Milicianos de Ouattara en Abiyán, Costa de Marfil.
"Da lástima". La expresión se oye en casi todo Abiyán, cuando se comentan las imágenes que significan el epílogo de una crisis post-electoral sangrienta de cuatro meses y medio y de un reino de diez años.
Laurent Gbagbo sudando, conmocionado, un viejo al que la ayudan a ponerse una camisa, rodeado por sus vencedores en una habitación del Golf Hotel. Las imágenes televisadas y fotografiadas simbolizan con gran fuerza la inmensa caída y el triunfo de Alassane Ouattara.
Conmoción, incredulidad, molestia y vergüenza: los marfileños de todas las tendencias quedaron afectados por las imágenes, como quedó expresado en las redes sociales como Facebook.
"Mis lágrimas no cesan", subraya un internauta, desencadenando de inmediato una gran cantidad de comentarios.
En el bando de Gbagbo, de manera previsible, se expresaba indignación.
"Es una sensación de vergüenza para nuestro país, ver en que estado se encuentra un presidente de la República", declaró a la AFP Pascal Affi N'Guessan, jefe de su partido, el Frente Popular Marfileño (FPI).
"Es escandaloso, indignante", agregó, denunciando un atentado a "la dignidad humana".
"Esto nos aleja cada vez más de la reconciliación nacional", a la que convocó el lunes por la noche Ouattara, subrayó un partidario de Gbagbo.
Pero incluso en el campo de los vencedores, la tristeza compite a veces con la turbación.
"No era necesario que terminara así", confíó un simpatizante pro-Ouattara, quien no pudo evitar llorar ante el espectáculo.
"Eso conmocionó a mucha gente, incluso entre nosotros", reconoció un responsable del bando de Ouattara.
"Todo se salió de control. Había tanta agitación, tanta locura a su llegada al Golf: un caos total", explicó. "Eso quebró cualquier veleidad entre los +patriotas+ (pro-Gbagbo)", agregó.
"Era necesario que los marfileños supieran que había terminado. Era catártico", aseguró, sin embargo, un diplomático africano, añadiendo que esas imágenes "tendrán un efecto disuasivo para muchos tiranos de África".
Para este buen conocedor de la escena política y de la sociedad marfileña, el efecto logrado con esas imágenes se origina en la relación con el jefe en Costa de Marfil, donde el peso de las tradiciones es muy grande.
"El jefe, incluso vencido, debe ser respetado, su figura es sagrada", subrayó.
Según él, esas imágenes afectan al nuevo presidente: "Confirman a una parte de la población en su convicción de que los rebeldes (pro-Ouattara) son canallas que no respetan nada. Para Ouattara, eso es un fracaso".
Laurent Gbagbo sudando, conmocionado, un viejo al que la ayudan a ponerse una camisa, rodeado por sus vencedores en una habitación del Golf Hotel. Las imágenes televisadas y fotografiadas simbolizan con gran fuerza la inmensa caída y el triunfo de Alassane Ouattara.
Conmoción, incredulidad, molestia y vergüenza: los marfileños de todas las tendencias quedaron afectados por las imágenes, como quedó expresado en las redes sociales como Facebook.
"Mis lágrimas no cesan", subraya un internauta, desencadenando de inmediato una gran cantidad de comentarios.
En el bando de Gbagbo, de manera previsible, se expresaba indignación.
"Es una sensación de vergüenza para nuestro país, ver en que estado se encuentra un presidente de la República", declaró a la AFP Pascal Affi N'Guessan, jefe de su partido, el Frente Popular Marfileño (FPI).
"Es escandaloso, indignante", agregó, denunciando un atentado a "la dignidad humana".
"Esto nos aleja cada vez más de la reconciliación nacional", a la que convocó el lunes por la noche Ouattara, subrayó un partidario de Gbagbo.
Pero incluso en el campo de los vencedores, la tristeza compite a veces con la turbación.
"No era necesario que terminara así", confíó un simpatizante pro-Ouattara, quien no pudo evitar llorar ante el espectáculo.
"Eso conmocionó a mucha gente, incluso entre nosotros", reconoció un responsable del bando de Ouattara.
"Todo se salió de control. Había tanta agitación, tanta locura a su llegada al Golf: un caos total", explicó. "Eso quebró cualquier veleidad entre los +patriotas+ (pro-Gbagbo)", agregó.
"Era necesario que los marfileños supieran que había terminado. Era catártico", aseguró, sin embargo, un diplomático africano, añadiendo que esas imágenes "tendrán un efecto disuasivo para muchos tiranos de África".
Para este buen conocedor de la escena política y de la sociedad marfileña, el efecto logrado con esas imágenes se origina en la relación con el jefe en Costa de Marfil, donde el peso de las tradiciones es muy grande.
"El jefe, incluso vencido, debe ser respetado, su figura es sagrada", subrayó.
Según él, esas imágenes afectan al nuevo presidente: "Confirman a una parte de la población en su convicción de que los rebeldes (pro-Ouattara) son canallas que no respetan nada. Para Ouattara, eso es un fracaso".