
Mahmud Ahmadinejad-izquierda-y Muhamed Mursi
La 'estrella' de la cumbre, el presidente iraní Mahmud Ahmadinejad, sólido aliado del poder sirio, reiteró que la oposición debería negociar con Damasco la celebración de "elecciones libres y transparentes", y que le corresponde al "pueblo sirio determinar el futuro de su país".
Las consultas entre los jefes de Estado de Egipto, Irán y Turquía, miembros de un comité sobre Siria, se celebraron el martes al margen de la cumbre.
Por su parte, el presidente egipcio Mohamed Mursi, afirmó: "Que el régimen sirio saque la lección de la historia. Son los pueblos los que permanecen, y los que hacen prevalecer sus intereses personales en detrimento de los pueblos acabarán yéndose".
Como varios países árabes, Occidente y Turquía, Mursi exigió varias veces la salida del poder del presidente Asad, tras casi dos años de revuelta que han dejado 60.000 muertos en el país, según la ONU.
Según un proyecto de resolución que será adoptado el jueves, la cumbre de la OCI apelará a "un diálogo serio entre la oposición y los representantes del gobierno dispuestos a un cambio político y no implicados en la represión" de la revuelta siria.
Este diálogo debe conducir a "una transición que cumpla con las aspiraciones del pueblo a reformas democráticas y a un cambio" de régimen, añade el proyecto, sin citar el posible destino de Asad.
Las consultas entre los jefes de Estado de Egipto, Irán y Turquía, miembros de un comité sobre Siria, se celebraron el martes al margen de la cumbre.
Por su parte, el presidente egipcio Mohamed Mursi, afirmó: "Que el régimen sirio saque la lección de la historia. Son los pueblos los que permanecen, y los que hacen prevalecer sus intereses personales en detrimento de los pueblos acabarán yéndose".
Como varios países árabes, Occidente y Turquía, Mursi exigió varias veces la salida del poder del presidente Asad, tras casi dos años de revuelta que han dejado 60.000 muertos en el país, según la ONU.
Según un proyecto de resolución que será adoptado el jueves, la cumbre de la OCI apelará a "un diálogo serio entre la oposición y los representantes del gobierno dispuestos a un cambio político y no implicados en la represión" de la revuelta siria.
Este diálogo debe conducir a "una transición que cumpla con las aspiraciones del pueblo a reformas democráticas y a un cambio" de régimen, añade el proyecto, sin citar el posible destino de Asad.