus competidoras a los productos "tóxicos" que causarían luego la crisis financiera mundial.
Lo cierto es que Washington decepcionó, luego de prometer durante meses y meses a sus socios en el G20, al FMI, a los acreedores extranjeros y a los propios estadounidenses que el problema del déficit presupuestario sería resuelto.
En el crecimiento económico debía estar una buena parte de la solución. Pero no fue el caso, porque el país creció a tasas extremadamente débiles en 2011. S&P estimaba a su vez que ese punto estaba lejos de ser el único problema.
"Nos concentramos en el nivel actual de la deuda, en la trayectoria de la deuda en comparación con el tamaño de la economía, y en la aparente falta de voluntad colectiva de los legisladores para ocuparse del problema de las perspectivas presupuestarias de Estados Unidos a mediano plazo", afirmó la agencia en un comunicado difundido el sábado.
La explosión de la deuda pública estadounidense, que representa actualmente el 100% de su producto interno bruto, recuerda a la que conocieron otros países que perdieron la calificación "AAA".
Algunos, como Japón, segunda economía mundial en aquel momento, jamás pudieron volver a tener esa nota; otros, como Canadá, lo lograron pero al precio de un enorme esfuerzo financiero y político.
S&P no prevé que, tal como están las cosas, Estados Unidos consiga volver a gozar de ese ansiado estatus. La agencia destaca la contradicción insoluble existente entre los demócratas, que pretenden preservar el gasto en protección social, y los republicanos, firmes en su rechazo a cualquier alza de impuestos. "La crítica (de la agencia) a nuestra vida política disfuncional y a nuestra incapacidad para sacar conclusiones fiscales del compromiso sobre la reducción del déficit es muy sensata", estimó en su blog Jared Berstein, que fuera parte del equipo económico del gobierno de Bill Clinton, en los años 1990.
 
Sábado, 6 de Agosto 2011
AFP (Agencia France-Presse)
           


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