- Un tesoro inviolado -
Descubierta en noviembre de 1922 por el arqueólogo británico Howard Carter en el Valle de los Reyes, en Luxor, en el Alto Egipto, la tumba de Tutankamón es el único mausoleo que hasta ahora ha entregado a sus descubridores el tesoro intacto de su propietario: más de 5.000 objetos, muchos de los cuales de oro.
Las incontables otras tumbas faraónicas o de notables egipcios del Egipto antiguo encontradas hasta ahora habían sido saqueadas a lo largo de los milenios.
Después de temporadas de excavaciones infructuosas, Howard Carter y su rico mecenas Lord Carnarvon descubrieron por fin el tesoro funerario.
La cámara funeraria comprendía el sarcófago de cuarzo rojo, al interior del cual había tres cofres, unos dentro de otros, y el último de los cuales, de 110 kg de oro macizo, albergaba la momia de Tutankamón. La otra pieza clave del tesoro, la máscara funeraria, cubre el rostro momificado del rey, y es de oro macizo incrustado con lapizlázuli, cornalina y vidrios de color.
Howard Carter requirió diez años para culminar las exacavaciones de la tumba y hacer el repertorio de los miles de objetos repartidos en las cinco piezas de la sepultura. Fue ayudado en su tarea por muchos científicos, entre ellos el fotógrafo Harry Burton.
Más allá del interés estrictamente arqueológico de la tumba y de su contenido, Tutankamón se volvió famoso por la leyenda de una maldición del faraón, surgida poco después del descubrimiento de la tumba a raíz de la misteriosa muerte de lord Carnarvon en abril de 1923.
- 'El niño faraón' -
Gracias a este fabuloso descubrimiento, Tutankamón, quien tuvo un reino corto en el periodo conflictivo de la XVIII dinastía, bajo el Nuevo Imperio, se convirtió en uno de los más famosos faraones de Egipto antiguo.
Su llegada al trono del Bajo y Alto Egipto habría ocurrido hacia 1333 antes de nuestra era, a la edad de nueve años, pero las edades y las fechas varían de un especialista a otro.
El país salía entonces de un periodo conflictivo, llamado amarniano, caracterizado por la voluntad del faraón Akenatón (o Amenhotep IV) --padre de Tutankamón-- de instaurar una forma de monoteísmo con el dios del sol Aton.
La llegada al poder del joven príncipe posibilitó a quienes abogaban por el culto de Amon volver a primer plano y restablecer a las divinidades tradicionales.
Tutankamón habría muerto unos diez años más tarde, cuando apenas salía de la adolescencia. La causa exacta de su muerte sigue siendo oscura, así como su filiación.
Análisis de ADN revelaron en 2010 que era el hijo de Akenatón y se descartó que fuera el hijo de Nefertiti, la influyente esposa de Akenatón, famosa por su legendaria belleza.
Tutankamón se habría casado con su media hermana, hija de Nefertiti y Akenatón, Ankhsenpamón. La pareja no tuvo hijos conocidos. Dos momias de niños muertos al nacer fueron descubiertos sin embargo en la tumba del joven rey.
La probable existencia de cámaras secretas anuncia una batalla de expertos. Para el arqueólogo y egiptólogo británico Nicholas Reeves, se trataría de la sepultura de Nefertiti, pero según el ministro egipcio de antigüedades Mamdouh al-Damati, se trataría de la sepultura de la otra esposa o de una hija de Akenatón.