 
			 Con Gaza cercada y Cisjordania muy   dañada, muchos creen que el siguiente levantamiento puede darse dentro   de las fronteras del 48.   
  -Realmente no sé dónde comenzaría una Tercera Intifada. Sí que es   cierto que después de la masacre de Gaza ha habido movilizaciones muy   fuertes por parte de los palestinos del 48. Sin embargo, yo no descarto   que sea Cisjordania la que se levante, porque sufren mucho a causa del   muro y de los asentamientos. La situación de los palestinos del 48   también es muy difícil. A los judíos les obsesiona la demografía y en lo   que ellos llaman Galilea, los árabes constituimos el 60% de la   población.   
    
   
  
¿Cómo trata de combatir Israel esa   realidad?   
  -Israel, como Estado confesional, trata de mantener una mayoría de   judíos en todas sus zonas. Somos víctimas de una campaña de judeización   muy fuerte. Nuevas comunidades judías se asientan en nuestras ciudades.    Vemos cómo borran los nombres árabes de barrios y pueblos para   rebautizarlos en hebreo. Estas comunidades judías que llegan, en   especial la de Akko (San Juan de Acre), mantienen unos comportamientos   racistas hacia la comunidad árabe y son muy agresivas.   
    
   
  
¿Qué está ocurriendo ahora en   Jerusalén Este?   
  -La situación de Jerusalén es lo que más nos preocupa. Aunque   propiamente no estén considerados como palestinos del 48, los   jerosolimitanos mantienen unas conexiones muy fuertes con nosotros. La   situación se ha complicado mucho en los últimos años. En Oslo, la OLP y   el Gobierno israelí acordaron la paralización de los asentamientos y la   destrucción de lo ya construido y que invadía Cisjordania y Jerusalén   Este. Sin embargo, desde 1993 las colonias crecen y crecen. Lo que   ocurre ahora en el barrio de Seikh Jarrah, en Shuafat o en Silwan es que   los judíos están arrebatando las casas a los palestinos. El Ejército   está echando a los palestinos de sus casas. Los colonos se apoyan en   supuestos yacimientos arqueológicos que sólo ellos excavan para   rebautizar y erradicar el pasado árabe de Jerusalén. La inauguración de   la sinagoga en la Ciudad Vieja ha hecho explotar la rabia acumulada por   una continuada vulneración de los acuerdos, que supone un ataque a la   línea de flotación de la teoría de los dos estados.   
    
   
  
No parece muy convencida con la   solución de los dos estados.   
  -La solución de los dos estados no ha funcionado hasta ahora y nunca   jamás lo hará. El movimiento al que pertenezco defiende que palestinos e   israelíes deben convivir en un solo Estado. Queremos un Estado secular,   para todos, que incluya toda la Palestina histórica. Es la única   posibilidad de que podamos convivir en paz. Los palestinos están ahora   divididos entre Gaza, Cisjordania y los territorios de 1948. No tenemos   forma de comunicarnos unos con otros. Nos separan los muros y los   checkpoints. El caso de Gaza es alarmante, millón y medio de personas   que se hacinan en una franja de 40 por 20 kilómetros sin poder salir.   Hasta aquí nos ha llevado esta «solución». Nunca funcionará, porque   ningún hombre ni ninguna mujer palestina aceptará la paz con Israel sin   el derecho al retorno. En la solución de los dos estados los refugiados   nunca podrán volver a sus casas si éstas se encuentran bajo poder   israelí. Sólo cabe el retorno a Cisjordania y no hay espacio para que   vivan cinco millones de personas más. Además, no considero justo que una   persona expulsada de Haifa, en la costa, regrese a Ramallah.   
    
   
  
¿Cómo son las relaciones entre las   movimientos y partidos palestinos del 48 ?   
  -Abna al-Balad está considerado        como el movimiento más radical   de izquierda dentro de las fronteras del         48. Llamamos al boicot   ante la           Knesset, porque el Parlamento es un instrumento   sionista. Tenemos serias discrepancias con el partido          musulmán y   el Balad porque                 concurren a las elecciones. Yo jamás   votaré, porque supone aceptar el resultado. Israel se ha levantado sobre         los cuerpos de los palestinos. Jamás tomaré parte de su proyecto   sionista.       No obstante, tanto Balad como el        partido islámico   son parte de mi         nación y podemos trabajar juntos. Artiz   INTXUSTA   
  
 
				 


 
					  
					  
			  
			  
			  
			  
			  Inicio
 Inicio Política
 Política





 
		  
					  
					 




 
							  
							  
							  
							  
							  
							  
					  
					 