El ejército y la Guardia Nacional, apoyados por vehículos blindados, lanzaron un ataque cerca de la localidad de Karlivka, a 30 km al oeste de Donestk, anunció el ministerio del Interior.
Un periodista de la AFP en el lugar vio pasar a varios convoyes de vehículos blindados y de camiones que transportaban tropas y oyó disparos nutridos de artillería.
Los separatistas confirmaron estos enfrentamientos. "Ha habido combates en Karlivka hoy. Hemos destruido dos tanques", declaró "el ministro de Defensa" de los separatistas Igor Strelkov en una conferencia de prensa en Donetsk. "El enemigo sufrió pérdidas, nosotros también tuvimos pérdidas por desgracia", añadió, sin dar más detalles.
El ejército busca cercar los dos grandes bastiones de los insurgentes en el este, Donetsk y Lugansk, que los insurgentes dicen estar determinados a defender. Ambas ciudades cuentan respectivamente con un millón y medio millón de habitantes.
Strelkov aseguró el jueves disponer de suficientes "reservas" en hombres y material y afirmó que "más de 1.000 voluntarios" se unieron a las filas separatistas "en los últimos días".
El "primer ministro" de la "República popular de Donetsk", Alexandre Borodai, mostró la misma determinación en "defender el territorio contra la ocupación". Evocó por otra parte la posibilidad de evacuar a "decenas de miles", incluso "cientos de miles" de habitantes de Donetsk ante la progresión de las fuerzas ucranianas.
Periodistas de la AFP también observaron al sur de la ciudad el jueves la llegada e instalación de tropas de Kiev, a solo una veintena de km de este bastión de los insurgentes.
- Víctimas civiles-
Una columna de tanques, blindados y camiones, de kilómetro y medio de largo, llegó el miércoles desde Mariupol, a 110 km de distancia de Donetsk, sin librar combates, y se dispersó por varios lugares, afirmaron a la AFP soldados ucranianos.
Las excavadoras cavaban trincheras en los campos cercanos a la aldea de Olenivka.
Últimamente las fuerzas de Kiev arrebataron varias ciudades a los rebeldes, como Slaviansk, y el gobierno ucraniano anunció la imposición de un bloqueo a Donetsk y Lugansk.
El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, y otros responsables afirmaron haber dado la orden de que las operaciones contra los separatistas no causen muertos entre la población civil, una norma que parece incumplirse sobre el terreno a la luz de testimonios recabados en Lugansk.
Aunque las fuerzas de Kiev sean superiores a las de los separatistas en efectivos y en material, se ven limitadas en el uso porque Donetsk tiene un millón de habitantes y Lugansk, 500.000.
Un responsable ucraniano afirmó el miércoles por la noche que no habrá "ningún bombardeo aéreo, ningún bombardeo de artillería" contra Donetsk y Lugansk. Por consiguiente, añadió Stanislav Retchinskii, consejero del ministro del Interior, la toma de estas ciudades "podría llevarse a cabo en un plazo de un mes".
El ministerio ucraniano de Sanidad indicó el jueves que desde el inicio de la "operación antiterrorista" hace casi tres meses, han muerto en las zonas de conflicto 478 personas, incluidos siete niños y una treintena de mujeres, y han resultado heridas 1.392, entre las cuales 104 mujeres y 14 niños. Precisó luego que este recuento incluía todos los fallecimientos, sin diferenciar entre los muertos por la ofensiva y las muertes naturales.
Entre los militares, la suma de los balances parciales del ministerio de Defensa se establece en 220 soldados muertos, incluidos cinco el jueves, a los que se añaden 12 muertos en las filas de la Guardia Nacional.
Los separatistas no suelen dar balances de bajas.
En el ámbito diplomático continúan los contactos entre Ucrania, Rusia y Occidente, pero por el momento no se vislumbran progresos debido a las condiciones impuestas por Kiev para un alto el fuego, que Moscú quiere que sea "incondicional".
El jueves, Moscú protestó además ante Kiev después de que uno de sus guardias fronterizos fuera blanco de los disparos del ejército ucraniano y advirtió que la repetición de tales incidentes tendría "consecuencias".